El corazón de decenas de pacientes late gracias a Juan José Parcero, cardiólogo tijuanense y nuevo integrante del Paseo de la Fama de Tijuana.
“Es un reconocimiento que cuando te llega de sorpresa y de una manera inesperada te llena de satisfacción, la emoción más importante en ese proceso es recibir un premio que no buscabas, ni esperabas”, manifestó.
Con una trayectoria de 27 años, es precursor de muchos avances de la cardiología contemporánea.
“Haces un análisis en función de qué fuiste seleccionando para estar en ese Paseo de gente ilustre, por decirlo de alguna manera, viene el agradecimiento porque de fuera de tu profesión te llega un reconocimiento”, agregó.
Egresado de la UABCEstudió en la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) y tras más años de preparación en el Centro Médico Nacional y en Houston, Texas.
Regresó a Tijuana en 1991 para ejercer la cardiología.
“Es un camino de 27 años, yo regresé aquí en 1991 y no había una sola sala de hemodinámica, los pacientes se trataban como cuando me fui, con medicamento, cuando ya en el mundo el cateterismo cardiaco, el meterlos a sala, abrir las arterias, ya era una realidad consumada”, recordó.
La experiencia de Parcero va desde abrir las primeras salas hemodinámicas, los primeros cateterismos y procedimientos de intervención percutánea, hasta tratar padecimientos que antes solamente con cirugía de corazón abierto se podían atender.
“Siempre resolver un problema médico te llena de satisfacciones cuando realmente el ideal de tu profesión es ayudar, han sido muchas a lo largo de todo este tiempo, también muchas anécdotas tristes cuando no puedes hacer algo más por un paciente”, compartió.
Aportaciones médicasDentro de sus múltiples aportaciones a la cardiología, la más emblemática fue en 2010.
“De todo este trabajo, algo que generó mucho ruido, que voltearan los ojos, no nada más del País, sino de varios países del mundo a Tijuana y a nosotros, fue cuando empezamos a ser los primeros en implantar células madre en pacientes con insuficiencia cardiaca”, destacó.
Encabezó el estudio a través del cual se elaboró el protocolo inicial para México y en Latinoamérica.
El estudió le valió dos premios nacionales de investigación, del Congreso de la Asociación Nacional de Cardiólogos de México y del Congreso de Cardiología Intervencionista (Cadeci).
La mayor satisfacción“Más allá del reconocimiento, lo más satisfactorio fue ver cómo realmente el resultado del procedimiento en los pacientes fue muy favorable, fue bueno y la mayoría siguen vivos a pesar de que ya pasaron más de siete años que cerramos el estudio”, destacó.
“Finalmente lo que logras con eso es mejorar en el paciente su expectativa de vida, en pacientes que ya estaban desahuciados, por la edad ya no eran candidatos a trasplante cardiaco u otros procedimientos”, abundó.
El procedimiento para pacientes con insuficiencia cardiaca consiste en inyectar con un catéter células madre, obtenidas del tejido graso, en la parte del corazón que ya no trabaja a causa de un infarto.