“El FAOT es poesía musical” El Imparcial

El Festival Alfonso Ortiz Tirado tiene cuatro décadas de historia. ¿Qué representa para usted este festival dentro de la identidad cultural de Sonora?

“El festival es un escenario, una plataforma que año con año enriquece y consolida la identidad cultural musical de Sonora, al exponer todos los géneros musicales que desde mucho tiempo atrás se han ejecutado, como es el caso de lo interpretado por nuestras poblaciones originarias, los grupos tradicionales de las diferentes regiones de Sonora y el canto operístico, que tiene en la figura de Alfonso Ortiz Tirado a su máximo inspirador”.

Después de los cambios que ha vivido el FAOT, ¿cómo definiría su esencia actual y qué valores busca rescatar en esta nueva edición?

“Su esencia es la difusión de música de calidad dirigida a todos los públicos, encabezada por el bel canto pero representada por todos los géneros musicales.

Esta edición continúa rescatando el talento musical sonorense de todas las edades y se enriquece con la aportación de los artistas de otras partes de México y el mundo”.

¿Cómo se equilibra hoy el componente artístico de excelencia con la participación popular y el acceso al público general?

“Más bien, en nuestro programa artístico puede apreciarse la excelencia en todos los géneros musicales, desde el bel canto hasta el hip-hop, lo cual atrae a una gran variedad de públicos”.

En el reciente anuncio del festival, el gobernador del estado habló de la cultura como un factor que genera paz y bienestar. ¿Cómo puede la cultura contribuir a la paz social, en un estado y en un país con tantos retos?

“Los que conocemos como ‘eventos artísticos’ propician entornos de paz por excelencia. El público amante del arte busca el placer estético, la generación de emociones, la exacerbación de la sensibilidad, entre otras experiencias.

El sentido de comunidad que se genera al apreciar una actividad cultural se desarrolla por definición en un contexto pacífico y armonioso”.

Usted ha sostenido que la cultura tiene un valor terapéutico y de cohesión. ¿De qué manera el FAOT puede ser un espacio de encuentro y sanación colectiva?

“El evento artístico genera un sentido de unión, de unidad entre el público asistente. La experiencia estética es compartida y en ese sentido, cohesiona a los participantes.

Mediante la apreciación artística las personas se relajan, se centran en la propuesta estética y ocurre una catarsis, una especie de sanación personal y colectiva.

¿Qué papel juegan la educación artística y la participación juvenil en el fortalecimiento de este mensaje de bienestar?

“Más bien, el FAOT es una plataforma donde se exhiben resultados importantes de la educación artística, en tanto la participación de niños y jóvenes ha crecido en el festival.

A la vez, en el mismo FAOT se imparten talleres artísticos y clases de bel canto a jóvenes cantantes. Infancias y juventudes son nuestras poblaciones más importantes”.

El FAOT 2026 reúne a figuras internacionales del bel canto. ¿Cómo fue el proceso de curaduría, y qué criterios se siguieron para recuperar ese nivel artístico?

“La curaduría fue realizada por profesionales del bel canto radicados en Hermosillo, que utilizan criterios especializados para determinar la calidad de los aplicantes”.

¿Hay artistas o momentos específicos que usted considere emblemáticos de esta edición?

“Las entregas de los reconocimientos: Medalla Alfonso Ortiz Tirado, Reconocimiento a la Enseñanza Musical y Reconocimiento al Talento Joven, y por supuesto la presentación de los grandes exponentes del canto operístico que conforman las Noches de Gala del Palacio Municipal de Álamos”.

¿Cómo se integran las nuevas expresiones artísticas (danza, teatro, artes visuales, gastronomía) dentro del marco de un festival originalmente musical?

“Es una tradición de muchos años atrás el presentar actividades de otras disciplinas artísticas en el festival, como la danza, el teatro, los talleres literarios, las exposiciones de artes visuales y las intervenciones callejeras. El arte llama al arte, y es muy enriquecedor acompañar la música con otras expresiones del arte”.

Álamos es más que una sede: es un personaje del FAOT. ¿Cómo ha evolucionado la relación entre el festival y el pueblo?

“Hemos llegado al punto en que a Álamos lo identifican muchas veces como ‘la población en la que tiene lugar un gran festival de bel canto en México’. Así de hermanado está el FAOT con ese pueblo mágico”.

¿Qué impacto económico, turístico y social observa en la comunidad alameña tras cada edición del festival?

“Este año, el impacto económico fue de cerca de 160 millones de pesos y la asistencia de más de 100 mil personas. La comunidad alameña espera año con año el festival, porque la actividad detona su economía en virtud de que atrae turismo de varias partes del mundo”.

¿Qué mensaje desea transmitir a los visitantes nacionales e internacionales que viven por primera vez la experiencia del FAOT?

“Que participen como público en el único festival de bel canto del país y uno de los más grandes festivales culturales de México; se enfrentarán a difíciles elecciones, pues cada hora durante la mayor parte de los nueve días de duración del festival podrán apreciar talento de alta calidad en todas las disciplinas artísticas. Les transmito un mensaje de agradecimiento por elegir al festival como destino cultural y turístico”.

Desde su liderazgo en el Instituto Sonorense de Cultura, ¿cuáles son los principales retos para consolidar al FAOT como referente nacional e internacional?

“Ofrecer cada vez mayor calidad y diversidad en los grupos y presentaciones artísticas; mayor difusión fuera de Sonora para que el festival sea conocido y cada vez más visitado; continuar con la modalidad de estado y país invitado, pues eso enriquece nuestra oferta cultural y nutre nuestro conocimiento musical”.

¿Qué papel ha jugado el respaldo del gobernador Alfonso Durazo en la renovación de este proyecto cultural?

“El gobernador Alfonso Durazo es el principal promotor del Festival Alfonso Ortiz Tirado y nuestro principal aliado en todo el proceso de planeación y organización.

Su respaldo ha implicado implementar un equilibrio entre la calidad artística, el fomento de la paz a partir de las actividades y el acatamiento de las medidas de protección civil, seguridad y legalidad que deben tomarse en cuenta en la realización del festival”.

¿Cómo imagina el futuro del festival y de la política cultural de Sonora en los próximos años?

“Seguirá creciendo, incrementando su calidad y atrayendo cada vez a más público. Se irá consolidando cada vez más como un festival emblemático de Sonora y de México”.

Usted es escritora, docente y estudiosa de la literatura. Si tuviera que describir el FAOT en una sola frase poética, ¿cuál sería?

“El FAOT es poesía musical”.

¿Qué legado le gustaría dejar como directora del Instituto Sonorense de Cultura una vez concluido su ciclo al frente del FAOT?

“Una política cultural incluyente, que rechaza privilegios y se centra en la calidad artística encaminada a generar entornos de paz; que ve la cultura y el arte como lo que son: derechos que deben ejercer todos los habitantes de Sonora.

Por ello, la atención a los públicos debe ser horizontal desde el punto de vista geográfico, del sexo, la edad, la condición económica y social, así como de los gustos y necesidades”.