La pandemia no frenó la violencia, mataron a Pame en el Edomex Excelsior

Abraham Nava / Fotos: EspecialesCIUDAD DE MÉXICO Maicha Pamela González Matilde cumplió 16 años el 5 de mayo, pero su cumpleaños lo celebró dos días antes, el domingo 3, por el trabajo de Eleocadia, su mamá, no hubiera podido celebrarlo entre semana.
Recibió como regalo una bocina bluetooth para que escuchar su música en un puesto de dulces que su mamá le abrió en la parte frontal de su casa.
Seis días después, el 9 de mayo, fue normal la rutina de la casa ubicada en la comunidad otomí de San Diego Alcalá en el municipio de Temoaya Estado de México.
Eleocadia salió a trabajar y Pamela se quedó a atender el puesto en el que su mamá había invertido sus ahorros de 2 mil pesos para que la adolescente no se arriesgara a ir a trabajar en tiempos de pandemia.
“Yo me despedí de ella, me dijo que regresará pronto porque ella vendía sus hot dogs y sus chicharrones preparados, pero ya no tenía las cosas que iba ocupar más tarde y me dijo mamá trata de apurarte, es más vete con mi hermano, para que te apures pronto y regreses pronto porque voy a ocupar las cosas que te encargue”.
Eleocadia fue a su trabajo y trató de apurarse, por la Jornada Nacional de Sana Distancia, los negocios en el pueblo estaban cerrando a las cinco de la tarde.
Pero no terminó su turno, faltaban minutos antes de las cuatro de la tarde.
“Me dice un compañero que le había hablado mi patrón, que cerrará pronto, en cuanto él fuera por mí que ya estuviera cerrado el negocio…’¿qué le pasó a Pame?’, le pregunté a mi patrón; me dice:’ es que la mataron, no estoy seguro, mataron a tu niña’.
Yo me impresioné tanto, me enojé, me enojé mucho, me dio mucha tristeza no lo podía creer”.
Eleocadia regresó a su casa para confirmar la terrible noticia, el hallazgo lo hizo una prima suya que llegó de visita a la casa, empezó a buscar a Pamela, que pensó se estaba escondiendo de ella; después de buscarla dos veces, encontró a la pequeña dentro de un tambo en el cuarto de baño y entonces busco contactar a Eleocadia.
“Como madre de Pame yo me siento desesperada, quisiera ser maga para adivinar quién fue el que le hizo daño a mi hija, igual para estar tranquila con el niño porque nada más nos estamos cuidando de qué puede pasar, porque no sabemos quién realmente lo hizo, a lo mejor hasta puede pasar a comprar, sospechamos de todo mundo, o sea no podemos estar tranquilos”.
Al ser su casa la escena del crimen, Eleocadia y su hijo tuvieron que salirse y ella optó por unirse al plantón de Palacio Nacional, “para que me tomaran en cuenta porque las mujeres indígenas siempre dicen que no tenemos voz ni voto, pero yo siento que no es así, que tenemos que levantar la voz, para defendernos”.
  “El 2020 me marcó por completo, han sido los meses más duros que hemos pasado el niño y yo, porque pues a la mejor antes pasábamos por cosas así, no tan al agrado así de perder una parte mía, porque Pamela era mi sangre, la amaba por sobre todas las cosas”.
El de Pamela es uno de los 704 feminicidios contabilizados por el Secretariado Ejecutivo Nacional de Seguridad Pública entre enero y septiembre del 2020.
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