Trágico abandono Criterio Hidalgo

La tragedia de la comunidad de la Blanca en Santiago de Anaya puso de nuevo al descubierto algo que se ha manejado por años y que, a diputados, federales y estatales, senadores, alcaldes y hasta gobernadores les ha valido madres, velar por la seguridad de los ciudadanos que han encontrado en la pirotecnia una fuente de recursos que de otra manera difícilmente podrían obtener.
Y es que es bien fácil culpar a los artesanos de pirotecnia, acusándolos de trabajar de manera clandestina, pero pocos se preocupan por apoyarlos, por acercarles los medios para que sea menos riesgoso el trabajo, que haya talleres que cumplan todas las normas de seguridad y con seguridad social.
La Blanca es una comunidad de artesanos pirotécnicos con una tradición de muchos años y que, sin embargo, ha sufrido el estigma de tener accidentes por el manejo de pólvora que, como ahora, cobre vidas.
Son maestros de la pirotecnia y por ello quienes alegran sus fiestas patronales o para celebraciones de los municipios e incluso de los gobiernos estatales, con los famosos castillos, buscan a los pirotécnicos de La Blanca.
Así que seguramente en estas fechas previas a la celebración de la Virgen de Guadalupe y de las fiestas de navidad y fin de año la chamba se cargaba, por lo que había mayor ocupación de mano de obra y con tiempos apretados para cumplir compromisos, podría generar subcontratación y con ello que los talleres en domicilios
se multiplicaran.
Asi la premura y quizá un descuido provocaron una nueva tragedia que, como siempre ocurre, arranca los lamentos de los que quizá pudieron haber hecho algo, pero que simplemente no lo hicieron o voltearon a mirar para otro lado.
Dónde estan los candidatos que en sus giras juran y perjuran que ahora sí van hacer algo por legislar para que la pirotecnia sea una actividad que brinde seguridad para quienes han hecho de ella su modo de vida.
Dónde están los senadores que acuden año con año a placearse a la ya famosísima muestra gastronómica, esa que se realiza a escasos cinco kilómetros de la Blanca, pero que ni de chiste se dan una vuelta para saber qué les falta a
estos artesanos.
Pero eso sí, ante los acontecimientos de este martes trágico, seguramente enviarán, via redes sociales, mensajes de condolencias para las familias de las personas fallecidas,
¿De verdad lo lamentan o solo es de dientes pa fuera?
Alcaldes van y vienen en ese municipio y solo cuando pasan tragedias es cuando se preocupan, pero no se ocupan por resolver el problema de fondo.
La buena noticia, si es que puede haber buenas noticias para las familias de los artesanos de la Blanca que perdieron la vida en la explosión, es que ya se vienen las elecciones por lo que es un buen momento para tomar bandera y hacerlo su propósito de campaña y como siempre, prometer que ahora sí están dispuestos a mejorar las condiciones de los pirotécnicos, porque ellos no son como los otros.
La mala noticia es que esos candidatos que aseguran que ellos sí van a cumplirles, no como otros, en cuanto lleguen al cargo se van a olvidar del tema argumentando que es asunto de la federación, en fin, van a tratar de zafarse y como siempre ocurre, pasado algún tiempo se olvidará.
Hasta que ocurra una nueva tragedia y una vez más se vuelva noticia.
Esta es una llamada de atención para quienes han representado la región y fueron elegidos por los ciudadanos, porque les fallaron gacho y nada hicieron por ellos.
A esos diputados según muy preocupados por los ciudadanos, merecen las mentadas de madre de quienes votaron por ellos y quizá las promesas vengan ahora de los votantes que seguramente se las cobraran en las urnas.
Aunque con los que ahora se andan candidateando, seguro las cosas poco o nada van a cambiar.

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