Maradona, indispuesto tras la victoria de Argentina El Siglo de Torreón

Diego Maradona debió ser atendido tras sufrir una aparente indisposición tras el partido entre Argentina y Nigeria en la Copa Mundial de Rusia.
Poco después del final del partido en el estadio de San Petersburgo, imágenes de vídeos grabados por individuos y difundidos en redes sociales mostraron a Maradona con dificultades para mantenerse de pie en unos de sus palcos preferenciales.
Maradona, de 57 años, recibió ayuda para salir de la grada y entrar a una sala.
Una foto mostró cuando dos paramédicos le daban atención.
Parecía tener los ojos cerrados.
Tal como como sucedió en Brasil 2014, Maradona es columnista del programa “De La Mano del Diez”, que se emite desde Rusia por la cadena TeleSUR.
Allí comenta partidos y entrevista a invitados especiales junto al periodista uruguayo Víctor Hugo Morales.
No trascendió de inmediato información oficial sobre su condición de salud, pero dos horas después la cuenta de Twitter de TeleSUR mostró una foto en la que Maradona sonríe junto a dos individuos no identificados en lo aparente ser un aeropuerto de San Petersburgo.
La presidenta de la cadena, Patricia Villegas, confirmó por Twitter: “Maradona a punto de tomar vuelo para Moscú”, junto una fotografía del Diez supuestamente a punto de embarcar un avión.
Otra foto subida por Villegas muestra a Maradona en el interior de un avión.
Argentina ganó el partido por 2-1 para avanzar a los octavos de final del torneo.
El capitán del seleccionado campeón en 1986 celebró exaltado ambos goles argentinos, anotados por Lionel Messi y Marcos Rojo.
En el segundo tanto de Rojo, a los 86 minutos, Maradona hizo un gesto obsceno con los dedos medios de ambas manos.
Uno de sus acompañantes le sujetaba desde el borde del palco.
Maradona tiene un largo historial de problemas de salud, que él mismo admitió se relacionan con su antigua adicción a las drogas y otros excesos.
En 2000 fue hospitalizado por una sobredosis de cocaína.
Fue la primera de una serie de internaciones.
Tras un largo tratamiento para abandonar las drogas en Cuba, Maradona regresó a la Argentina pero tuvo una recaída que lo puso al borde de la muerte en 2004.
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