Hacia la consolidación de la industria nacional Excelsior
20 de Septiembre, 2023 02:35
Por: Fadlala Akabani* Como en muy excepcionales ocasiones en el sexenio, el Presidente de México se ha permitido realizar un viaje internacional —poco usual en su estilo de gobierno— que implique una ausencia de más de tres días y que comporta la complejidad de las relaciones hemisféricas y latinoamericanas, escenarios, ambos, en los que el gobierno de México (2018-2024) no sólo ha recuperado terreno perdido con la vergonzosa política exterior neoliberal (una anacrónica subordinación a Washington), sino incluso ha ganado un lugar especial en la región, que es indiscutible logro de la visión, el compromiso, la solidaridad, el latinoamericanismo y la visión geoestratégica de Andrés Manuel López Obrador.
Y es que un viaje de esa magnitud, a un destino (tradicionalmente despreciado por el neoliberalismo y la ignorante, abyecta y cada vez menos congruente oposición) que es clave en la incidencia de retos globales como la nueva hoja de ruta respecto a las drogas, motivo por el cual López Obrador participó en la Conferencia Latinoamericana y del Caribe sobre Drogas, convocada por el presidente Gustavo Petro y celebrada en Santiago de Cali, Valle del Cauca, Colombia.
El siguiente punto en el itinerario fue la capital del país más austral de nuestro continente, Chile.
Desde el Palacio de la Moneda, con sus declaraciones in memoriam de un gigante como Salvador Allende, López Obrador continuó dictando la agenda pública y mediática en México.
Ni la más mínima dignidad intelectual se reservaron los odiadores profesionales del Presidente para justificar su filia por las dictaduras militares al servicio de Washington.
Unos días antes, López Obrador entregó el bastón de mando de la cuarta transformación a Claudia Sheinbaum, quien recibió la enorme responsabilidad de mantener y profundizar los cada vez más concretos logros del sexenio y darle una nueva dimensión en los años venideros.
Para lograr estos objetivos, es necesario seguir mejorando la infraestructura del país y que, de esta forma, se eviten cuellos de botella para la generación de inversiones.
Desde 1955, con la Ley de Fomento de Industrias Nuevas y Necesarias, México comenzó a implementar una política de desarrollo industrial, especialmente en el sector automotriz.
Hoy, México es una potencia internacional en este sector, al ser el séptimo mayor productor internacional de vehículos del mundo y el cuarto mayor exportador.
En la actualidad, nos encontramos ante una oportunidad única para profundizar el modelo manufacturero en México, no sólo en el sector automotriz y autopartes (por ejemplo en semiconductores y motores), sino también en otras industrias, como en el aeroespacial, componentes eléctricos, computadores, televisores, equipos de audio y video, que son sectores complejos con altos niveles de productividad e innovación.
El próximo gobierno deberá consolidar al tren del Istmo como la opción más eficiente en la ruta comercial más transitada a nivel mundial.
El Tren México-Querétaro que será un eje articulador de gran parte de las nuevas demandas logísticas que crecerán exponencialmente en el siguiente sexenio con la llegada de nuevas industrias.
La labor del presidente López Obrador de rescatar a las empresas públicas energéticas (Pemex y CFE) debe ser profundizada con el fortalecimiento de la petroquímica que, hasta el momento, cuenta con ocho complejos, uno de capital privado y los siete restantes de Pemex que hasta 2018 producían mucho menos de 50% de la capacidad instalada.
Es fundamental recuperar este sector estratégico, por ser plataforma para el desarrollo estable de cadenas industriales como la textil, automotriz, electrónica, alimenticia, farmacéutica y agrícola.
Asimismo, en el terreno energético tendrá la oportunidad de impulsar el potencial nacional en producción de hidrógeno verde, es decir, energía renovable con 60% menos emisiones de Gases de Efecto Invernadero con un costo mucho menor al de otros países productores.
En pocas palabras, impulsar una política de desarrollo industrial, que promueva de forma coordinada la inversión en los sectores con mayor derrama económica en el país, que incluya cuatro ejes: I) infraestructura; II) innovación; III) mejora regulatoria, y IV) capacitación.
Esta política sentará las bases para un mayor desarrollo de largo plazo de nuestro país, lo cual seguirá reduciendo la pobreza y generará más oportunidades y bienestar para todas y todos.
*Secretario de Desarrollo Económico de la Ciudad de México Columnista: Columnista Invitado NacionalImágen Portada: Imágen Principal: Send to NewsML Feed: 0
