Libia a un año y las veleidades del combate al crimen Periódico Correo

“Lo que siempre estaré es a favor de la transparencia. Siempre he sido una mujer que se ha desempeñado en el servicio público con mucha honestidad y transparencia y que si algo he honrado es la confianza que la gente ha depositado en mi. Y aunque había aseveraciones que no eran precisas o que eran falsos, para mi lo más importante era a presentar datos claros, información certera y por eso es que solicité derecho de réplica a ambos medios. Yo siempre con la apertura de demostrar lo que se tenga que demostrar porque nuestro patrimonio lo hemos construido con mucha transparencia".

Libia Dennise García

La gobernadora y su postura frente a las imprecisiones de un reportaje sobre su patrimonio.

Libia a un año y las veleidades del combate al crimen

Libia Dennise García ha surfeado el primer año de su sexenio con dividendos favorables. Curiosamente, el balance positivo no se finca en el éxito de alguna de sus proyectos emblema diseñados para enmarcar la gestión de la primera gobernadora de Guanajuato. No la tarjeta rosa que es un buen proyecto pero con limitaciones presupuestales que le impiden avasallar y posicionarse como cualquiera de los federales.

Tampoco, su apuesta de “Tocando corazones” que pudo aplicar después de dolores de cabeza innecesarios, provocados por las novatadas de su equipo y exceso de confianza (y soberbia) de ella misma al lanzarse sin red de protección a encarar a grupos poderosos de interés económico

El único flanco notable con programa de manufactura propia que está logrando resultados efectivos y palpables es el de la reducción de la incidencia de homicidios dolosos.

La sacudida que dio la gobernadora al gabinete de seguridad ha resultado efectiva porque no solo cambio cabezas sino métodos. Resulta que un policía sin blasones espectaculares que procede de la policía federal rompió la histórica resistencia que ejercía Carlos Zamarripa como amo y señor de las políticas de seguridad y ferviente creyente del monopolio de la investigación solo para funcionarios bajo sus órdenes.

Juan Mauro González aplica el chip de las policías investigadoras y los resultados ahí están. La reducción de los homicidios dolosos se muestra en las estadísticas. Pero no hay margen de error. Su reto es bajar más la incidencia o en el peor de los casos mantenerla.

Los periodistas en Guanajuato nos la hemos pasado los últimos 8 o 9 años haciendo recuentos mensuales de víctimas de homicidios dolosos, comparativos anuales, piezas que refuerzan la presencia de Guanajuato en el top de la violencia nacional.

Hoy no se puede regatear reconocimiento a la reducción de la incidencia y la exigencia debe escalar. No puede ser de otra manera. El reto es a la baja de otros delitos que golpean a la gente común como la extorsión, el robo a transeúnte y el robo a vehículo. Este gobierno ya no se escuda en los pretextos del anterior que escurría la culpa a las policías municipales y a la Guardia Nacional.

Pero las exigencias se modifican y tienen que ampliarse. El ostión en la secretaría de Seguridad se está abriendo y eso incluye la transparencia en los resultados.

No va a la misma velocidad la Fiscalía General del Estado. Las víctimas de la violencia provocada por el crimen organizado también se cuentan en las fosas

clandestinas y la celeridad no es la misma para transparentar cifras. No es la misma oscuridad que reinaba en tiempos de Carlos Zamarripa pero Gerardo Vázquez Alatriste no puede ir a paso de tortuga. Menos, con desplantes que lo desgastan aceleradamente.

El protagonismo al que es aficionado tiene sus costos. El que se sube, se pasea. Demasiados roces en apenas un año de gestión. El horno no está para bollos y sus resultados no están todavía para subirse al ladrillo.

Bernardo León: el asesor de los millones y las evasivas

Hace 7 años, el michoacano Bernardo León Olea era el asesor en seguridad más cotizado en Guanajuato.

Trabajaba en León con la Mesa de Seguridad Ciudadana que estaba en su momento de mayor influencia en esa ciudad y además cobraba muy bien sus honorarios. Al mismo tiempo, León Olea tenía buena relación con el entonces secretario de Seguridad a nivel nacional y ahora gobernador de Sonora, Alfonso Durazo y trabajó algunos proyectos con la policía federal en materia del modelo de Justicia Cívica.

Y por si fuera poco, prestaba asesoría aunque no cobraba al Municipio de Irapuato y su alcalde Ricardo Ortiz. De hecho fue una infidencia del exedil irapuatense lo que puso a temblar en su momento a León Olea que tuvo que definirse por León.

Su cotización estaba tan alta que rechazó la invitación que le hizo el gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo para formar parte de su administración cuando estaba por arrancar el sexenio.

León Olea había aceptado en principio la invitación del entonces ejecutivo electo para formar parte del gabinete de seguridad, presumiblemente estaba destinado a la posición que luego ocupó Sophia Huett.

Pero si hubiera optado por ese destino, entonces habría sintonizado con Diego Sinhue pero no habría podido ser el asesor estrella de Héctor López Santillana para el segundo trienio y no hubiese cobrado como 3 ó 4 millones por los servicios de consultoría.

Habría estado en la burocracia estatal como vocero, tratando de justificar políticas públicas y subidas y bajadas, crisis y otras complejidades.

Bernardo León, activó un tema que fue motivo de pleito con el entonces poderoso fiscal Carlos Zamarripa Aguirre. León Olea era un partidario en Mesa de Seguridad de León para capacitar a policías municipales para recibir denuncias lo que no le gustó nada al Fiscal Carlos Zamarripa.

Hoy, en la gestión de Juan Muro González, la policía estatal cumple labores de investigación y los resultados son mejores. Ese fue uno de los puntos que más tensó la cuerda con el entonces presidente del Consejo Coordinador Empresarial, José Arturo Sánchez Castellanos quien abiertamente se peleó no solo con el Fiscal Carlos Zamarripoa sino con el secretario de Seguridad del Estado, Alvar Cabeza de Vaca.

MÁSCARA VS CABELLERA

Volvamos a la gobernadora Libia Dennise García que cerró su primer año con los haberes ya descritos e inesperadamente o sin proponérselo, pudo ganar un round que amenazaba con ponerla contra las cuerdas si no lo hubiese manejado con solvencia.

El tema: la publicación de un reportaje realizado por Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad que reprodujo el periódico am sobre presuntas inconsistencias en su declaración patrimonial en la adquisición de un predio y posterior construcción sobre el mismo que se asoció con otro en el que se habla una propiedad que por la misma zona tiene el exgobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo.

García Muñoz Ledo se ha distinguido a lo largo de su carrera política por ser una política frontal que no suele evadir ningún tema que se le pone enfrente aunque sea escabroso o incómodo en la escala de un gobernante común.

Aplicó la misma receta para responder en este caso. No dudó en reconocer un error en el reporte de uno de los montos del costo de su propiedad aunque en el origen ya había exhibido la cantidad correcta.

Puntualmente reviró los señalamientos y capitalizó sin aspavientos, la coyuntura que le obsequiaba la circunstancia de que apenas unos días antes, a través de la resolución de una autoridad judicial, el mismo medio se vio obligado a publicar una réplica de la exalcaldesa de León, Bárbara Botello.

Libia García pidió la réplica. En otras circunstancias, su versión no habría tenido la relevancia que tuvo en el espacio del medio. Quien iba a pensarlo. El efecto del logro de Botello abonó para que la gobernadora viera satisfecha su réplica a plenitud.

“La propiedad está al alcance de dos profesionistas como la gobernadora y su marido. Con el ahorro y una hipoteca no tienen problema para adquirir un patrimonio de esa naturaleza”, escribió Enrique Gómez Orozco, dueño del periódico, en un artículo editorial el miércoles.

La exoneración es irrelevante porque no la necesita la gobernadora pero es reveladora del momento que atraviesa un medio al que tanto le cuesta aceptar un error.

La titular del ejecutivo estatal debe calibrar el alcance y efectos de este episodio. Tendría que ser un referente para cada día de los que le quedan el ejercicio del poder. Confirmar los pantanosos terrenos que pisa y el desafiante entorno que le rodea.

La sombra de su antecesor le persigue y tendrá que aprender a manejar las circunstancias. Es un aviso a tiempo. Miguel Márquez y Diego Sinhue terminaron sus respectivos mandatos con señalamientos de presuntos actos irregulares. Ninguno de ellos tuvo un señalamiento mediático a un año de asumir el poder. Ahora sabe que no querrá verse en el banquillo de los acusados. El marcaje personal que le van a aplicar está cantado.

Su estilo personal de ejercer el poder entraña muchos riesgos. Es mucho más controladora que Diego Sinhue. Se fía mucho de su habilidad y elocuencia frente a cámaras y micrófonos. No cesa ni cesará su omnipresencia en redes sociales. El riesgo de resbalar sube exponencialmente. Ella lo asume y no cambiará.

Su sexenio recién comienza y Libia se empodera. Con la presidenta, con su gabinete, en su partido. Resolviendo con éxito publicaciones críticas. Pero ojo que no son superpoderes y la carrera que libra es de resistencia y no de velocidad.

LA DEL ESTRIBO…

El Verde está a un par de semanas de ungir a Virginia Magaña Fonseca como la nueva dirigente estatal del tucán y terminar así con la era de Sergio Contreras como jefe del partido. Cambio de época para un partido que nunca se ha mostrado como contrapeso en el Nuevo Comienzo.