Una argentina que vive en España explica los motivos por los que hay una buena calidad de vida: “Es muy seguro” Infobae
Hace seis meses, Cata Gigena dejó su Argentina natal para comenzar una nueva etapa en Valencia, España. Con una comunidad de más de 17.000 seguidores en redes sociales, Cata utiliza sus plataformas para hablar de su día a día, temas jurídicos, recetas, viajes y reflexiones sobre el proceso de emigrar. En uno de sus videos más recientes, aborda un concepto que para muchos migrantes es clave: la “calidad de vida”.
Para ella, este término no se reduce a cifras económicas ni a un estatus social concreto. Está vinculado a la tranquilidad, el equilibrio personal y la posibilidad de disfrutar de aspectos sencillos de la vida que antes estaban limitados por la rutina o la inseguridad. Vivir en Valencia le ha permitido reconectar con pequeños placeres, desde pasear con su mascota por calles seguras hasta planificar su tiempo sin la presión constante del estrés.
Retos y realidades del emigrante
Aun así, Cata no idealiza el proceso de emigrar. Reconoce que, si bien ha ganado en bienestar emocional y estabilidad, el camino implica retos importantes. El principal obstáculo que menciona, y que también aparece entre los comentarios de sus seguidores, es la vivienda. En ciudades como Valencia, el precio de los alquileres puede consumir entre un 60% y un 70% del salario, obligando a muchas personas a compartir piso o buscar opciones fuera del centro urbano.
Un usuario le comentó que en pueblos de comarcas cercanas, como La Costera o la Vall d’Albaida, los alquileres pueden llegar a costar la mitad, lo que abre la puerta a alternativas más asequibles para quienes están dispuestos a vivir en zonas menos céntricas. Esta interacción refleja una de las ventajas de las redes sociales: la posibilidad de intercambiar información práctica y experiencias reales que ayudan a otros a tomar decisiones más informadas.
Cata también menciona que adaptarse a una nueva cultura requiere paciencia. Aunque comparte idioma con la mayoría de los españoles, hay diferencias en costumbres, horarios y formas de relacionarse que suponen un aprendizaje continuo. Para quienes están pensando en emigrar, recomienda investigar no solo el coste de vida y las oportunidades laborales, sino también aspectos culturales y sociales que influyen directamente en la integración.
Un cambio de perspectiva
En su reflexión, Cata subraya que su concepto de calidad de vida se ha transformado desde que llegó a España. En Argentina, la inseguridad, la inflación y la inestabilidad política condicionaban gran parte de su día a día. Ahora, aunque no todo es perfecto, siente que puede planificar a largo plazo y disfrutar de una sensación de seguridad que antes no tenía.
Los comentarios de sus seguidores refuerzan esta visión. Algunos le desean éxito en su nueva vida, mientras otros aprovechan para pedir más detalles sobre los pros y contras de vivir en España. La conversación que genera su contenido trasciende lo personal y se convierte en un punto de encuentro para quienes están considerando dar un paso similar.
Cata reconoce que la calidad de vida es un concepto subjetivo y que lo que para ella es una mejora puede no serlo para otros. No obstante, su experiencia pone sobre la mesa la importancia de buscar un equilibrio entre ingresos, gastos, bienestar emocional y entorno social. Más allá de los desafíos, su mensaje principal es claro: emigrar no es una solución mágica, pero puede ser el inicio de una vida más alineada con las prioridades y valores de cada persona.
