UG retrocede ante presión religiosa por “Iconoclasia” Periódico Correo

1.- UG retrocede ante presión religiosa por “Iconoclasia”

La Universidad de Guanajuato decidió retirar la exposición “Iconoclasia” de su Galería Jesús Gallardo, argumentando la necesidad de “resguardar la integridad de la comunidad universitaria y la armonía social”. La decisión refleja un hecho innegable: la institución cedió ante la presión de grupos católicos cuya inconformidad crecía. Entre quedar mal con sectores religiosos o con sus propios estudiantes, la UG eligió lo segundo.

El debate vuelve a colocar en el centro a la libertad de expresión frente a lo religioso. Las intervenciones de imágenes de Jesús crucificado no impiden el libre ejercicio de ningún credo, y se amparan en la libertad artística y de expresión. Aun así, la Arquidiócesis de León difundió un comunicado donde habló de una afrenta a “la dignidad de lo sagrado” y a los sentimientos de los fieles. Esa postura se multiplicó y elevó la presión. Conviene recordar que la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha establecido que la censura de obras artísticas es contraria a la libertad de expresión.

Tampoco es la primera vez que la UG retrocede. En 2022 ya había retirado una pieza que intervenía una imagen de la Virgen de Guadalupe. En ambos casos, la respuesta es la misma: sí, se trata de censura. Una institución pública debería sostener el derecho a la expresión artística incluso cuando incomode.

Ahora bien, también es necesario cuestionar el valor artístico de la exposición. ¿Aportaba un debate profundo sobre la exclusión? Difícilmente. Más bien se trató de un recurso repetido que, aunque legítimo, parece orientado a provocar polémica más que a abrir reflexión. Si ese era el objetivo del autor, lo consiguió. Pero una universidad está obligada a criterios de mayor rigor.

En ese punto la responsabilidad recae en el director de Extensión Cultural, Osvaldo Chávez Rodríguez. No previó riesgos, ni garantizó un espacio de mediación que acompañara la muestra, ni atendió las consecuencias. Estudiantes denunciaron haber recibido amenazas tras la inauguración y protestaron acusando censura, mientras respaldaban al autor. La omisión institucional deja claro que no hay una política cultural sólida en la UG.

El episodio exhibe la fragilidad institucional: entre la presión social y la defensa de la libertad académica, la balanza se inclina hacia la autocensura. Y quienes celebraron la decisión no fueron sectores moderados, sino grupos de ultraderecha como la plataforma Actívate, que proclamó el retiro como una victoria contra la “cristianofobia”, así de plano. Es la misma narrativa que respaldó la cancelación de la exposición “Del barrio, lógicas maricas” en Tlaxcala, acusando “ridiculización de símbolos sagrados”.

La UG se coloca así en un terreno peligroso: el de ceder a las presiones externas sin fortalecer sus propios criterios internos. Censura y vacío cultural se combinaron para dejar a los estudiantes más expuestos y a la institución más débil.

2.- PAN en Silao con falta de cuadros y liderazgo local

Lo que ocurre en el panismo de Silao es un síntoma claro del desinterés que existe al interior del partido por fortalecer sus estructuras. Con pocos votos, la presidenta Melanie Murillo Chávez logró recuperar el municipio frente al morenista Carlos García Villaseñor, que tan seguro estaba de su triunfo que ni presupuesto dejó para cerrar el año a la nueva administración.

Sin embargo, a pesar de gobernar hoy Silao, entre los militantes panistas no hubo mayor interés en dirigir el Comité Municipal del partido. El propio dirigente estatal, Aldo Márquez Becerra, se excusó señalando que se trata de “una friega” sin recibir pago. El planteamiento en realidad exhibe la falta de expectativa: parece que el PAN asume que en Silao no podrá sostener el gobierno. Y con los brazos caídos, menos.

Otro signo preocupante es la falta de respaldo hacia la alcaldesa Murillo Chávez. Ha enfrentado en solitario las disputas constantes en su cabildo, donde la oposición ha frenado decisiones, algunas por mero capricho, aunque otras también por la falta de diálogo de la alcaldesa, sobre todo al inicio de su gestión.

El desencanto es visible y lo señalan propios panistas, como el relegado Rolando Alcántar Rojas. Con cautela, señaló: “Tampoco creo que sea una debacle total, pero sí creo que hay que ser lo suficientemente autocríticos para entender que en un partido político lo más fuerte no es la administración de recursos, ni la administración de los cargos o los puestos, sino que se promueva la formación de ciudadanía para que avance la participación”.

El PAN en Silao gobierna, pero no se organiza. Y así, se ve frágil su permanencia.

3.- ONU exige acciones de Estado mexicano tras desaparición de José Juan Arias

El próximo 23 de septiembre el Estado mexicano deberá entregar un informe al Comité contra la Desaparición Forzada de la ONU. El caso que obliga a rendir cuentas es el de José Juan Arias Solís, un joven de 15 años desaparecido en Valle de Santiago. El 19 de junio fue visto por última vez: tras un cateo, se le subió a un vehículo de la Guardia Nacional. Desde entonces nada se sabe de él.

La Acción Urgente emitida al gobierno del estado exige iniciar de inmediato la búsqueda y una investigación exhaustiva e imparcial. El señalamiento no es menor, pues la Comisión Nacional de Búsqueda ha incurrido en omisiones. La instrucción es clara: las pesquisas deben incluir la hipótesis de desaparición forzada, dado el involucramiento de agentes de la Guardia Nacional y el Ejército. Los elementos que participaron en el operativo deben ser localizados y entrevistados.

Este jueves la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo aseguró que tanto la Secretaría de Gobernación como la Secretaría de la Defensa ya investigan el caso. Pero las declaraciones no borran la inquietud. En Guanajuato existen antecedentes dolorosos.

En 2017, Salvador Cárdenas Fuentes desapareció en Irapuato cuando iba a ver a su novia. Fue detenido por soldados y días después su cuerpo apareció. La investigación confirmó que su celular estuvo en instalaciones militares. Apenas en enero pasado la Sedena ofreció disculpas públicas a la familia.

El Comité de la ONU advierte que este tipo de casos no deben verse de manera aislada: “Ocurre en un contexto de profundización de la militarización de la seguridad pública (…) han consolidado un modelo de seguridad sin contrapesos civiles efectivos, y de amplio despliegue del poder militar, lo que genera un entorno de alto riesgo para los derechos humanos”.

Contra Retrato

Víctor Zanella Huerta

El diputado panista mantiene su oposición interna a la presidenta municipal de Irapuato, Lorena Alfaro García. Su distancia no es algo nuevo, pero brotó nuevamente con el arrendamiento de patrullas por 170 millones de pesos, adjudicado a una empresa con movimientos sospechosos en su objeto social apenas semanas antes de la licitación.

Primero exigió que la alcaldesa explicara las razones de la contratación; después, al conocerse el fallo, advirtió que aquello no sería “un cheque en blanco”. No fue un ataque frontal, pero sí un recordatorio de que hay fisuras dentro del panismo irapuatense. Y en este caso, las observaciones tuvieron sustento.

Zanella no se maneja con descortesía, pero sí con cálculo político. Es parte del grupo del tres veces alcalde Ricardo Ortiz Gutiérrez —aunque busque distanciarse de su sombra— y en la contienda interna pasada ya aparecía como aspirante natural a la presidencia municipal. La apuesta es la presencia crítica rumbo al 2027, una especie de “no somos de los mismos”.

El próximo capítulo se jugará en la renovación del comité municipal. Ortiz y Zanella apoyan a Bertha Muñoz Barroso, una figura cuestionada por acusaciones de violaciones a derechos humanos de policías hace más de una década. En el otro bando, el equipo de Alfaro impulsa a Rocío Jiménez Chávez, que tuvo que dejar la Dirección Desarrollo Social para buscar la dirigencia municipal en favor de la jefa, ¿premio o castigo?

Primera batalla con proyección a mediano plazo. La presidenta perfila a su hermana Valeria Alfaro García como candidata hacia 2027; Zanella, por su parte, considera que ya se la deben. El choque de grupos se vuelve inevitable. En Irapuato no habrá contienda tersa: el panismo local llega dividido y el desenlace marcará no solo a su dirigencia, sino a la sucesión municipal, si es que mantienen la plaza.