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Andy S. K. Brown*

Cerco de protección a “Andy”

Sonrisa temporal en la Defensa

Inicia segundo año narcoguerra

Claudia Sheinbaum y los burócratas de la más alta jerarquía operan para proteger a López Obrador, pero sobre todo a su vástago “Andy” de los coletazos que, a querer o no, dará el monstruoso huachicol fiscal.

El que debe preocupar más a la 4T es la conexión “Andy” López – huachicol fiscal. Porque si alguien manda en Aduanas es el hijo de AMLO, toda vez que su protegido Antonio Martínez Dagnino es el titular del SAT, del cual depende la Agencia de Aduanas que está a cargo de su “tío” Rafael Marín Mollinedo.

Hasta #LordRelojes ha estado al servicio del llamado “junior del Bienestar”.

Por eso hay que proteger a “Andy”. La operación pareciera tener dos frentes. Uno estrictamente exculpatorio del ex secretario de Marina –extrañamente ascendido en 2018 de la secretaría particular del titular al máximo cargo de la dependencia–, en afán de ocultar que no se mandaba solo, sino que siempre ha tenido un comandante supremo, AMLO, mismo que habría permitido y quizá hasta alentado a su hijo a participar y a hacer crecer el turbio negocio de la importación de combustibles sin el pago de impuestos correspondientes. ¡Un asalto a la nación!

El otro frente sería criminal, pues constaría de la orquestada eliminación de varios de los participantes en la trama: Desde Sergio Carmona –ligado a Américo Villarreal, Rubén Rocha, Mario Delgado y las pandillas de éstos–, a quien mataron en Nuevo León, hasta el “suicidado por otras razones” (sic), capitán Abraham Jeremías Pérez Ramírez, hace dos días apenas en Altamira, Tamaulipas.

Son muchos y muy largos los tentáculos del huachicol. Llegan a todos los puertos de entrada al país, ya sean marítimos o terrestres. Y en esos puntos hay aduanas que, se supone, deberían encargarse de captar recursos para el erario, no para los bolsillos de una mafia color guinda o, como es el caso, azul marino, que –como dicen en los discursos– ha traicionado la confianza del pueblo de México.

Lo peor es que los marinos cooptados fueron chamaqueados. Debieron haber recibido por lo menos 2.8 millones de dólares, ya que el buque incautado traía 20 mil litros de combustible. Y sólo recibieron migajas, pues el resto se lo habrían quedado AMLO, “Andy” y sus demás compinches, ahora protegidos por Sheinbaum, Omar García, Alejandro Gertz, burócratas de alta jerarquía.

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Difícil ocultar la sonrisa que los altos mandos de la ahora bautizada Defensa lucen desde el fin de semana. Comentan, incluso, que esa fue la razón por la que el titular, Trevilla, no se presentó a la dominical conferencia de prensa empleada para defender a Ojeda, el anterior encargado de la Armada: Que al general secretario no se le quitaba de los labios la expresión de alegría.

Porque el hecho de que AMLO, sus hijos y varios otros juniors de la grilla hayan provocado que la Marina Armada encallara en la pudrición huachicolera le da puntos favorables al Ejército no sólo ante la presidente formal Sheinbaum, sobre todo con los vecinos del Norte que tenían a los uniformados de azul como sus hombres de confianza.

Pero la sonrisa puede ser temporal, fácil de borrar, pues si los gabachos siguen presionando en el tema aduanero –como lo han hecho hasta ahora– irremediablemente llegarán al general de división en retiro André Georges Foullon, titular de la Agencia Nacional de Aduanas de México, designado en junio de 2023.

En ese cargo sorteó varias acusaciones de posibles actos corruptos, alguno de ellos, por ejemplo, haber adjudicado 562 millones de pesos a una empresa que colocaba stands para convenciones, organizaba bodas y otros eventos sociales uno de los centros de datos más importantes, que incluye la seguridad de la información aduanera.

Otra: ensayos de nuevos protocolos y la improvisación del personal militar. Que provocaban intermitencias prolongadas del servicio cada vez más frecuentes y, claro, aprovechables por los contrabandistas de todo tipo de mercancías.

Lo peor fue, empero, la intromisión de su hija Diana Foullon, experta en comercio exterior y conocida como ‘Lady D’, de quien se ha dicho que podría estar en la mira de agencias estadounidenses por presunto involucramiento en el tráfico de hidrocarburos.

Empresarios de Matamoros han denunciado extorsiones a manos del Cartel del Golfo, ligados a ‘Lady D’ y su socio, Arnold Tamé, un empresario huachicolero de San Luis Potosí. Este esquema de control y extorsión en la frontera habría permitido a Foullon y Tamé mantener el flujo de combustibles de contrabando y ejercer poder sobre los empresarios locales que desean operar sin complicaciones en la zona.

Si se llega al fondo, repito, la sonrisa de los generales podría transformarse en mueca de dolor.

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Previo al próximo 9 de septiembre de 2026 habrá otra marcha de la sociedad culiacanense en abierta exigencia de seguridad personal y jurídica frente a la narcoguerra que ya durante dos seguirán librando las ya para entonces muchas más facciones del Cártel de Sinaloa.

El apuntalado Rubén Rocha seguirá dando en sus “semaneras” dulces versiones de la tranquilidad que se disfruta en la entidad del Pacífico.

Para entonces, la presidente formal Claudia Sheinbaum anunciará que el gabinete de seguridad acudirá completito a Culiacán para caminar por sus calles en medio de un discreto operativo de seguridad desplegado por los 47 mil efectivos de las fuerzas federales que, a duras penas, logran esquivar las balas que, como los delincuentes, cruzan frente a sus narices.

Inició el segundo año de narcoguerra en Sinaloa. ¿Habrá un tercero, un cuarto… todo el sexenio?

@AndySKBrown1

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