La dinastía Grimaldi: quién es quién en la familia real de Mónaco, una de las más poderosas del mundo Infobae
De todas las familias reales europeas, la de los Grimaldi es una de las que más curiosidad despiertan. El estar ubicada en uno de los países más pequeños del mundo, Mónaco, no les ha impedido llegar a ser una de las más poderosas, ricas e influyentes, hasta el punto de tener el récord de poseer el gobierno más antiguo de Europa.
Sus orígenes se remontan al siglo XII, cuando este clan fue fundado por Otón Canella, un cónsul genovés que le puso el nombre de su hijo, Grimaldo. Esta familia, que era experta en navegación, apoyaba al Papa y construyó la fortaleza en la que hoy día se encuentra su palacio. Ocho siglos después, siguen asentados en este enclave privilegiado, especialmente importante en antaño por su ubicación geográfica, y bajo la gestión de su actual soberano, el príncipe Alberto de Mónaco, suele aparecer en la lista de las casas reales más ricas del mundo con una fortuna valorada en 1 millón de dólares.
El momento álgido de los Grimaldi llegó con Rainiero de Mónaco y Grace Kelly, pues fueron los protagonistas de un romance que bien podría ser fruto de un guion de Hollywood: un príncipe europeo y una estrella del cine se conocen, se enamoran y ella, que estaba en la cima de su carrera, lo deja todo para vivir su gran historia de amor y convertirse en princesa. Si bien contaban con todos los ingredientes para vivir un cuento de hadas, su historia acabó de la manera más trágica. El 14 de septiembre de 1982, Grace Kelly moría a los 52 años en un aparatoso accidente de tráfico mientras viajaba hasta su residencia en compañía de su hija Estefanía.
Su muerte fue toda una tragedia, especialmente para sus hijos: Carolina, Estefanía y Alberto. Desde entonces, los tres se han esforzado para mantener vivo el recuerdo de su madre, especialmente tras el fallecimiento de Rainiero, en el año 2005. Fue entonces cuando la familia se reestructuró, pues el único hijo varón de Rainiero y Grace pasó a ser el cabeza de familia y príncipe soberano de Mónaco, dando comienzo a una nueva saga.
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Alberto de Mónaco
A sus 65 años, el único hijo de los desaparecidos Rainiero de Mónaco y Grace Kelly no es solo el soberano del país, también es uno de los royals más controvertidos de la actualidad y su nombre suele protagonizar titulares en las páginas de sociedad de todo el mundo. En su juventud tuvo intensas y breves relaciones con figuras tan conocidas como Claudia Schiffer o Brooke Shields, por lo que era habitual de la prensa.
Además, su larga soltería y ‘alergia’ al matrimonio dieron lugar a numerosos rumores sobre su vida privada. Alberto es padre de cuatro hijos. Los dos mayores nacieron fuera del matrimonio y tardó años en reconocerlos como suyos, se trata de Jazmin Grace Rotolo, fruto de una relación esporádica con la estadounidense Tamara Jean Rotolo, y Alexandre Éric Stéphane, nacido de una historia con la exazafata togolesa Nicole Costa.
Sus herederos son sus hijos pequeños, los príncipes Jacques y Gabriella, nacidos de su matrimonio con Charlène Wittstock. La llegada de la exnadadora sudafricana a su vida lo calmó todo. Alberto dejó de lado las polémicas y encontró la calma al lado de su ahora mujer, con quien estuvo saliendo durante más de una década antes de pasar por el altar.
Desde entonces han pasado por muchos baches y se han enfrentado a un sinfín de rumores que han puesto en duda la solidez de su matrimonio.
Carolina de Mónaco
La hermana mayor de Alberto II también ha tenido una vida muy intensa en lo personal que no ha sido ajena a los titulares. Con apenas 18 años, cuando estaba estudiando Filosofía en la universidad francesa de La Sorbona conoció a su primer marido, Philippe Junot, con quien no tuvo hijos y con el que estuvo casada durante dos años. Su gran amor, el empresario Stéfano Casiraghi, llegó años más tarde a su vida para revolucionarla. Tras darse el ‘sí, quiero’ en una ceremonia civil, fueron padres de tres hijos, Andrea, Carlota y Pierre.
Al igual que sucedió con el matrimonio de sus padres, el de Carolina también acabó en tragedia. Stéfano murió durante un accidente naval al chocar la embarcación que pilotaba contra una ola cuando buscaba revalidar su título de campeón del mundo de off-shore.
No fue hasta seis años más tarde cuando volvió a encontrar el amor, esta vez de manos de Ernesto de Hannover, su tercer marido. Con él tuvo a su cuarta hija, Alejandra de Hannover, y se convirtió en princesa de Hannover, un título que todavía ostenta pese a que su relación se terminó en 2009, diez años después de su boda.
Estefanía de Mónaco
La pequeña de los Grimaldi tampoco se queda atrás y, al igual que sus hermanos, ella también ha acaparado noticias y titulares por su vida personal. Dicen quienes la conocen que tiene un carácter complicado y díscolo que puede haber propiciado su llamativa vida sentimental. La apodada ‘princesa rebelde’ se casó en 1995 con su guardaespaldas, Daniel Ducruet, pese a la oposición de su padre, que nunca vio con buenos ojos esta unión. Estuvieron casados poco tiempo, pero fueron padres de dos hijos, Louis y Pauline. Su divorcio llegó en 1996 tras la publicación de unas imágenes de Ducruet manteniendo relaciones sexuales con otra mujer.
Dos años más tarde, Estefanía volvía a convertirse en madre, en esta ocasión de una niña llamada Camille cuyo padre es otro de sus guardaespaldas, Jean Raymond Gottlieb. Al no haber nacido dentro del matrimonio, la joven no forma parte de la sucesión al trono. En 2003, Estefanía se casó con el acróbata portugués Adans López Peres, pero su matrimonio duró poco más de un año.
Sin perder la ilusión en el amor, en 2005 saltó a los titulares tras conocerse que volvía a tener pareja, el domador de elefantes Franco Knie. Con él recorrió Europa en un tráiler del circo en el que trabajaba su novio. Tras romper con él, poco más de un año después, no se le ha vuelto a conocer pareja y actualmente vive volcada en las causas sociales.
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