A veces, separar la basura puede ser malo para el medio ambiente. Por ejemplo, cuando un jarabe para la tos o un antibiótico va a parar a la pila de vaciado de la cocina o al inodoro, y los frascos vacíos se colocan luego junto con el vidrio para reciclar.
Porque incluso la mejor depuradora no puede eliminar todos los restos de medicamentos, de manera que remanentes de ellos pueden ir a parar a las aguas, indica la especialista Ursula Funke desde Alemania.
Eso, por ejemplo, puede llevar a que en los peces se produzca una afeminación de animales machos, lo que perturba sus posibilidades de reproducción y debilita a la población de esta especie.
También pueden llegar restos de medicamentos al agua potable, porque algunas sustancias, según Funke, son también difíciles de eliminar durante el proceso de depuración del agua.
Tirar los medicamentos bien cerrados a la basura común
El consejo de la experta es dejar tanto medicamentos líquidos como en cápsulas en sus respectivos envases y tirar estos -bien cerrados- en la basura común, o bien entregarlos en los centros especiales que recogen sustancias tóxicas.
Los envases de cartón vacíos y los prospectos de los medicamentos pueden colocarse en el contenedor para papel, mientras que los blísteres vacíos pueden eliminarse en los de envases y envoltorios plásticos.
En algunos lugares, son las farmacias las que recogen medicamentos viejos y luego se ocupan de su eliminación segura.
dpa