Sonrisa democrática en Tailandia Excelsior

Por Alejandro Guerrero MonroyLa democracia ha tomado nuevo ímpetu en Tailandia.
Con una población de casi 70 millones de habitantes, este país del sudeste asiático celebró elecciones en las que triunfó el joven partido Move Forward liderado por el inesperado y carismático candidato a primer ministro, el empresario y político Pita Limjaroenrat, de 42 años.
Estos comicios son vistos como una oportunidad para darle aliento a su democracia y dejar atrás una década de poder militar surgido de un golpe de Estado en 2014, después de una profunda crisis política.
Cabe recordar que es el país con más golpes de Estado desde la II Guerra Mundial.
Así, en 2016 la junta militar (conocida como el Consejo Nacional para la Paz y el Orden, NCPO) redactó una nueva Constitución y llevó a cabo un referéndum para aprobarla, aunque a los grupos políticos que se oponían al texto se les prohibió expresarse, criticarlo y hacer campaña en su contra.
La Constitución aprobada establece que el Senado sería nombrado por la junta, en lugar de ser parcialmente elegido y también se le otorgó poder de veto sobre la Cámara de Representantes respecto de enmiendas a la ley suprema.
En 2019, luego de varios retrasos, la junta celebró elecciones generales con el Senado designado en su totalidad y los distritos electorales rediseñados a última hora.
El arribo de la pandemia golpeó con fuerza a la economía tailandesa, con una drástica reducción en el flujo de turismo extranjero (de 40 millones de turistas en 2019 a 11 millones en 2022), lo cual derivó en una contundente caída en el ingreso nacional.
Según el Banco Mundial, la segunda economía del sudeste asiático crecerá 3.
6% en 2023 y se prevé que la llegada de turistas aumente a 27 millones este año.
En los últimos dos años la ciudadanía ha salido a las calles en multitudinarias protestas.
El casus belli ha sido desde el autoritarismo y la censura en internet hasta la desigualdad de género y la violación a los derechos humanos, entre otros motivos.
Particularmente, miles de jóvenes han salido a marchar para defender la democracia y limitar la influencia de los militares en la política.
Las fuerzas del cambio no se hicieron esperar y la ciudadanía acudió a las urnas el pasado 14 de mayo, en unos comicios que tuvieron una participación de 75.
2%, con más de 39 millones de electores.
Los tailandeses expresaron con su voto un cambio en el rumbo del país y la oposición arrasó en las elecciones generales.
Los partidos Pheu Thai y Move Forward –ambos prodemocracia– lideraron las votaciones.
Esta última formación política, de carácter progresista y con una ambiciosa agenda reformista, fue la ganadora con 13 millones de votos y 152 diputados de 500 que tiene la Cámara baja.
Tan sólo en Bangkok, Move Forward obtuvo 32 de los 33 escaños de la metrópoli.
Ambos partidos obtuvieron una victoria histórica e incuestionable con mas del 60% de los votosCabe decir que, pese a los malos resultados del partido en el poder United Thai Nation, encabezado por el general Prayut Chan-o-cha –el cual está en quinta posición con 4 millones de apoyos y 38 diputados–, éste podría continuar en el poder.
Y es que en la elección del primer ministro participan los 500 diputados elegidos y 250 senadores escogidos por la junta militar, lo que complica al ganador formar un gobierno.
La buena noticia es que si Move Forward y Pheu Thai conforman una coalición y obtienen el apoyo de los partidos más pequeños, podrían convertirse en quienes encabecen la transición.
La oposición necesita 376 escaños de los 500 de la Asamblea Nacional para contrarrestar la influencia de los 250 senadores designados por el ejército.
Pita Limjaroenrat podría convertirse en el próximo primer ministro de Tailandia.
Así lo ha expresado la voluntad ciudadana en las urnas.
El egresado de la Escuela Kennedy de Harvard y del Instituto Tecnológico de Massachusetts se ha comprometido a redactar una nueva Constitución y sacar a la nación de lo que llama una “década perdida” bajo un régimen militar.
Se suele llamar a Tailandia el país de las sonrisas por su belleza natural, su riqueza histórica y su fascinante cultura.
Hoy los tailandeses sonríen por la expectativa de un mejor futuro en democracia.
 Columnista: Columnista Invitado NacionalImágen Portada: Imágen Principal: Send to NewsML Feed: 0