Designarán en una empresa ferroviaria del Estado a un involucrado en la Causa Cuadernos Infobae
El Gobierno nacional designará a un involucrado en la Causa Cuadernos al frente de la empresa ferroviaria del Estado ADIF (Administración de Infraestructuras Ferroviarias). Se trata de Mario Maxit, ex director comercial de Isolux Argentina entre 2006 y 2017.
Maxit aparece mencionado en los cuadernos de Centeno como “Sr. Mario”. “Lo llevé al licenciado Roberto Baratta y al Ing Ezequiel García a Maipú 741 -1º B y el señor ‘Mario’ el que atendía y lo llamaba por celular a García, lo esperaba en el piso 1º B, bajó del auto solamente García y a los 10′ bajó del 1º Piso ‘B’ con una mochila con dinero”, escribió el chofer del ex secretario de Planificación, Roberto Baratta, el viernes 15 de mayo de 2009 en uno de los cuadernos relevados por el periodista Diego Cabot.
De esta manera, Maxit quedó involucrado en la causa “Camarita”, que investiga si existió una asociación ilícita entre empresarios para quedarse, vía coimas, con obras públicas. Dentro de los acusados, se encuentra la ex presidente Cristina Kirchner, medio centenar de ex funcionarios, empresarios y financistas. Esta investigación es uno de los capítulos del expediente que surgió de las anotaciones de Oscar Centeno, el remisero que relataba cómo llevaba a Barrata a recaudar coimas entre los hombres que hacían negocios con el Gobierno.
En 2019, el juez Claudio Bonadio lo incluyó dentro de la lista de personas que serían enjuiciadas por esta causa, al acusarlo del delito de cohecho activo, en calidad de partícipe necesario.
Ahora, el caso está bajo análisis del Tribunal Oral Federal (TOF 7), que debe evaluar la prueba que se llevará adelante durante el futuro debate, cuya fecha aún no está establecida.
Esta investigación es uno de los tramos que más preocupa a los empresarios. Fue Carlos Wagner, ex presidente de la Cámara Argentina de la Construcción, quien confesó como arrepentido haber armado con Julio De Vido el sistema de cartelización de la obra pública. Esa estructura consistía en que las empresas decidían cuál de ellas ganaba las licitaciones y luego pagaban coimas a los ex funcionarios. La existencia del mecanismo fue avalada por José López en su declaración como arrepentido.
El financista Ernesto Clarens aportó planillas con los pagos y cobros de las coimas y señaló a las empresas y a las personas involucradas. Explicó además que los desembolsos se realizaban en pesos que luego se cambiaban a dólares o euros y finalmente eran entregados en bolsos a Daniel Muñoz, secretario privado de los Kirchner.
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