Trump nombra un enviado especial a Groenlandia para promover sus intereses en la isla Infobae
La figura de Jeff Landry, gobernador de Luisiana, ocupa ahora un papel central en la estrategia de Estados Unidos hacia Groenlandia tras el reciente anuncio presidencial que lo designa como enviado especial a este territorio. Según consignó el medio, el nombramiento de Landry forma parte del esfuerzo estadounidense por reforzar su posición en una región considerada estratégica y sometida a creciente competencia internacional. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dio a conocer la decisión este domingo desde su plataforma Truth Social, donde destacó la importancia de Groenlandia para los intereses estadounidenses en materia de seguridad nacional.
De acuerdo con la información publicada, el objetivo de esta designación es promover de manera decidida las prioridades de Washington en la isla, la cual es administrada autónomamente por Dinamarca. Trump subrayó que Landry “comprende lo esencial que es Groenlandia para nuestra seguridad nacional y promoverá con firmeza los intereses de nuestro país en materia de seguridad y supervivencia de nuestros aliados y, de hecho, del mundo”. Estas palabras fueron divulgadas antes de que se oficializara la fecha en que Landry asumirá formalmente sus nuevas funciones. Hasta el momento, el gobernador no ha hecho declaraciones sobre el anuncio.
El medio detalló que esta designación se inscribe dentro de los intentos previos de Estados Unidos por consolidar su influencia sobre Groenlandia, un territorio que despierta interés global debido tanto a su ubicación en el Ártico como a la rica presencia de recursos naturales. Las dinámicas internacionales en torno a la isla han cobrado fuerza en los últimos años, generando una competencia más intensa entre diversas potencias. Washington ha expresado en varias ocasiones su preocupación por la intervención de actores extranjeros, especialmente China y Rusia, en proyectos e infraestructuras críticas de la zona.
Las declaraciones de Trump recalcan la dimensión geopolítica de este movimiento. El mandatario destacó que la presencia estadounidense pretende garantizar no solo la seguridad nacional de su país, sino también la seguridad de los aliados de Estados Unidos. La referencia al papel de Groenlandia en la “supervivencia de nuestros aliados y, de hecho, del mundo” sugiere una visión global sobre la importancia que la administración estadounidense otorga a la isla.
Según publicó el medio, la historia reciente de las relaciones entre Washington y Groenlandia ha estado marcada por gestos diplomáticos que incluyen propuestas de compra de la isla, así como el uso explícito de la presión militar como herramienta en las negociaciones. Estas acciones han provocado reacciones tanto en Copenhague como entre la opinión pública internacional, que observa con atención la evolución de las relaciones entre Estados Unidos, Groenlandia y Dinamarca.
El nombramiento de un enviado especial como Jeff Landry, quien se mantiene en funciones como gobernador de Luisiana, refuerza la relevancia que otorga la Casa Blanca al seguimiento directo de los intereses estadounidenses en este territorio autónomo. Según reportó el medio, Washington busca asegurar un liderazgo sostenido en una región donde el deshielo provocado por el cambio climático abre nuevas rutas de navegación y acceso a recursos minerales codiciados por actores estatales y privados.
El anuncio presidencial se enmarca en una coyuntura marcada por disputas sobre la soberanía, el desarrollo económico y el control militar en el Ártico. El medio precisó que, en este contexto, Estados Unidos apuesta por fortalecer sus lazos políticos y económicos con Groenlandia y por vigilar de cerca las inversiones extranjeras en la isla. Los funcionarios estadounidenses han argumentado que una mayor presencia en el territorio permite frenar eventuales avances rivales y proteger la seguridad colectiva del bloque occidental.
La falta de una fecha precisa para la oficialización del nombramiento de Landry no ha restado atención al impacto diplomático de la decisión. Tanto en Estados Unidos como entre los aliados de la OTAN, el movimiento es interpretado como una respuesta a la intensificación de la competencia internacional por los recursos y las rutas estratégicas del Alto Norte, tal como detalló el medio. Los próximos pasos de Landry serán determinantes para delinear la política estadounidense en Groenlandia y en el conjunto del Ártico.
