Soldados secuestrados en Guaviare fueron ‘acorralados’ con drones: tuvieron que refugiarse bajo los árboles, según inteligencia militar Infobae
Varios drones cargados con explosivos sobrevolaron el área de retención de los 34 militares secuestrados en la vereda Nueva York, municipio de El Retorno, Guaviare, intensificando el asedio a los uniformados.
Según confirmaron fuentes militares a El Colombiano, la situación persiste desde hace dos días, con los militares rodeados por una multitud que obstaculizó su movimiento y puso en serio peligro sus vidas.
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Esta amenaza incrementa la presión sobre un suboficial, dos suboficiales y 31 soldados profesionales del Comando Conjunto de Operaciones Especiales de las Fuerzas Militares (Ccoes), quienes permanecen retenidos desde el pasado 24 de agosto.
Cuentas las investigaciones preliminares que los soldados fueron amedrentados con la presencia de los dispositivos no tripulados, aprovechando el espacio abierto en el que mantienen los uniformados.
Fuentes de inteligencia militar aseguraron al diario nacional que los drones estarían cargados con artefactos explosivos, lo que motivó a los soldados a pedir a la comunidad que los mantiene retenidos que los dejaran resguardarse bajo las cúpulas de los árboles ante cualquier ataque aéreo.
“El martes hubo una amenaza de drones sobre los soldados secuestrados, quienes estaban en una zona a cielo abierto. La gente les impedía moverse de ahí, pero los soldados les advirtieron que ellos también correrían peligro si los drones soltaban las granadas, entonces la gente los dejó moverse hacia unos árboles, para ponerse a resguardo”, señaló la fuente a El Colombiano.
De acuerdo con reportes de inteligencia, los hechos se precipitaron después de que el domingo pasado los uniformados ejecutaron un asalto al campamento del Estado Mayor Central (EMC) de las Farc en la vereda Nueva York.
Durante esa operación, murieron diez presuntos disidentes, incluido el cabecilla Willinton Vanegas Leyva, alias Dúmar. El aislamiento geográfico y condiciones climáticas difíciles impidieron la evacuación inmediata de las tropas y los cuerpos, por lo que se requirieron más de 24 horas para completar el retiro —lapso durante el cual las disidencias organizaron un contraataque.
Las autoridades informaron que Jhon Wilmer Ulcué Trochez, conocido como “Jimmy Parra” o “Jimmy Martínez”, comandante del Frente 44 del EMC, instó a la comunidad local a responder colectivamente en defensa de sus requerimientos, provocando una asonada el lunes por la tarde contra los militares.
La multitud —unas seiscientas personas, según las estimaciones— rodeó y retuvo a los uniformados bajo gritos y exigencias, en particular reclamando la entrega de los cuerpos de los muertos, argumentando que entre ellos había campesinos de la zona.
Según los informes de inteligencias obtenidos por el diario nacional, un teniente fue separado del grupo y sometido a interrogatorio en una vivienda; allí, informó que los cuerpos ya habían sido trasladados a una morgue en San José del Guaviare, capital departamental.
Los uniformados llevan ya dos días bajo el poder de la multitud, mientras distintas agencias de Derechos Humanos, como la Defensoría del Pueblo, buscan intermediar para su liberación.
El miércoles 27 de agosto por la mañana, altos mandos de las Fuerzas Militares se desplazaron hasta la región con el objetivo de liderar directamente la respuesta ante la crisis.
Entretanto, hay revuelo en El Retiro después de que el alcalde del municipio, Jhonny Jaiber Casanova López, declarara que la retención de los uniformados no puede ser catalogado como un secuestro, pese a las alertas del Ministerio de Defensa.
“Tengo las evidencias, tengo los videos donde el ejército está con sus respectivos fusiles hablando con la comunidad, en ningún momento se ha maltratado”, insistió el alcalde Johnny Casanova en diálogo con La W.
Según el mandatario local, lo que sucede en la zona es un reclamo por parte de la comunidad ante la muerte de un presunto civil perteneciente a la comunidad, por lo que han pedido una comisión especial para esclarecer las circunstancias del deceso.
“Para mí no es un secuestro. En los videos se ve a los soldados dialogando con la comunidad, secuestro fuera que los tuvieran en otra condición”, señaló el alcalde
