Un grupo de ultranacionalistas chinos ha provocado la censura en tiempo real de uno de los juegos más potentes del año, lo que sienta un peligroso precedente 3d Juegos

Un grupo de ultranacionalistas chinos ha provocado la censura en tiempo real de uno de los juegos más potentes del año, lo que sienta un peligroso precedente. Noticias en tiempo real 30 de Agosto, 2025 22:05

Antes de empezar, quiero señalar que toda esta historia me parece deprimente.
Suelo llevar un ritmo tan intenso de lanzamientos, que muy pocas veces tengo la flexibilidad necesaria para detenerme en un juego concreto.
Sin embargo, el pasado mes de julio me permití el lujo de invertir 70 horas en jugar varias veces a Wuchang: Fallen Feathers para exprimirlo al máximo y obtener el platino.
Me pareció un juego fascinante a pesar de su letanía de frustraciones y creo sinceramente que la crítica internacional fue excesivamente dura con él.
{"videoId":"x9neky2","autoplay":true,"title":"ESTE es el SOULSLIKE que TIENES que JUGAR este año - ANÁLISIS de WUCHANG: FALLEN FEATHERS", "tag":"Wuchang", "duration":"694"} Con una serie de cambios que el estudio se apresuró en implementar, pensaba que el juego acabaría encontrando su espacio, que cultivaría una comunidad como otros títulos que parecieron surgir de la nada.
Sin embargo, no ha sido así.
Como si se tratara de un sketch de Buster Keaton, los desarrolladores no han parado de tropezar llevados por el ejercicio de ansiedad más salvaje que recuerdo, haciendo un desaguisado tremendo de lo que tenía que haber sido un hito memorable para el desarrollo chino.
El parche de la discordiaWuchang; Fallen Feathers, en líneas generales, ha sufrido de dos percances.
El primero, sin duda, es el que concierne al rendimiento del juego en PC, el enésimo ejemplo de Unreal Engine 5 poco optimizado para la gran mayoría de jugadores.
Al haberlo jugado en PlayStation 5 Pro antes del lanzamiento, he de decir que no me topé con muchos problemas en este apartado.
El segundo tiene que ver con el propio ritmo del juego.
Wuchang se maneja con cierta lentitud.
En concreto, las animaciones de cura y de levantarse tras ser derribados eran agónicas.
Quiero recalcar que el juego era perfectamente superable con esos tiempos prolongados (y así lo hice antes de su puesta de largo oficial), pero es cierto que los errores se castigaban con un rigor excesivo y podían hacernos descarrilar un duelo muy solvente por un error nimio.
Todos los parches han ido ajustando cosas, pero con la llegada del 1.
5, el tema de estas animaciones concretas quedaba por zanjado.
Si tan solo se hubieran quedado en eso.
… Con estos cambios, la realidad es que han destrozado por completo la temática subyacente en toda la aventura De manera subrepticia, Leenzee Games introdujo otra serie de cambios que nada tenían que ver con las legítimas críticas a las mecánicas jugables o al rendimiento técnico.
En las notas del parche, los explicaron como cambios a los diálogos y al comportamiento de algunos NPC para refinar el argumento.
La realidad es que han destrozado por completo la temática subyacente en toda la aventura: la impermanencia de todos los esfuerzos humanos y la futilidad de oponerse a los designios naturales y las corrientes de la historia.
En la superficie, puede parecer un cambio menor.
Varios de los jefes relacionados con la dinastía Ming, una vez derrotados, en vez de morir de manera dramática, quedan exhaustos y te recompensan con un breve diálogo sobre cómo has superado una prueba o alguna tontería por el estilo.
Los soldados Ming, de la misma forma, en vez de ser una presencia temible en los niveles, ahora son aliados que básicamente despejan la zona de enemigos para hacerla más transitable.
Los campesinos también son invencibles.
En 3D Juegos Que un juego como Wuchang cueste 50 euros, ¿deja en evidencia a otras grandes producciones? Puede que el juego no haya cambiado mucho en su constitución jugable (aunque también discrepo de eso), pero lo que sí ha hecho es echar por tierra su mensaje.
Wuchang cuenta una historia muy concreta que, como muchos otros soulslike, no es tan evidente ni tan fácil de comprender en un primer momento, pero que con el tiempo se revela como una epopeya  ambiciosa con múltiples capas de lectura.
En el confucionismo y la tradición oriental, la búsqueda de la inmortalidad es una constante, ya sea a través de la cultivación o a través de otros métodos más profanos.
Wuchang está obsesionada con resucitar a su hermana, Bai Yu, y se topa con una ristra de personajes con las mismas intenciones, ya sea por puro sentimentalismo o con marcados intereses político-militares.
El juego tiene cuatro finales.
Dos son nefastos, uno implica huir de la realidad y el verdadero es el que libera a Wuchang de su obstinamiento, permitiéndole mirar hacia delante y construir una vida nueva con quienes le han acompañado en la odisea.
Nacionalismo desbocado¿Qué puede haber llevado a un estudio que ha estado preparando cuidadosamente la temática de su juego durante años a arruinarlo en unas pocas semanas? ¿Qué clase de locura destructiva les ha poseído? El caso es paradigmático porque es una realidad a la que no nos solemos enfrentar en Occidente.
La censura en tiempo real motivada por un grupo de presión organizado.
En China los denominan netizens, activistas online con mucho tiempo disponible, una virulencia inusitada y, sobre todo, un poder exagerado.
Leenzee Games ha tenido la mala suerte de caer en el radar de estos ultranacionalistas trasnochados que han agitado las aguas de tal manera que les ha embargado el terror.
Todos sabemos que China no es una sociedad libre donde se puedan disfrutar de los mismos estándares de libertad de expresión a los que estamos acostumbrados, pero lo curioso del asunto es que el gobierno ni siquiera se ha molestado en intervenir.
La mera amenaza de estos netizens de llevar su caso a instancias superiores ha bastado para que Leenzee se haya puesto la pistola en la sien y haya apretado el gatillo.
No soy ningún experto en historia o sociología china, pero no es necesario tener un doctorado para intuir lo que ha pasado aquí.
Wuchang: Fallen Feathers está ambientado durante los estertores de la dinastía Ming y el auge de la dinastía Quing, que reinó hasta el siglo XX, cuando el sistema imperial fue abolido.
La dinastía Ming representa a la etnia Han, la etnia mayoritaria de China (a la que pertenece más del 90% de la población) y la base cultural sobre la que el Partido Comunista Chino lleva asentándose durante décadas, imponiéndola a la fuerza si es necesario para conseguir una homogeneización absoluta de un país de casi diez millones de kilómetros cuadrados.
Poner a las figuras militares más destacadas de esta dinastía como enemigos a batir, a pesar de enraizarse en la más pura fantasía histórica, es una proposición arriesgada en el panorama actual de libertades bajo el mandato de Xi Jinping.
Lo más demencial de toda esta historia es que Wuchang: Fallen Feathers ni siquiera se ha lanzado oficialmente en el país El Partido Comunista Chino se ha erigido en la dinastía final de la milenaria historia china, como el Lord Legislador de Nacidos de la Bruma.
No hay nada más allá.
El colapso de la dinastía Ming, la reflexión sosegada sobre el concepto de impermanencia, la mutación grotesca de iconos del pasado a los que se impide morir, la traición última de los líderes morales, la corrupción que surge de las profundidades del sistema, la enfermedad que se propaga sin control… Aquí subyace una narrativa entera que podemos interpretar como incómoda para los poderes fácticos del país.
¿Pero de qué sirve el arte si nunca se arriesga a incomodar al poder político, económico o social? Lo más demencial de toda esta historia es que Wuchang: Fallen Feathers ni siquiera se ha lanzado oficialmente en el país, sino que opera (como la mayoría de juegos que tratan de hacer algo interesante) en un mercado gris que es tolerado por las autoridades.
Es muy probable que muchos de estos netizens que han puesto el grito en el cielo ni siquiera lo hayan jugado, pero eso no ha impedido que se los hayan puesto de corbata al estudio, que se ha movido con una rapidez inusitada para destrozar el planteamiento temático y argumental de su juego.
Y lo verdaderamente peligroso de todo esto es que, teniendo la opción de lanzar una versión censurada para consumo interno y una versión incólume para la audiencia internacional, han optado por trasladarnos a todos a su distopía particular.
Gracias al formato físico, podemos preservar el mensaje original de la obra (aunque con esa letanía de frustraciones jugables), pero para la gran mayoría de jugadores, el juego ha quedado seriamente dañado, ultrajado en su misma razón de ser.
Canario en la minaHabrá jugadores a los que todo esto no les importe ni lo más mínimo y piensen que los que estamos preocupados por estas tácticas estamos exagerando.
Habrá nostálgicos de regímenes autoritarios a los que esta imposición de una supuesta voluntad popular les parezca digna de aplaudir.
Habrá despistados que piensen que mientras Wuchang siga enseñando sus atributos, su pedigrí como estandarte antiwoke permanecerá incólume.
Personalmente, creo que este es el canario en la mina y que ante la avalancha de juegos chinos que se nos viene encima (la mayoría lucen increíbles, todo hay que decirlo), que los estudios sean proactivos a la hora de implementar los intereses propagandísticos de una minoría radical que se alinea con el gobierno me parece una posibilidad espeluznante.
Esto, sumando al fiasco de los procesadores de pago en Steam (campaña orquestada por un grupo de fanáticos religiosos australianos disfrazados de colectivo feminista), supone la mayor amenaza al medio en décadas.
Desde los años noventa, con las controversias generadas por el auge de juegos violentos, la censura no había asomado su repugnante rostro de manera tan audaz.
Para terminar, solo quiero sacar a colación un escenario.
Cuando salió el año pasado, Dragon Age: The Veilguard fue duramente criticado la presencia de un personaje no binario, sus diálogos y, sobre todo, una escena bochornosa de virtue signalling.
Sin embargo, a nadie se le ocurrió presionar a EA para que parcheara el juego y retirara ese contenido.
Es decir, supongo que en algún rincón de Internet hay una petición semejante, pero nadie le dio tracción y la publisher, a pesar de perder dinero con el juego, no estimó tomar ninguna medida.
Para bien o para mal, todos sabíamos que eso era lo que Bioware quería hacer y que tenía derecho a hacerlo, por mucho que no fuera bien recibido.
Si esta forma de proceder de los chinos se acaba imponiendo, quizá el día de mañana nos encontramos con una industria irreconocible.
En 3DJuegos | La madre de Grace Ashcroft es más importante de lo que crees en Resident Evil 9, y Capcom habla del esperadísimo regreso al "escenario original" de la sagaEn 3DJuegos | Ningún otro juego de estrategia ha ofrecido tanto antes.
Transport Fever 3 nos ha impresionado con sus más de 30 tipos de industrias que gestionar en 200 años de Historia (function() { window.
_JS_MODULES = window.
_JS_MODULES || {}; var headElement = document.
getElementsByTagName("head")[0]; if (_JS_MODULES.
instagram) { var instagramScript = document.
createElement("script"); instagramScript.
src = "https://platform.
instagram.
com/en_US/embeds.
js"; instagramScript.
async = true; instagramScript.
defer = true; headElement.
appendChild(instagramScript); } })(); - La noticia Un grupo de ultranacionalistas chinos ha provocado la censura en tiempo real de uno de los juegos más potentes del año, lo que sienta un peligroso precedente fue publicada originalmente en 3DJuegos por Borja Vaz .


Compartir en:
   

 

 

404 Not Found

Not Found

The requested URL was not found on this server.


Apache/2.4.41 (Ubuntu) Server at lado.mx Port 443

La información agregada y la responsabilidad de esta, pertenece a los sitios que lo publican. Lado.mx solo se encarga de publicarla.