¿Cuántas veces se tiene que bañar un adulto mayor? El Imparcial
Durante años se ha promovido la idea de que bañarse diariamente es una práctica esencial de higiene. No obstante, instituciones como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Universidad de Harvard advierten que esta costumbre podría no ser adecuada para todos, especialmente en el caso de los adultos mayores.
De acuerdo con un reporte citado por El Heraldo, al envejecer, la piel se vuelve más delgada, frágil y menos flexible. Estos cambios hacen que los baños diarios puedan resultar contraproducentes, ya que el exceso de limpieza puede eliminar aceites naturales que protegen la piel, favoreciendo la resequedad e incluso irritaciones.
¿Cuántos días tiene que bañarse una persona mayor?
Especialistas de la UNAM y de la OMS recomiendan que las personas mayores se bañen únicamente de dos a tres veces por semana. Esta pauta también es respaldada por el doctor Robert H. Shmerling, editor principal de publicaciones médicas en Harvard, quien explica que el baño diario responde más a normas culturales que a necesidades médicas reales, y sugiere duchas breves cada tercer día.
Estas recomendaciones no implican descuidar la higiene personal. Según los expertos, es importante complementar el cuidado con otras prácticas, como el aseo con toallas húmedas, el cambio frecuente de ropa interior y el lavado de zonas específicas como axilas e ingles.
Ariel Vilchis Reyes, académico del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la UNAM, añadió que la frecuencia del baño también debe considerar el clima, la actividad física y las condiciones biológicas de cada persona. Por ejemplo, en climas calurosos o tras realizar ejercicio físico, es posible bañarse más seguido, siempre y cuando se utilicen productos adecuados y se eviten duchas prolongadas.
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Esto es lo que debe de durar un baño
Respecto a la duración del baño, Harvard sugiere limitarlo a entre 3 y 4 minutos, enfocándose principalmente en zonas con mayor sudoración. Así, se conserva la barrera natural de la piel sin comprometer la limpieza corporal.
