En el desempleo Excelsior

 Necesitamos más entrenadores del tipo de Almada y de Larcamón.
Con el arranque de un nuevo torneo y un nuevo año nos damos cuenta de que varios de los mejores entrenadores mexicanos de la historia han pasado de moda y, si quieren volver a trabajar en el futbol profesional, tendrán que bajar mucho sus pretensiones y prepararse de una manera diferente.
No basta con esta tirado en un sillón viendo partidos.
Increíble que Jaime Lozano no tenga trabajo y este desempleado.
Luego de ganar medalla olímpica, fracasó en Necaxa y nadie lo contrató.
Increíble que Miguel Herrera no tenga trabajo y esté desempleado.
Toda su carrera y su reciente fracaso con Tigres lo tienen con la mano en el teléfono a la espera de ofertas.
Miguel pudo ser el técnico de Chile, pero quería cobrar demasiado.
Increíble que un maestro como Manolo Lapuente este desperdiciado.
Increíble que Ricardo Lavolpe esté en su casa de Guadalajara esperando ofertas.
Aunque, en el caso de Ricardo, aplica la de “el pez por su boca muere”.
Increíble que Enrique Meza, con su don de buena persona y grandes títulos, no haya sido contratado.
Increíble lo del Tuca Ferretti, que no fue a Pumas por temas económicos.
Increíble que José Manuel de la Torre tampoco este trabajando.
Espero que Chepo ya esté con los humos bien abajo, porque su carácter le pasó factura.
Y como ellos muchos más.
Rubén Omar Romano, el profe Cruz o hasta Antonio Mohamed.
El Turco pronto volverá, seguro.
Hoy en día que nuestro futbol ha visto disminuidos los presupuestos, los dueños van por entrenadores buenos, bonitos y baratos.
Jóvenes sin experiencia, pero con muchas ganas, que el algunos casos funcionan como Lillini o Fentanes.
Los equipos de Monterrey siempre van por los ganadores y ahora tocara el turno a Vucetich y Cocca.
Y muchos extranjeros.
que en su mayoría vienen por los salarios y que luego crean escuela.
Necesitamos más del tipo de Almada y de Larcamón.
Algunos pasaron de moda y otros no se ajustaron a los nuevos salarios tras la crisis mundial del covid.
Y ésos no tienen trabajo y empiezan a darse cuenta de que difícilmente volverán pronto.
Todos están: en el desempleo.
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