Jordi Soler y Joan Manuel Serrat crean entre versos, amistad y vino blanco Excelsior

Virginia Bautista“La canción tiene mucha investigación y lírica, locura e imaginería”, comenta el escritor mexicano Jordi Soler (1963) sobre la pieza que escribió a cuatro manos con el cantautor catalán Joan Manuel Serrat (1943), la cual ya está terminada pero falta afinarla y ponerle música.
“Mi relación con él nace del gusto por la obra del otro.
Es una amistad cristalina, honesta.
No hay más intención que hacer una cosa juntos y divertirnos”, afirma el narrador en entrevista.
Cuenta que todo empezó con el correo electrónico que Serrat le envió el 12 de febrero de 2021.
Después se encontraron en persona y le propuso que crearan una canción inspirada en un pájaro imaginario de nombre kilométrico, el xirimiticuaticolorodícuaro, que Soler crea en su novela Ese príncipe que fui.
Los encuentros con el Premio Princesa de Asturias de las Artes 2024 en Barcelona, el proceso creativo de la canción y la forma en que se consolidó su amistad con uno de los artistas que más admira, despertaron en Soler el deseo de escribir el libro Y uno se cree (Alfaguara).
“Fue una experiencia fantástica, porque me permitió crear y convivir con el cantante Alfa de la lengua española.
Este paréntesis creativo es un antes y un después para mí”, admite el también poeta.
“Trabajamos primero intercambiando ideas por teléfono y por correo, por la pandemia; y después nos encontramos en restaurantes.
La parte más gozosa del proceso creativo fue cuando íbamos escribiendo los versos ante manteles blancos, un plato de crustáceos y vino blanco fresco”, recuerda.
“Es la primera vez que trabajo a cuatro manos, lo que significó un gran reto.
Pero las dificultades en mi oficio son lo que más me estimula.
Cuando un texto no ofrece dificultades, deja de interesarme”, señala.
El ensayista, quien vive en Barcelona desde hace dos décadas, agrega que “el único hilo de continuidad es la amistad y la canción.
Somos amigos.
Trabajamos con la misma facilidad con la que conversamos y convivimos”.
La canción concebida en español, entre conversaciones en catalán, cuyo título oscila entre Un manto de plumas o La reina de la selva, habla de pájaros y de la naturaleza.
“Salió la historia de una reina de la selva que va caminando con un manto de pájaros para cobijarse del frío”, dice.
Soler especifica que anotó los detalles de sus encuentros con Serrat en una de las libretas que siempre lleva consigo: los versos, el contexto, los días, los comentarios, los temas, todo quedó resguardado para, cuatro años después, cobrar vida en este libromultigenérico, que incluye ensayo, memoria y crónica.
Soler adelanta que tiene varios libros terminados: el próximo año se publicará una novela que narra la historia de una célula guerrillera en la Ciudad de México en el siglo XXI.
Y dos libros de ensayo.
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