Acervos que atesoran la memoria Excelsior

Juan Carlos TalaveraEl archivo del fotógrafo Marco Antonio Cruz, el Fondo de la Inquisición del Archivo General de la Nación y el Fondo de la Escuela Nacional de Arquitectura (1920-1970) fueron tres de los 10 acervos integrados al Registro Memoria del Mundo de México, de la Unesco.
A éstos se suman la correspondencia de Manuel Gómez Morín (1908-1972), la serie radiofónica Plaza Pública del periodista Miguel Ángel Granados Chapa, en Radio UNAM (1994-2011).
La publicación de Vrbe, de Manuel Maples Arce (1924), libro clave para el pensamiento de vanguardia de nuestro país; el legado periodístico de Margarita García Flores en Radio UNAM (1969-1985) y el fondo sonoro con medio siglo de radionovelas mexicanas en Radio Educación.
A estos ocho se sumaron dos registros de Memoria del Mundo para América Latina y El Caribe: la Colección Dr.
Alfredo Dugès, y la preservación de la Manuscritos en lenguas indígenas extintas que resguarda la Biblioteca Nacional.
Durante la ceremonia, realizada ayer en la 46 FIL de Minería, Catherine Bloch, presidenta del Comité Mexicano del Programa Memoria del Mundo, de Unesco, destacó el patrimonio protegido.
Hoy reconocemos 10 archivos documentales de gran importancia para la memoria de México.
Dos son otorgados por el Comité Regional de América Latina y el Caribe y ocho por este comité mexicano.
De estos últimos, creo importante señalar que tenemos tres archivos sonoros, uno fotográfico, uno histórico sobre la Inquisición, un fondo de arquitectura, textos de un pensador mexicano y un libro que representa una época de vanguardia intelectual”, añadió.
Estos documentos, dijo, “nos dan identidad y nos dicen de dónde venimos, dónde estamos y, ojalá, a dónde vamos.
México, a nivel mundial, cuenta ahora con 14 registros; a nivel latinoamericano y del Caribe ya cuenta con 31, y a nivel nacional hemos ya reconocido, incluyendo los de hoy, 115 registros, desde códices hasta programas de televisión, archivos que hablan de quiénes somos, de dónde venimos y que nos dan identidad”.
CRONISTA VISUALSobre el archivo de Marco Antonio Cruz, la investigadora Valeria Sánchez detalló a Excélsior que éste se compone de más de 100,000 negativos que dan testimonio de 40 años de trabajo, de los cuales ya se ha catalogado 70 por ciento.
El archivo de Marco Antonio Cruz lo inició él en vida, ya que siempre tuvo una perspectiva de futuro hacia la preservación y cuidado de sus propias fotografías y negativos, así que, afortunadamente, es un archivo muy cuidado”, destacó.
Además, afirmó que este acervo fue postulado en su totalidad, ya que también contiene las caricaturas que el propio artista visual hizo, así como sus libros y sus impresiones de época.
Ahora, lo que toca es invitar a los investigadores para que continúen profundizando en este acervo que nos permite recuperar una mirada polisémica y desde la izquierda”.
Por su parte, María de los Ángeles Torrejón, viuda del cronista visual, consideró que el trabajo periodístico del artista se vio en la prensa de los años 80 y 90, “aunque su trabajo más emblemático, que son los reportajes y fotoensayos, como el terremoto de 1985, La Hija de los Apaches y la violencia en la CDMX, yo creo que se ha visto menos de 50 por ciento”.
De momento, adelantó que se trabaja en una base de datos digital para dar un mayor acceso a la consulta y compra del trabajo de Marco Antonio Cruz.
UN COLIBRÍEl Fondo Inquisición está integrado por más de 1,700 volúmenes y contiene gran parte de los juicios que estableció el obispo de México, fray Juan de Zumárraga, para combatir la idolatría de la población indígena en el siglo XVI.
Así lo detalló Mariana Berenice Gayosso, directora de Preservación del Patrimonio Documental del AGN.
Esencialmente son juicios, pero también hay algunos objetos asociados, como una muñequita y un colibrí disecado, los cuales estuvieron relacionados con un conjuro de amor y a esos juicios inquisitoriales de aquel momento”, dijo a Excélsior.
Debe recordarse que, en aquel momento “se trataba de vigilar la práctica correcta de la religión y todo lo que estuviera fuera de ese contexto, pues era herejía y tenía que ser procesado, castigado e investigado”.
Por último, habló Mónica Cejudo, directora de la Facultad de Arquitectura, quien destacó el Fondo de la Escuela Nacional de Arquitectura, que contiene planos, documentos, bocetos y memorias de Mario Pani y Enrique del Moral, por mencionar algunos nombres.
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