¿Escuelas, espacios seguros? Sol Yucatán

• Manuel A., maestro en la secundaria 14 Pilar Victoria y Victoria del municipio de Peto, fue acusado de acoso sexual en 2024.
• Las adolescentes denunciaron que les ofrecía chocolates, regalaba dinero, las citaba en el estacionamiento y les pedía bailar.
• Fue separado de su cargo tras una protesta de madres y padres de familia. Aseguraron que generaciones fueron acosadas sexualmente, pero nadie escuchaba a los estudiantes.
• Contra el profesor se iniciaron tres carpetas de investigación en la FGE.
• De 2018 a febrero de 2025, la Secretaría de Educación del Gobierno del Estado de Yucatán (Segey) separó de su cargo a 64 personas señaladas por cometer delitos sexuales contra estudiantes.

Por Claudia V. Arriaga Durán.

Manuel A. era maestro en la secundaria número 14 Pilar Victoria y Victoria del municipio de Peto, Yucatán, pero fue separado del cargo en diciembre de 2024, tras ser acusado por presunto acoso sexual contra las estudiantes. Las madres y padres de las y los adolescentes protestaron para pedir su salida del plantel. Este caso es uno de los 64 que se registraron en una escuela de 2018 a febrero de 2025 en el estado.

Manuel fue sorprendido en las cámaras de vigilancia de la secundaria cuando le entregaba dinero a una alumna. Dicha práctica, según las estudiantes, era frecuente. La preocupación de las familias es que esto era un paso para ganarse la confianza de las menores y cometer otros delitos sexuales, no solo acoso.

Ya tenía acusaciones anteriores por acoso sexual contra mujeres estudiantes y malos tratos contra estudiantes hombres.

“Ya tenía muchos años que pasaba en la escuela, pero no se tomaba en cuenta, ni escuchaban a los alumnos. Años anteriores las y los padres habían hecho escritos, pero no pasó nada. El maestro estaba protegido por su hermana, que era subdirectora de la escuela en el turno vespertino”, declaró Alicia, cuya identidad real fue protegida por su seguridad y la de su hija, que aún es estudiante en la secundaria.

Los delitos sexuales que ocurren en las escuelas son considerados de difícil denuncia, ya que se trata de una relación de poder entre el maestro abusador, que es una figura de autoridad, contra las y los alumnos. Razón por la que existen herramientas para proteger a las y los alumnos víctimas en las escuelas públicas.

El Protocolo de Actuación ante situaciones de violencia detectadas o cometidas en contra de Niñas, Niños y Adolescentes (NNA) en los planteles escolares de educación básica del Estado de Yucatán, tiene por objetivo que las NNA puedan desarrollarse en un ambiente sano que les garantice la protección de su integridad y de sus derechos humanos.

El documento dicta las bases de lo que deben hacer las y los docentes, así como todo el personal de las escuelas públicas cuando detectan un caso de violencia sexual o cualquier otro tipo.

A través de una solicitud de información, la Secretaría de Educación del Gobierno del Estado de Yucatán (Segey) informó que ha activado 64 veces este protocolo por delitos sexuales contra estudiantes en escuelas.

Alicia señaló que el maestro Manuel A. tenía años acosando a generaciones de estudiantes de la secundaria #14 Pilar Victoria y Victoria, pero su hermana, Lolina Ayala, era subdirectora del turno vespertino, por lo que aseguró que estaba protegido y nada pasaba. Relató que fue gracias a una directora -que ya no está al frente- que se logró denunciar al docente y separarlo de su cargo.

“Ya tenía años pasando en la escuela, nunca había escuchado la voz de los alumnos. Había padres y madres que ya habían hecho un escrito para reportarlo. Pasaba que el maestro estaba protegido por su hermana Lolina Ayala. Se pudo hacer algo cuando ella se fue de licencia médica”, abundó Alicia.

Lamentó que el maestro ya tenía reportes y señalamientos y no pasaba nada. Las adolescentes ya habían manifestado que se sentían incómodas, que había miradas lascivas y acercamientos no adecuados. Del otro lado, con los estudiantes hombres, Manuel ejercía violencia: gritos, abusos verbales y menosprecio.

“Él también estaba como director en una primaria, ya tenía reportes y no pasaba nada. Nuestras hijas estaban en riesgo”, expuso.

Al profesor se le notificó que sería separado del cargo temporalmente en lo que se investigaban las declaraciones de las menores. No le importó y al día siguiente, el 3 de diciembre de 2024, llegó a la escuela secundaria. Amenazó a las alumnas y alumnos que, según él, lo acusaron.

Las madres y padres de familia fueron avisados de su presencia y fueron a la escuela para exigirle que se retire. No lo hizo y se enfrentó a las personas que exigían su salida del plantel. La policía tuvo que intervenir para sacarlo.

De la actuación del maestro Manuel A., personal de la Segey confirmó que ya tenían conocimiento de la situación, pues había firmado un compromiso de no llegar con aliento alcohólico a clases. Aun así, siguió frente al grupo y con acceso a menores de edad. Se habían tomado acuerdos entre la directora de ese momento (2024) y el supervisor, de darle sus días económicos para que se investigue.

Ana, otra persona cuyas hijas van a esa secundaria, reveló que Manuel se jactaba de ser el mejor maestro y que el día que fue a la escuela, aunque estaba suspendido, les pidió a las y los estudiantes escribir una carta en la que digan que es un buen maestro. Quería presentarla como prueba en la Segey.

“Manuel era un peligro para las estudiantes”, reiteró Anahí. Luego de que se diera a conocer que les regalaba dinero a las adolescentes, otras más confesaron que les pedía bailar, a otras les daba chocolates y unas más las citaba en el estacionamiento.

La directora de la escuela secundaria #14, Pilar Victoria y Victoria, apoyó la denuncia de tres estudiantes contra el profesor. Se iniciaron las carpetas de investigación GE/1110/2024, GE/1112/2024, GE/1113/2024 en la Fiscalía General del Estado (FGE) de Yucatán.

De 2018 a 2025, de las 64 personas que trabajaban en escuelas públicas y cometieron delitos sexuales, el 2019 fue el año en el que se reportó el mayor número de delitos sexuales con 25 casos. En la secundaria se registraron 16 presuntos delitos sexuales, en primaria 3, en preescolar 4, en media superior 1 y en media superior indígena 1.

El segundo año con más casos fue 2022 con 14 casos, ocho ocurrieron en secundaria y 2 en media superior indígena.

En otros números, la Segey reveló que en 2018 se reportaron cuatro presuntos delitos de índole sexual contra estudiantes. 5 en 2020, 0 en el 2021, 7 en el 2023, y hasta febrero de 2025, un solo caso en una escuela preescolar.

La denuncia contra el maestro Manuel A. por acoso sexual fue respaldada por la Red de Acompañamiento Yucatán (RAY), una asociación civil que trabaja para erradicar la violencia de género. En entrevista, la presidenta de la RAY, Milka Rodríguez, sostuvo que las adolescentes enfrentan muchos obstáculos para denunciar.

“Es una relación de poder y esto hace más difícil que las alumnas que son adolescentes puedan hablar para ejercer sus derechos. Existen herramientas para poder denunciar, sobre todo que está normalizado y aceptado culturalmente, no son casos aislados en Yucatán”, apuntó.

Ana insistió en que Manuel se aprovechaba de que había adolescentes de escasos recursos. A esas les daba dinero para, en sus palabras, “trabajarlas poco a poco”, reiteró la madre de una estudiante.

El profesor no fue despedido, la investigación continúa y, en tanto, lo enviaron al Centro de Desarrollo Educativo de la Secretaría de Educación del Gobierno del Estado de Yucatán (Segey) en Peto.

Trascendió que su hermana, Lolina, la subdirectora, está intentando que él regrese a dar clase frente al grupo de menores. Las mamás y papás de los adolescentes esperan que esto no ocurra y una respuesta clara de las autoridades educativas.

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