Narrativas sonoras; rescate y divulgación de compositores hidrocálidos. Una contribución al patrimonio musical de nuestra entidad Heraldo de Aguascalientes
Por: ARTURO JAVIER REYES BARBA.
En la Infoteca Dr. Alfonso Pérez Romo de la UAA, el pasado 22 de febrero dentro de la programación de “Elikón”, espacio universitario de reflexión cultural, en done también participó “Polifonía Universitaria” en la difusión del evento, la agrupación de música de cámara “Tridacor” interpretó un repertorio de piezas musicales que el Mtro. Saúl Robles adapto y seleccionó del archivo musical del Prof. J. Gpe. Robles Guel. En este recital musical fueron presentadas composiciones póstumas en su mayoría, también de compositores hidrocálidos aún vivos incluidas las del mismo Saúl Robles, Alfredo Pérez de la Torre y de un servidor. Como integrante de “Tridacor” me gustaría compartir con ustedes algunos datos y reflexiones.
En esta fuente de música escrita, se resguardaron por algún tiempo composiciones que nos evocan otros tiempos, además de sus particulares maneras de verter en una partitura su sensibilidad a través de encantadoras líneas melódicas. Cito a continuación algunas de ellas: Del autor Antonio Ruiz Esparza, la pieza “Campesina”. Danza escrita aproximadamente en los años veinte del siglo pasado, nos remite aquellos entornos provincianos con un muy buen gusto musical y una buena disposición hacia la vida. También se interpretó la pieza musical de Jorge A.Westrup.“Melodía”. Esta partitura es un auténtico “Lulaby” o canción de cuna escrita en 1980 dedicada al Prof. J. Gpe. Robles. Al avanzar en la charla, interpretamos “Ascuario”, Vals escrito en 1971, del autor Héctor Arenas. Inspirado en un poema que lleva el mismo nombre, del célebre poeta Aguascalentense Dr. Desiderio Macías Silva. “Ensueño” del autor Nemesio Venegas. Otro vals que nos evoca una época con un acentuado romanticismo y cortesía. Cabe destacar que una de las piezas que llamo nuestra atención fue una “Mazurca”, pieza escrita en compás ternario de la autora Cuquita Ponce, hermana del nuestro Manuel M. Ponce. Es una pieza de construcción binaria (En dos partes, A y B) con dos dulces temas melódicos, uno el Sol Mayor y el segundo en su dominante, RE Mayor. Posiblemente escrito en los años cuarenta o principios de los cincuenta del siglo pasado. El Vals “Generación 57” del Prof. J. Gpe. Robles Guel. Este vals no deja de admirarme la simetría y cuadratura en cuanto a sus temas melódicos y su tratamiento. Escrito en la tonalidad de Sol Mayor, en su segunda parte los temas melódicos son expuestos en su dominante Re Mayor, el trio expuesto en Do Mayor su subdominante, nos evoca a aquellos bellos valses de los grandes compositores del Porfiriato. Este vals fue dedicado a profesores egresados en la generación 1957 en la Normal de San Marcos Zacatecas. Otra de las composiciones del Prof. Robles es la marcha “Loreto”, compuesta para un desfile en la ciudad de Loreto Zacatecas en 1945. Sus Tópicos o figuras retoricas musicales, nos muestran características de construcción como la singular marcha Zacatecas. Continuando con el programa ejecutamos música de Saúl Robles, que como su padre en su propuesta, sigue la misma estética compositiva inmersa en la tradición de la “Música de Salón” en composiciones como: “Barrio de Triana”, “Barrio de Guadalupe”, La polka “El San Marqueño” y el vals “Encanto” dedicada a su nieta. Otro de los compositores Aguascalentenses fue Alfredo Pérez de la Torre con su pieza “Triopara violín, viola y violonchelo”, escrita en los años noventa del siglo pasado y dedicada al trio “Ponce” que integramos Saúl Robles, Lautaro Ortíz y un servidor. Esta es una composición de estilo discanto eclesiástico medieval, (El discanto es una manera de relacionar varias líneas melódicas al mismo tiempocreando una textura polifónica) pero con relaciones armónicas modernas. Alfredo tuvo su formación en el Instituto Pontificio en Roma Italia. Fueron incluidas en el programa “Cinco bagatelas” que dedique a la agrupación “Tridacor”. La bagatela es una forma musical de corta duración. Mi intensión, sin mayor pretensión, fue proponer a imaginar breves historias matizadas de diversas emociones que sugiere la música. Siempre es más sencillo, más cómodo, o mejor aún, más significativo que otras personas den su opinión sobre una composición musical, para bien o para no tan bien, solo así esta cumple con su verdadero cometido.
En referencia al encabezado del texto, realizar el rescate y mostrar al público asistente este repertorio musical de compositores hidrocálidos, que van desde principios del siglo veinte hasta de compositores recientes, es sin lugar a duda una contribución al legado musical de nuestra entidad. Quisiera mencionar que tuve el gusto de conocer en vida a algunos de estos compositores, como a Héctor Arenas, Nemesio Venegas, Jorge A. Westrup y desde luego a J. Gpe. Robles Guel, ya que fue mi maestro. Finalmente mencionar también lo grato y motivante que fue haber interpretado este extraordinario imaginario musical.
