¿Qué pueden comer los perros en Navidad y Año Nuevo? El Imparcial
Durante las celebraciones de Navidad y Año Nuevo, muchas familias buscan incluir a sus perros en los momentos de convivencia alrededor de la mesa. Sin embargo, compartir alimentos del banquete puede tener consecuencias graves para su salud. De acuerdo con lo retomado por Milenio, especialistas advierten que, en estas fechas, aumentan de forma notable los casos de perros atendidos por problemas digestivos relacionados con comida inadecuada.
La clave está en saber qué nunca debe ofrecerse, qué opciones son seguras y qué otros riesgos existen en el entorno festivo del hogar.
¿Por qué la comida navideña es peligrosa para los perros?
Aunque para los humanos la cena decembrina es parte de la tradición, el sistema digestivo de los perros funciona de manera distinta. No está diseñado para procesar grasas, condimentos, especias ni azúcares en las cantidades habituales de estas celebraciones. La Dra. Andrea Bernal explica que, durante esta temporada, se registra un incremento considerable de casos de gastroenteritis canina, principalmente por el consumo de sobras o alimentos “solo un poco” fuera de su dieta regular.
Alimentos que nunca debes darle a tu perro en Navidad y Año Nuevo
Los veterinarios son claros al respecto. La recomendación general es que el perro no consuma comida del plato familiar. Entre los alimentos prohibidos se encuentran:
- Platillos grasosos o condimentados: Pueden provocar pancreatitis y gastroenteritis.
- Salsas y jugos de cocción: Contienen altos niveles de sal y sazonadores que resultan tóxicos.
- Dulces y postres: El chocolate actúa como veneno y el xilitol, presente en muchos productos sin azúcar, es altamente peligroso.
- Alcohol y alimentos picantes: No deben ingerirse bajo ninguna circunstancia.
Incluso pequeñas cantidades pueden causar vómitos, diarrea, dolor abdominal o complicaciones mayores.
¿Qué sí pueden comer los perros en estas fechas?
Si el tutor desea que su mascota participe de la celebración, la opción más segura es preparar un menú especial, separado del resto de la comida familiar. Este debe ser sencillo y sin ningún tipo de condimento.
Las alternativas recomendadas incluyen:
- Pechuga de pollo: Cocida o a la plancha, sin piel, sin huesos y sin sal.
- Proteínas magras: Carne molida o medallón de atún, cocinados solo al sartén, sin aceite ni especias.
- Arroz blanco: Cocido únicamente con agua, en porciones pequeñas.
Estas opciones deben ofrecerse como un complemento ocasional y no reemplazar su alimentación habitual.
La importancia de las porciones y los cambios graduales
De acuerdo con la Asociación Mundial Veterinaria de Pequeños Animales (WSAVA), cualquier modificación en la dieta de un perro debe hacerse de forma gradual. Dar grandes cantidades, incluso de alimentos seguros, puede causar malestar estomacal.La recomendación es ofrecer porciones limitadas y observar cualquier reacción adversa, como diarrea o falta de apetito.
Otros riesgos comunes para los perros durante las fiestas
La comida no es el único peligro en Navidad y Año Nuevo. El entorno del hogar también cambia y puede representar riesgos adicionales:
- Basura accesible: Los restos de comida y huesos pueden causar obstrucciones intestinales.
- Plantas decorativas: El muérdago y la flor de Pascua son tóxicos para los perros.
- Objetos pequeños o envolturas: Pueden ser ingeridos accidentalmente y provocar asfixia o problemas digestivos.
Mantener estos elementos fuera de su alcance es una medida básica de prevención.
Te puede interesar: Cena de Navidad sin complicaciones: 10 recetas fáciles con cinco ingredientes o menos
Cuidar a tu perro también es parte de la celebración
Integrar a los perros en las festividades no implica compartir todo con ellos. La mejor forma de cuidarlos es respetar sus necesidades alimenticias y prevenir riesgos dentro del hogar. Consultar con un veterinario ante cualquier duda y optar por alternativas seguras permite que las celebraciones decembrinas transcurran sin contratiempos para toda la familia, incluidos los de cuatro patas.
