FBI detiene a presunto homicida de Charlie Kirk AF Medios
EEUU.- En un giro impactante que ha sacudido al país, el FBI confirmó la aprehensión de Tyler Robinson, un joven de 22 años que admitió haber asesinado al comentarista político Charlie Kirk. El homicidio, perpetrado el 10 de septiembre en Phoenix, Arizona, ha generado una oleada de reacciones en el ámbito político y mediático, mientras las autoridades detallan el perfil del presunto homicida, su entorno familiar y los pasos que llevaron a su arresto.
De acuerdo con fuentes federales, Robinson fue denunciado de manera voluntaria por un familiar directo después de confesar el asesinato en una charla privada. El FBI recibió la alerta el mismo día del crimen y, tras corroborar la información, procedió a su arresto en una vivienda ubicada en Flagstaff, Arizona, donde el joven se había escondido. La operación se efectuó sin resistencia, en coordinación con la policía local y bajo estrictos protocolos de seguridad.
Robinson, originario de Mesa, Arizona, residía solo en un pequeño departamento desde que abandonó la universidad en 2023. Se había inscrito en la Universidad Estatal de Arizona para estudiar Ciencias Políticas, pero fue suspendido por conductas violentas y publicaciones incendiarias en redes sociales. No estaba casado ni tenía hijos y, según expedientes médicos en poder del FBI, había sido diagnosticado con trastorno de personalidad antisocial, aunque nunca recibió atención clínica formal.
Sus padres, divorciados desde hace diez años, viven en distintas ciudades del estado. La madre, según allegados, intentó mantener contacto con él, pero lo describía como “aislado, irascible y obsesionado con figuras públicas conservadoras”. El padre, en contraste, se había desvinculado por completo.
En redes sociales, Robinson compartía mensajes que reflejaban una creciente hostilidad hacia líderes conservadores, entre ellos Kirk. En una carta hallada en su vivienda, escrita días antes del ataque, el joven afirmó: “La podredumbre disfrazada de patriotismo debe ser arrancada de raíz. No me arrepiento”.
El atentado ocurrió a las 19:42 horas del martes 10 de septiembre, cuando Charlie Kirk salía de un evento privado en el centro de convenciones de Phoenix. Robinson, armado con una pistola semiautomática adquirida de manera ilegal, disparó tres veces desde un vehículo estacionado. Kirk fue trasladado de urgencia al hospital St. Joseph’s, donde murió a las 20:15 horas a causa de heridas en el tórax y abdomen.
Testigos aseguraron haber visto al agresor escapar hacia el norte. Las cámaras de vigilancia ayudaron a rastrear el vehículo, lo que permitió su ubicación en Flagstaff. La investigación, que se resolvió en menos de 36 horas, fue calificada por el FBI como “una operación de alta prioridad nacional”.
Robinson enfrenta cargos federales por homicidio en primer grado, uso de arma de fuego en la comisión de un delito violento y terrorismo doméstico. El Departamento de Justicia informó que ya se presentó la acusación formal y que el joven permanece recluido en una prisión federal en Tucson, sin derecho a fianza.
El fiscal del distrito declaró en rueda de prensa: “Este crimen no solo arrebató la vida de una figura pública, sino que representa una amenaza directa a la libertad de expresión y al orden democrático”.
La familia de Kirk difundió un comunicado agradeciendo las muestras de apoyo y exigiendo que “la justicia se aplique con todo el peso de la ley”. Diversos líderes políticos han repudiado el asesinato, mientras crece la discusión sobre la radicalización juvenil y el acceso a armas de fuego.
La audiencia preliminar está fijada para el 20 de septiembre. Mientras tanto, el FBI continúa indagando si Robinson actuó de manera solitaria o si contó con el respaldo de algún grupo extremista.
