El INAH hereda atrasos y obras inconclusas de la ENAH Excelsior

JUAN CARLOS TALAVERAEl INAH deberá reunir en breve más de 11 millones de pesos para concluir, en este año, las obras y el equipamiento de la Torre Académica de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), que está en obra negra desde hace más de 10 años, dijo ayer a Excélsior Diego Prieto, titular del INAH, al concluir la toma de protesta de Víctor Acuña Alonzo, nuevo titular de la ENAH para el periodo 2024-2027.
“Es una tarea muy importante que ya concluyamos la dichosa Torre Académica.
Sé que esa cosa quedó como un elefante blanco desde 2013, que fue una obra muy mal pensada, mal aplicada y muy mal resuelta, pero es algo que ya está y tenemos que aprovecharla”, comentó.
En este tema, Prieto reveló que existía un acuerdo con la anterior administración de la alcaldía Tlalpan para apoyar en la conclusión del edificio.
“(Pero) después vino el cambio y ya no pudimos concretar ese compromiso, pero vamos a ver si ahora lo asumimos dentro del plan de obras del INAH”.
Prieto también reconoció que la ENAH requiere de una profunda reestructuración curricular, en la cual podría considerarse la creación de la licenciatura en paleontología, ya que aún no existe, pese a los numerosos hallazgos paleontológicos hallados en Santa Lucía y Tultepec.
Sin embargo, la ENAH enfrenta muchos más pendientes, admitió el académico José Luis Castrejón Caballero –quien cubrió la titularidad de la ENAH, tras la abrupta renuncia de Hilario Topete, en diciembre de 2022, tras numerosas protestas–, quien solventó lo urgente y reactivó la institución educativa.
“Quedan muchas cosas pendientes.
Una que no pudimos resolver es el dar mayor seguridad laboral a los compañeros profesores de asignatura, ya sea a través de nombramiento o constancia”, expresó, aunque ya existe una propuesta para brindarles estabilidad.
“También tenemos que seguir impulsando o cubrir las plazas de profesores de tiempo completo, pues tenemos 11 plazas que representan 10% de la planta de profesores, y una más porque se acaba de jubilar otra profesora, así como varias plazas vacantes de trabajadores de técnicos y profesionistas”, expuso.
Castrejón destacó la urgencia para renovar los programas de estudio.
“Yo creo que la demanda tan grande que se tiene de materias optativas es porque se han abierto otros campos de conocimiento donde antropólogos e historiadores pueden estar interviniendo.
Urge una reestructuración de todas las licenciaturas y no solamente porque lo tenemos que realizar nosotros, sino porque nos lo observan ciertos parámetros, incluso de las auditorías”, aseguró.
Por otro lado, destacó que la ENAH ahora tiene la oportunidad de autoevaluarse a través del Sistema de Evaluación y Acreditación de la Educación Superior de la SEP que, “afortunadamente la escuela está participando, por lo que se podría dar continuidad, porque eso nos dará un primer paso para certificar nuestros programas de estudio”.
Otros focos rojos del 2023 que expuso fueron las dificultades que enfrentaron los alumnos de nuevo ingreso en la ENAH (matrícula que se redujo), así como la necesidad de establecer mecanismos para conformar la planta docente de cada semestre; la adecuación del Sistema Integral de Gestión Académica para que las prácticas de campo puedan ser capturadas automáticamente y se reflejen en el historial académico de los alumnos.
“Urge adecuar la reglamentación y mejorar la atención que se brinda por parte de la defensoría de la comunidad en la ENAH.
Un aspecto muy importante es hacernos más conscientes de la violencia que se ejerce al interior de la comunidad”, añadió.
Finalmente, Prieto destacó el resultado del proceso electoral que culminó con la elección de Acuña y destacó el trabajo de Castrejón, a quien reconoció por la reactivación de los consejos de la escuela y el impulso de obras, como el comedor comunitario que, en breve, prestará servicio.
Y anunció que el próximo 1 de octubre dejará la dirección del INAH para volver a su trabajo como investigador.
“Lo más probable es que ya no esté al frente, porque ya voy a completar ocho años y medio (en la dirección) y es importante que las instituciones renueven sus cuadros… Es tiempo de que venga otra gente y de que me ocupe de la investigación o de algún otro encargo”.
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