¿Y el PAN democrático? Sol Yucatán
- Hoy el panismo parece seguir siendo una “camarilla” que defiende sus intereses. Y Álvaro Cetina Puerto no se apega a los postulados panistas.
Por Francisco Trubu/Sol Yucatán
Desde su fundación por el chihuahuense Manuel Gómez Morín y el tapatío Efraín González Luna, dentro de más de una docena de personajes fundadores, muchos de los cuales son parte de la historia mexicana, el Partido Acción Nacional (PAN), presumió su democracia, se autodefinió así mismo como el primer partido demócrata en 1939 y a lo largo de los años lo fue realmente, sus asambleas estatales y municipales donde se cantaba su himno y el mexicano siempre fueron un ejemplo de dar voz a toda su militancia.
Por muchos años, cualquier panista podía ser candidato a alcalde, regidor, diputado ó senador, desde luego a gobernador y a Presidente de la República. Los panistas que querían ser candidatos se registraban en la asamblea y se votaba a mano alzada, luego vinieron urnas, y desde el dueño de la tienda de abarrotes, el bolero, el electricista, el gerente de una empresa pero militante panista, la señora ama de casa, la líder vecinal hasta algún encumbrado comerciante, industrial o empresario podía aspirar a los cargos si tenía el respaldo de la mayoría, no existía eso de “unidad”, un eufemismo de hoy en día que utilizan los dirigentes para destruir la democracia y aglutinar a compinches, cuates y compadres dispuestos a apoyarlo en sus intereses de grupo, no del
Cuando Gómez Morín y González Luna fundaron el partido no existía eso de las tómbolas de Morena, una farsa que no es democracia y le abre las posibilidades de ser candidato a cualquier hijo de vecino acusado de corrupto, sino hay que preguntarle al representante del Bienestar, Rogerio Castro Vázquez cuya carrera política empezó en una tómbola.
En lugar de esa nefasta tómbola, los panistas abrían la democracia para que cualquier militante fuera postulado, y votaban libremente por él o ella, pero lo conocían, no era producto del azar, y para que fuera panista tenía que pasar un riguroso control de honestidad y ser reconocido en su lugar de residencia como un hombre de bien, no como hoy que se trata de meter compadres para tener más votos, muchos tránsfugas de partidos nunca hubieran sido gobernadores, alcaldes o diputados si los filtros panistas se les hubieran aplicado, por eso también muchos “brincaron” a otros partidos que aceptan cualquier lacra con tal de ganar, a las pruebas me remito de lo que se publica diariamente de muchos actuales personajes en el poder.
Eso ya se les olvidó a los panistas yucatecos, que ahora van en “unidad” para escoger a sus consejeros y candidatos y sus campañas de afiliación son iguales que Morena, simplemente sumar números para que haya más compas apoyando al que los “metió” al partido.
Es una lástima que se haya perdido esa pulcritud democrática del PAN, era su gran diferenciador contra los partidos de hombres corruptos y desleales.
En la elección de consejeros del fin de semana pasada, vimos a ese PAN yucateco que presume “unidad”, ya no presume honestidad ni democracia, y después de Mauricio Vila en el gobierno que prefirió fugarse a Boston y no defender los intereses ciudadanos, tampoco puede presumir lealtad a sus principios como dictan sus estatutos y su propio himno partidista.
Lo único rescatable es la equidad de género, pero tampoco la inventaron los neopanistas, desde 1939 en su Asamblea Constitutiva en el Frontón México ya sumaban mujeres al partido, a pesar de que todavía no se reconocían sus derechos político-electorales y pasarían largos años antes de que ocurriera.
Hoy el panismo parece seguir siendo una “camarilla” que defiende sus intereses. Y Álvaro Cetina Puerto no se apega a los postulados panistas. Claro que tiene que abrir el partido a nueva gente porque los viejitos auténticos panistas se están yendo por la edad.
Y claro que si son las mismas caras en los puestos importantes del partido, no como dice Cetina Puerto, si son los mismos intereses de poder, pero por eso les va como le va, porque perdieron su esencia, cuando la recuperen, se modernicen e innoven como partido porque lo tienen que hacer, recuperarán por lo que lucharon Gómez Morín y González Luna.
No se equivoquen; y esos jóvenes que se integran al partido, lean la historia y comprendan porque existe el PAN para que lo defiendan en consecuencia y defiendan la democracia, corruptos siempre habrá, hay que identificarlos y expulsarlos o que se vayan a otros partidos y puedan ser gobernadores, alcaldes y diputados.
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