spoiler Adelante para el segundo episodio de la temporada 2 de “Fallout”.
La temporada 1 de “Fallout” revela lentamente que Hank McLean (Kyle McLachlan) No estamos principalmente impulsados a creer. La serie comienza con Lucy McLean (Ella Purnell) abandonando el Refugio 33 para cruzar el páramo en busca de su padre secuestrado. Dado que inicialmente compartimos los cálidos sentimientos de Lucy por Hank, asumimos que él es un espectador inocente y víctima de los nefastos planes de la misteriosa Moldavar (Sarita Chaudhary). Desafortunadamente, el final de la temporada 1 dio un giro impactante, revelando que Hank fue en realidad responsable de la destrucción de Shady Sands, donde vivía su esposa Rose en ese momento. Este momento es un punto de inflexión emocional tanto para Lucy como para “Fallout”, ya que demuestra que la empresa Vault-Tech está sometiendo sistemáticamente los asentamientos superficiales y descenderá a cualquier nivel para mantener su fortaleza.
Pero mientras que la temporada 1 consolidó a Hank como un antagonista importante, los dos primeros episodios de la temporada 2 pintan al personaje bajo una luz verdaderamente siniestra. El episodio 2 comienza con un flashback que muestra los recuerdos de Maximus (Aaron Moten) del día en que su casa, Shady Sands, fue arrasada. Esta secuencia pone la brutalidad de Hank en un foco aún mayor: nos enteramos de que mientras Shady Sands estaba a punto de eliminar la radiación de su agua potable, el padre de Maximus probó con éxito un dispositivo que podría impulsar la vida de la comunidad. Reconstruir un asentamiento tan grande en unos Estados Unidos postapocalípticos sería una gran hazaña en sí misma, y Shady Sands podría convertirse en un faro de esperanza para otros habitantes de la superficie.
Pero estos planes -que incluían un desarrollo agrícola que habría mejorado la economía y los niveles de vida- fueron brutalmente aplastados. En cambio, Hank arrojó una bomba con un mecanismo de seguridad que destruyó el asentamiento con esperanzas de un futuro mejor. Y no se detuvo ahí.
Hank McLean quiere cumplir su aterradora visión del futuro de Vault-Tech en Fallout
La frase “la guerra nunca cambia” resume el núcleo temático de los videojuegos “Fallout”. ahora, La serie “Fallout” utiliza el mismo mantra para subrayar el conflicto Entre las facciones en guerra de Wastelands, los Vault-Techs se han convertido, con diferencia, en los peores agresores. Por supuesto, todas las facciones quieren controlarlo todo, pero Vault-Tech es la razón por la que Estados Unidos está irradiando en primer lugar. Actuar como si fuera la guerra es un resultado rentable para la venta de una empresa. producto Pura maldad, especialmente cuando esta codicia corporativa se extiende a los principios básicos de supervivencia/dignidad humana. Hank sigue siendo un secuaz corporativo leal todos estos años después, asegurándose de que Vault-Tec se beneficie de la violencia sin sentido y el caos desenfrenado.
La temporada 2 también presentó a Robert House (Justin Theroux), CEO de RobCo que diseñó pequeños chips de control cerebral con forma de caja. Desafortunadamente, no funcionan correctamente, lo que hace que las cabezas de las personas exploten. En el episodio 2, vemos a Hank disfrazarse de empleado corporativo mientras intenta perfeccionar este pequeño dispositivo. Primero experimenta con numerosos ratones (todos los cuales terminan horriblemente) y luego con otro empleado de Vault-Tech (que se despierta de la cámara criogénica) para ver si funciona. Como era de esperar, no es así y la cabeza del empleado explota inmediatamente después. La reacción de Hank ante estas pruebas es de diversión, con toques de remordimiento. Parece que realmente le importa lo que representa Vault-Tech.
Hank no sólo sigue órdenes. Toma medidas activas para traicionar a la humanidad (incluidos sus propios hijos) para mantener el dominio autoritario de Vault-Tech. ¿Qué podría ser más peligroso?
Los nuevos episodios de la temporada 2 de “Fallout” se lanzan todos los miércoles en Prime Video.
