Segmentan contratos para robar Sol Yucatán
- El titular, Juan Gabriel Sánchez Álvarez, implementa una nueva mecánica de corrupción, por medio de la segmentación de contratos a un mismo proveedor por más de 2.5 millones de pesos.
- La SAF simuló cuatro proyectos distintos cuando en realidad todos los trabajos se ejecutaron en el mismo edificio, en lapsos prácticamente consecutivos y con el mismo proveedor.
- La operación dentro de la Secretaría de Administración y Finanzas exhibe una red de protección interna que permite canalizar fondos sin competencia, blindando los procesos con formalismos y papelería, pero vaciando las arcas con total impunidad.
Redacción/Sol Yucatán
El titular de la Secretaría de Administración y Finanzas del Gobierno de Yucatán (SAF), Juan Gabriel Sánchez Álvarez, ha perfeccionado una nueva mecánica de corrupción basada en la segmentación de contratos públicos para beneficiar a empresas aliadas con recursos millonarios del erario.
La operación, cuidadosamente disfrazada de “procedimientos administrativos regulares”, consiste en fraccionar un mismo proyecto en varios contratos menores adjudicados de forma directa, simulando transparencia y evadiendo los procesos de licitación que exige la ley.
La prueba más evidente de este esquema se encuentra en los documentos oficiales que revelan cómo la empresa Ferromateriales La Principal, S. de R.L. de C.V., se convirtió en la gran beneficiaria de una serie de contratos exprés, todos firmados en 2025 por la misma dependencia, con los mismos funcionarios, y dirigidos al mismo inmueble: el edificio Xcumpich, sede de la propia Secretaría de Finanzas.
Cuatro contratos, un mismo beneficiario, un mismo lugar. Entre julio y agosto de 2025, la Secretaría de Administración y Finanzas adjudicó a Ferromateriales La Principal cuatro contratos por distintos “servicios de mantenimiento” que, al analizarlos, forman parte de un mismo trabajo general de rehabilitación del edificio Xcumpich.
Los convenios fueron firmados por la directora general de Administración, Eva Adriana Ku García, y las jefas departamentales Jenny Minerva Maury Sánchez y Maury E. Ortega Maldonado, con respaldo político directo del titular de la SAF, Juan Gabriel Sánchez Álvarez.
Los contratos en cuestión son los siguientes: SAF/DGA/2025/07/01/0002 – “Trabajos de mantenimiento eléctrico en el quinto piso del edificio Xcumpich”, monto: 449 mil 301.60 pesos, vigencia del 1 al 7 de julio de 2025.
SAF/DGA/2025/07/02/0004 – “Trabajos de mantenimiento de techumbre de policarbonato en el edificio Xcumpich”, Monto: 435 mil 160.00 pesos, vigencia: del 2 al 9 de julio de 2025.
SAF/DGA/2025/07/28/0002 – “Trabajos de impermeabilización a realizar en las instalaciones de los módulos 2, 3 y 4 de la SAF”, monto: 721 mil 967.08 pesos, vigencia: del 28 de julio al 4 de agosto de 2025.
Y por último, SAF/DGA/2025/08/19/0001 – “Mantenimiento del sistema contra incendios en el edificio Xcumpich”, monto: 1 millón 86 mil 993.60 pesos, vigencia: del 19 al 23 de agosto de 2025.
En total, los pagos a Ferromateriales La Principal suman $2,693,422.28 pesos, todos asignados en menos de dos meses, bajo procedimientos de adjudicación directa y con vigencias de ejecución de apenas 5 a 10 días naturales.
Esto es sin duda el fraccionamiento del gasto como instrumento de saqueo. La táctica es clara: dividir un solo proyecto en varios contratos menores, cada uno con montos que no superan el umbral legal que obligaría a licitación pública, pero que en conjunto representan una operación millonaria.
Este tipo de segmentación del gasto constituye una violación flagrante a los principios de eficiencia, transparencia y economía establecidos en la Ley de Adquisiciones del Estado de Yucatán.
En la práctica, la SAF simuló cuatro proyectos distintos —mantenimiento eléctrico, techumbre, impermeabilización y sistema contra incendios— cuando en realidad todos los trabajos se ejecutaron en el mismo edificio, en lapsos prácticamente consecutivos y con el mismo proveedor.
“Se trata de una práctica recurrente que permite mover millones de pesos sin controles externos, maquillando la corrupción con el lenguaje administrativo de los contratos menores”, explicó un especialista consultado en transparencia y contratación pública.
Una empresa reciclada como contratista favorita. Ferromateriales La Principal, S. de R.L. de C.V., no es una empresa con amplia trayectoria en el sector público. De hecho, fue constituida apenas en mayo de 2022, bajo la fe del notario Orlando Alberto Paredes Lara, y su registro mercantil N-2022072648 indica un objeto social genérico que le permite operar desde venta de materiales hasta mantenimiento de inmuebles.
El gerente y representante legal, Matías Cardeña Hernández, aparece firmando los cuatro contratos con el mismo domicilio fiscal —Calle 499 letra “C”, entre 59 y 61, colonia Centro, Mérida—, un inmueble que, irónicamente, corresponde al edificio de la Ex Penitenciaría Juárez, hoy ocupado por oficinas administrativas del gobierno estatal.
Los contratos espejo: mismos términos, mismo formato, mismos funcionarios. Una revisión minuciosa de los documentos revela que los contratos fueron elaborados con el mismo formato, las mismas cláusulas y el mismo lenguaje, variando únicamente el número de expediente y el tipo de servicio descrito.
Los cuatro contratos fueron firmados por las mismas funcionarias, Eva Adriana Ku García, Jenny Minerva Maury Sánchez y Maury E. Ortega Maldonado, bajo el argumento de que la contratación obedecía a “requerimientos del Edificio Xcumpich”.
En otras palabras, la misma dependencia se contrató a sí misma cuatro veces por el mismo motivo, con el mismo proveedor.
El gobierno del “Renacimiento Maya” de Joaquín Díaz Mena ha intentado proyectar una imagen de modernidad y eficiencia administrativa, pero casos como este muestran el funcionamiento real del aparato burocrático: contratos duplicados, proveedores reciclados y recursos públicos atomizados para favorecer a las mismas manos.
La operación dentro de la Secretaría de Administración y Finanzas exhibe una red de protección interna que permite canalizar fondos sin competencia, blindando los procesos con formalismos y papelería, pero vaciando las arcas con total impunidad.
En conclusión, los cuatro contratos son una misma trampa. Detrás de la fachada de “mantenimientos diversos”, el caso de Ferromateriales La Principal ilustra cómo la corrupción estatal se adapta y se tecnifica.
El titular de la SAF, Juan Gabriel Sánchez Álvarez, y su círculo cercano en la Dirección General de Administración han convertido la fragmentación del gasto en su nueva fórmula para beneficiar a empresas afines y eludir la rendición de cuentas.
Con más de 2.6 millones de pesos repartidos en apenas 60 días a una sola empresa, los contratos del edificio Xcumpich no son simples mantenimientos: son el reflejo perfecto de una estructura que aprendió a robar por partes, con sello y firma oficial.
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