Logró escapar de Cuba pero tuvo que volver: “¿Por qué he regresado, qué misterio tiene esta isla?” Infobae

Logró escapar de Cuba pero tuvo que volver: “¿Por qué he regresado, qué misterio tiene esta isla?”. Noticias en tiempo real 02 de Enero, 2024 22:20

No me hablen de Cuba - Grethel Delgado - Portada - Descarga gratis

[”No me hablen de Cuba” puede descargarse gratis hasta el 8 de enero en Bajalibros clickeando acá]

“¿Qué sentido tiene la patria si mis raíces están muertas, cortadas de tajo desde que me fui? ¿Qué es la patria? ¿Dónde está si no es con uno mismo?”, se pregunta la escritora, poeta y dramaturga cubana Grethel Delgado en su primera novela, No me hablen de Cuba.

Al igual que la protagonista del libro -que puede descargarse gratis en Bajalibros hasta el 8 de enero y cuyo primer capítulo puede leerse completo al final de esta nota- , Delgado logró exiliarse de Cuba pero terminó volviendo, solo para arrepentirse. “Si las despedidas son horribles, los reencuentros pueden ser peores (...) Todo parece hoy tan distinto. ¿He cambiado yo o ha cambiado la ciudad?”, escribe.

Delgado logró escapar de Cuba gracias a una beca de creación literaria que le permitió instalarse en España durante nueve meses como residente de la Fundación Antonio Gala. La única condición para aceptar la beca era volver a La Habana una vez pasado ese lapso, pero Delgado optó por quedarse.

Fue ahí que empezó a cranear la historia de No me hablen de Cuba, en la que Gertrudis -personaje principal en homenaje a la gran novelista y poeta cubana Gertrudis Gómez de Avellaneda- vuelve a Cuba para visitar a sus padres después de pasar seis años en Miami.

Escribe la narradora: “¿Por qué he regresado, qué misterio tiene esta isla? Hay tantas calles muertas, gente que no dijo lo que pensaba, libros quemados, cabezas metidas en el agua, casas desmanteladas, generaciones manchadas, locos, perdidos y exiliados (...) ¿Hacia dónde vamos? ¿A dónde voy? ¿Qué estoy haciendo en Cuba?”.

Así empieza “No me hablen de Cuba”

Grethel Delgado
"No me hablen de Cuba", de Grethel Delgado, editado por Sed.

Nadie me recibe y nadie me va a despedir. Hace tiempo dejé de creer en Ítaca. Demasiado tarde. Levanta la cara y no llores. Ya estás en Cuba.

¿Quién te habrá mandado a regresar? ¿No te cansaste de repetir que no volverías ni en sueños, aunque Gardel te diera nostalgia y tus amigos dijeran que era necesario reencontrarse con la patria? La patria… ¿Qué sentido tiene la patria si mis raíces están muertas, cortadas de tajo desde que me fui? ¿Qué es la patria? ¿Dónde está si no es con uno mismo?

Me quedaba un tío en Reina y Galiano, y murió hace unas semanas. Pero no vine solo para ver la tarja en el cementerio, o el espacio de fosa común donde lo habrán lanzado, después de revender por enésima vez nuestro panteón familiar. Vine a La Habana a reencontrarme con una amiga.

Si las despedidas son horribles, los reencuentros pueden ser peores. El aterrizaje fue aparatoso. Nos sacudimos como si estuviésemos en la coctelera de un barman que agita interminablemente el trago. Cayeron algunas maletas y bolsos, y más de una señora estirada, de esas que no veían la isla desde los años sesenta, fue blanco de los equipajes. También era tarde para ellas si de maldecir el día en que nacieron se trataba. Desde cabina el piloto pidió disculpas. Todos rieron. Los imitaba como una tonta, aunque siempre había rechazado la idea de hacer cosas en masa, desde reír hasta gritar consignas sin entender el por qué, o sin querer.

A la salida las personas esperaban a sus familiares, amontonadas en el rincón que les permitía ver a través del cristal. Lloraban antes de verlos salir de aquel enredo de metales. Lloraban desde el día anterior, cuando organizaban un recibimiento, al preguntarse si al familiar le gustaría esto o lo otro, como «allá hay de todo». Lloraban al hacer la cama que quizás le vio nacer, en el cuartico que seguía igualito. Lloraban desde la semana anterior, al ultimar los detalles para la fiesta: la comida en casa, las fotos, las historias. Lloraban hacía dos, cinco, diez años, porque no veían a esa persona más que en fotos.

Y yo, ¿qué hacía dentro de todo eso? ¿Por qué tenía que regresar a mi país de esa manera, atravesar registros vulgares en la aduana, sentir esa emoción que se podía palpar de tan densa, insoportable?

Di mis primeros pasos como un reo que está a punto de ver la calle, con mi pasaporte pegado al corazón. No sé por qué miré hacia atrás, en una estúpida reacción que siempre había visto en las películas, como si al mirar atrás algo o alguien pudiera revertirlo todo. Miré hacia atrás, quise convertirme en piedra, hacerme de una coraza para lo que vendría después. Detrás estaban los uniformados. Ni siquiera me miraban, ocupados en olfatear a los “gusanos” y detectar si se repetían muchas veces una camisa o un par de zapatos. Muy despacio, giré la cabeza hasta encontrarme con un enorme teatro que abría el telón para mí. Al fondo, cientos de actores.

Grethel Delgado
Grethel Delgado: "Hay tantas calles muertas, gente que no dijo lo que pensaba, libros quemados, cabezas metidas en el agua, casas desmanteladas, generaciones manchadas, locos, perdidos y exiliados".

No quería mirar a nadie. Adivinaba los pañuelos y los rostros hinchados, las primas y los nuevos amigos, los tíos y los nietos por conocer, que buscaban un rostro entre la gente. Fue suficiente escucharlos. Nunca he sido tan patriota, pero empecé a llorar. Lloraba a cántaros, con la barbilla temblorosa y pucheros y espasmos. Quise darme con una tranca en la cabeza por haber regresado a esta isla. ¿Quién me había mandado? Yo misma, la peor de mis consejeras, la que siempre se hunde sola. Caminaba con la vista en el suelo, barriendo mis propias desgracias, el tedio, o la costumbre, no sé, de saberme una Avellaneda peregrina.

Este lugar no era mío, ni el otro, ni yo, aunque tuviera juicio suficiente para disponer de mí misma. Tenía las manos vacías, me avergonzaba llegar a mi país de ese modo y franquear las crudas paredes sentimentales que me dejaban al fin pisar suelo cubano.

Los taxistas se anunciaban como en un mercado. Una señora muerta en llanto me confundió con su hija y quise morir ahí mismo. Necesitaba una ducha. Y un trago. Levanté mi mano y entré por inercia al primer taxi que se me puso delante.

–Al malecón.

–El malecón es muy largo, muchacha.

Cierto, el malecón es grande, pero La Habana merece toda esa línea azul.

–Donde quieras dejarme. No, yo te digo.

Y salimos de aquel aeropuerto terrible. No era yo la que iba de largo, a cincuenta kilómetros por hora. Las calles, la gente, los sitios me pasaban por delante, fugaces. A medida que entraba en la ciudad, las formas se hacían más violentas, podía ver más personas, edificios, charcos, luz y basura.

Paseo y Malecón, un sitio céntrico donde se unen el mar y la ciudad. Le di unos dólares de más antes de que empezara a explicarme algo de las casas de cambio de moneda. Enfilé hacia el muro y me senté frente al mar. Ya habría tiempo para la ciudad. Primero tenía que hablarle a Yemayá, a la cubana, no a la de Miami. Cualquiera diría que es el mismo mar, una sola deidad. Nada de eso. Tenía que ver a esta, la de verdad, la que se jodió conmigo. La Yemayá con la que siempre hablaba en las tardes, la que olía a sal y me susurraba patakines. A la Yemayá que aguantaba todos los insultos cuando había un apagón. A esa mulata bella que me hacía sentir mejor aunque no tuviera donde caerme muerta. A la Yemayá que me vio despedirme de Enrique. La que me puso la mano en el hombro para que no me pesaran las cosas que dejaba fuera de mi maleta; para que no me pesaran la tierra, los absurdos mágicos, las piezas de dominó polvorientas debajo del sofá, el tercer café de borra que ya era suspiro, mamá leyendo para mí, el beso al llegar de la escuela, la foto de fin de curso junto a Martí, Lenin, Marx y Engels. Yemayá merecía mi primer saludo.

Quería unir la imagen que me había llevado con esta otra que, después de sólo seis años, era totalmente distinta. Me vino a la mente la escena donde Sergio observa la ciudad: «Aquí todo sigue igual. Así de pronto parece una escenografía, una ciudad de cartón. Sin embargo, todo parece hoy tan distinto. ¿He cambiado yo o ha cambiado la ciudad?»

No tengo respuestas. Hoy no quiero encontrar respuestas. Ni desempolvar a los muertos.

Me levanté y seguí las curvas del malecón hasta encontrarme con la bahía y ese Castillo del Morro tan llevado y traído que sigue en el mismo lugar. El sol era cada vez más naranja, se despedía.

Vi a la señora de las flores. Estaba en el mismo banco, como un espectro. Me acerqué a ella para decirle que, una vez, hace siete años, hablamos sobre los vestidos de novia que vendían en la tienda La Época. Tenía más flores de plástico en la cabeza que un búcaro. Agarró mi mano y soltó unas palabras que no olvido: «¿A qué viniste?»

Entonces me topé de golpe con la noche. Cubría lentamente las azoteas, los árboles y las personas que iban como dormidas entre las aceras y el tráfico. Apenas me adentré en el corazón de La Habana, fui asaeteada por el ruido, la gente que gritaba de un balcón a otro como si fueran las cuatro de la tarde y los televisores estaban tan cerca de las ventanas que podía caminar cuadras y cuadras sin perder el hilo de la telenovela.

Debía llegar a casa de mi tío, que estaría cerrada por la oficina de Vivienda. Quería ver el sitio donde vivió. Él siempre iba a visitarnos cargado de limones que sacaba de su sombrero de yarey, como si fuera un mago. Nunca perdió ese aire de campo, la ingenuidad en los ojos mientras me regañaba entre risas: «eso es picardía, niña». Su casa era un misterio. Si alguien lo llamaba para verlo siempre buscaba un pretexto para evitar las visitas.

Me perdía, todas las calles eran iguales. Como si fuera a salvarme de algo, llevaba el papel con la dirección apretado en la mano.

Grethel Delgado
Grethel Delgado: "Todo parece hoy tan distinto. ¿He cambiado yo o ha cambiado la ciudad?". (SILVIO CAMPOS/)

Cansada de ventanas, calle, humo, paredes, algo me detuvo, punzante, me dejó en medio de la acera. Miré hacia atrás y allí estaba, como aquel veintiuno de noviembre, el galán de noche. Despedía un olor tan empalagoso que tuve una arcada primero y después pude sentir su aroma. No era tan fuerte como en esa noche, cuando Enrique me acompañaba a casa. Le solté la mano, tiritando, y me subí a un muro, molesta por algo que ya no recuerdo; me dejó su abrigo verde, el que no se quitaba por nada del mundo, y me sentí, como pocas veces, querida. Se fue muerto de frío y nunca regresó.

Tenía varias fotos de Enrique junto a las de mi madre, alguna de María y otras de cuando era niña. Siempre las llevo conmigo, aunque se pongan amarillas con tanto manoseo.

Qué raro se ve todo en las fotos. Las que nos hicimos esa tarde, antes de la tormenta, y de la otra tormenta, son tan apacibles que da miedo mirarlas. Siento que me asomo a una boca negra, que estoy muerta. Y la foto del malecón: la misma línea gris de siempre, el agua tan quieta, como si no rompieran las olas, como si no se rompiera nada en Cuba.

¿Por qué he regresado, qué misterio tiene esta isla? Hay tantas calles muertas, gente que no dijo lo que pensaba, libros quemados, cabezas metidas en el agua, casas desmanteladas, generaciones manchadas, locos, perdidos y exiliados… Al mirar hacia atrás, se me llenan las manos de nombres importantes. Los llevo en mi sangre con ese orgullo que nos ataca en plan nostalgia en medio de la gente, en un café neoyorquino, cuando decimos algo como «Martí está en Central Park en lugar de uno de ustedes». Se siente bien saber que tuvimos cubanos tan hondos y visionarios como Félix Varela para darse cuenta de que la moral estaba abocada a una suerte de retruécanos insalvables, a una muerte de la realidad y un mareo atemporal donde muchas veces, si nos paramos frente a un espejo, vemos a un Hatuey o un Guamá en taparrabos. ¿Hacia dónde vamos? ¿A dónde voy? ¿Qué estoy haciendo en Cuba?

Extraño a mi amiga. Hace dos años no responde a mis llamadas. Su abuela debió haber lanzado por una ventana aquel teléfono de disco de los años sesenta. Quizás ella misma se lo tiró a la abuela. ¿Habrán vendido el caserón? ¿Las sacaron de allí? Quizás María se fue del país. No dejaría a su abuela. ¿Estarían muertas? Tenía que llamarla de una vez.

Me asustaba regresar a ese lugar y ver a su abuela. Nunca olvidaré que me lanzó un trozo de tarta en el cumpleaños del hermano de María. Así, de gratis. María no era culpable; al contrario, tenía que asumir con esa carga.

¿Quién te ha visto y quién te ve, Gertrudis? La que dijo que nunca iba a regresar, la que escupió para arriba. Y aquí tienes.

Tenía que hacerlo. De lo contrario, solo perdería el tiempo en las calles y con una botella como compañía. Timbre. Nadie respondía. Sostuve el auricular, adormecida con el tono de marcado. Iba a colgar, pero sentí una voz lejana, temblorosa, irreconocible de no ser por el singular y demodé saludo que María heredó de su abuela, y que decía de la misma manera: «Diga». Con qué elegancia lo dijo siempre. Me alegró sentir su voz.

María estaba aterrada, como si alguien la amenazara a punta de cuchillo; respondía con pocas palabras, justo lo necesario. Cuando le dije que iría a llevarle un pequeño cuaderno de regalo, hizo silencio y colgó.

No podía creer que María, la única que pudo considerarse y considerarme una amiga, me dejara con la palabra en la boca, con la mano en el auricular y el corazón en la mano. La emoción de que respondiera al teléfono después de tanto tiempo sin escucharla, la alegría de poder encontrarla y recordar juntas los años en la universidad, de actualizarnos sobre nuestras vidas, todo terminó con el golpe mortal del teléfono.

Sola otra vez. Seguí sin mucho cuidado por las calles. Demoré el paso, miraba las farolas sin luz, las paredes agrietadas, los balcones a punto de un derrumbe. Algo me faltaba. La ciudad, a pesar de su música, no me decía nada. ¿Qué querías, Gertrudis, una revelación, un golpe de conciencia, ser iluminada?

Un viejo pasó por delante con su carro de basura. Llevaba una linterna que amarilleaba el contén. Me apuntó con la luz por unos segundos. Quise decirle algo, al menos un saludo, un comentario. Me esquivó como si le hubiera recordado a alguien, y lo vi alejarse.

Otra vez sola. Recordé las últimas palabras de María, su tajante «mejor no vengas». La odié, y me odié por mi estupidez. Ella siempre ha dicho frases tan terribles y cerradas como esa. Un día antes de irme quedamos en un parque para despedirnos. Le dejé mis libros, mi goldfish con la comida para dos meses y toda la ropa que no llevaría conmigo. Lo recuerdo como si fuera hoy. El parque estaba tan desierto que hablamos en susurros para no espantar a las palomas. Ella pasaría por mi casa. Pero no fue. Tan absoluta como ella misma, hasta en eso me dejó plantada.

Tengo la impresión de que voy a salir llorando de aquí, que me van a dar algo y a la vez me lo van a arrancar. ¿Qué estoy haciendo? Aquí estoy sola, lejos de la niña que más amo en el mundo.

A pesar de todo me quedaba la noche. Busqué en mi bolso y abrí una de las cartas que María me escribió en los primeros años, antes del silencio. Comencé a leer, como si fuera tan fácil revivir el pasado.



Compartir en:
   

 

 

La esposa de Bruce Willis reveló que tiene su propia forma de comunicarse con el actor. 21:13

Tras su diagnostico de demencia frontotemporal, el actor ha tenido dificultades para hablar, por Emma Hemming halló una forma de comunicarse con él

La Opinión

Siete mv3rtes rodean caso de huachicol fiscal en Colima y Tamaulipas.21:12

De la redacciónEl Buen Tono El caso de huachicol fiscal que involucra a los mandos navales Manuel Roberto y Fernando Farías Laguna ha dejado un saldo de siete muertes: cinco ejecuciones, un presunto suicidio y un fallecimiento “accidental”. Entre los muertos se cuentan tres marinos, incluido un contralmirante, así como un jefe aduanal. Entre

El buen tono

Los 6 casos documentados de presunta corrupción en gobierno de Durazo… hasta aparece Adán Augusto con empresa. 21:12

Hermosillo, Sonora.– A lo largo de 4 años, periodistas y medios de comunicación han documentado al menos seis presuntos casos de corrupción vinculados al gobierno de Alfonso Durazo en Sonora, que incluyen obras públicas, recursos y contratos con empresas vinculadas a figuras políticas nacionales. En entrevista para Proyecto Puente, el period

Proyecto Puente

¡Desbloquea un bono de $15 para nuevos usuarios al instante! DL Mining: Abriendo camino para que la gente común obtenga ganancias estables en criptomonedas..

Mientras el mercado de criptomonedas aún se ve eclipsado por la ansiedad ante las fluctuaciones de precios, un cambio revolucionario en la industria minera ha llegado silenciosamente: la computación en la nube está derribando las altas barreras de entrada de las plataformas de minería tradicionales.

Lado.mx

Las jóvenes promesas NFL que pueden cambiar septiembre.

La NFL es un semillero de jugadores de alto rendimiento que una vez que entran al emparrillado, empiezan a ser parte de las conversaciones de analistas, aficionados… y hasta de los que revisan los momios de la NFL en busca de alguna sorpresa.

Lado.mx

Regístrate gratis y obtén $500: Gana fácilmente $9,800 por día con la minería en la nube OpenMiner.

En los últimos años, las criptomonedas han conquistado el mundo, dejando de ser un activo secreto controlado por unos pocos. Desde los máximos históricos de Bitcoin hasta el sólido crecimiento de Ethereum, las criptomonedas se están convirtiendo gradualmente en una nueva generación de instrumentos financieros.

Lado.mx

Trasladarán a Texas a la bebé Jazlyn, salvada por su abuela Alicia Matías tras explotar pipa.19:44

PROCESO Jazlyn Azulet Carrillo Matías, nieta de Alicia Matías Teodoro, quien la protegió con suThe post Trasladarán a Texas a la bebé Jazlyn, salvada por su abuela Alicia Matías tras explotar pipa appeared first on Desde Puebla.

Desde Puebla

Dónde ver EN VIVO concierto de La Arrolladora Banda el Limón en el Zócalo CDMX. 19:30

Además del tradicional acto protocolario, la noche estará acompañada por una gran oferta musical y el plato fuerte será el concierto de La Arrolladora Banda El Limón

El Informador

Imprudencia le cuesta la v1d4; tragedia en la autopista Orizaba–Puebla. 20:13

De la Redacción El Buen Tono Huiloapan.- Un hombre perdió la vida de forma trágica la mañana del domingo en la autopista Orizaba–Puebla, luego de ser atropellado por un vehículo particular cuando intentaba revisar su camioneta, la cual presentaba un desperfecto mecánico. De acuerdo con los primeros reportes, el conductor viajaba en una cami

El buen tono

Quién fue el séptimo eliminado de La Casa de los Famosos México 2025 . 23:10

El anuncio del eliminado del reality show impactó a los habitantes

Infobae

La salud de Thiago Medina: el nuevo parte médico del hospital de Moreno donde está internado. 07:00

Este lunes, el nosocomio informó cómo sigue su estado luego del grave accidente que sufrió con su moto el viernes pasado

Infobae

carin leon

Carín León será el primer latino en cantar en la Sphere de Las Vegas. 13 de Septiembre, 2025 18:21

El cantante mexicano llevará su música al icónico reciento reconocido por su tecnología de punta y su espectacular diseño arquitectónico

La Opinión de Los Ángeles

Orgullo mexicano en Las Vegas: Carin León desea éxito a Canelo Álvarez previo a su pelea con Terence Crawford. 13 de Septiembre, 2025 20:02

Por Tadeo Cruz El mejor de los éxitos deseó Carin León a Saúl ‘Canelo’ Álvarez, previo a la pelea que tendrá contra el estadounidense Terence Crawford en Las Vegas. En un video compartido en las redes sociales de Netflix, el hermosillense comentó que le llena de mucho orgullo ver como el ‘Canelo’ pone el nombre [̷

Proyecto Puente

Carín León llegará a la Sphere en Las Vegas. 00:10

Carín León ha demostrado que la música mexicana atraviesa fronteras y fue el primer artista latino en presentarse en la Sphere de Las Vegas, recinto futurista y de gran prestigio donde ha confirmado tres conciertos para septiembre de 2026, coincidiendo con las fiestas patrias. Este logro no solo habla de su crecimiento internacional, sino tambi

24 Horas

Fuegos artificiales

Captura tus Fiestas Patrias con Snapdragon e inteligencia artificial. 18:33

Septiembre es sinónimo de pozole, papel picado, música de mariachi y, claro, momentos que merecen ser capturados para siempre. Y si vas a sacar tu smartphone para inmortalizar el Grito, los abrazos familiares o los fuegos artificiales, asegúrate de que tenga el poder de un chip Snapdragon de Qualcomm. Porque...Este artículo Captura tus Fiestas

Geekzilla.tech

El Zócalo se desborda en una noche histórica de música y patriotismo. 21:57

La fiesta cerrará con un espectáculo de fuegos artificiales que iluminarán el cielo capitalinoLa entrada El Zócalo se desborda en una noche histórica de música y patriotismo se publicó primero en Amexi.

Amexi

‘¡Viva la calidad de vida de Coahuila!’, arenga Manolo Jiménez en 215 aniversario de la Independencia de México. 23:10

Música, antojitos, sombreros, botas y fuegos artificiales se vivieron este lunes 15 de septiembre en la Plaza de Armas de Saltillo durante la ceremonia del Grito por el 215 aniversario de la Independencia de México. El acto fue encabezado por el gobernador de Coahuila, Manolo Jiménez Salinas, quien destacó la calidad de vida que se vive en la e

Vanguardia.com.mx

Himno Nacional Mexicano

Tara Davis-Woodhall Explica las Lágrimas Durante el Himno Nacional: “Creo en Mi País”. 22:06

TOKYO (AP) — Tara Davis-Woodhall sonrió a través de las lágrimas cuando sonó el himno nacional estadounidense para celebrar su medalla de oro en...El cargo Tara Davis-Woodhall Explica las Lágrimas Durante el Himno Nacional: “Creo en Mi País” apareció primero en Trastitulares.com.

Trastitulares

Canelo Álvarez tendrá su revancha contra Crawford en Arabia Saudita. 22:51

Canelo Álvarez tendrá su revancha contra Crawford en Arabia Saudita Durante la transmisión del Monday Night Football se confirmó que Canelo Álvarez volverá a pelar contra Bud en Arabia m.diazLun, 15/09/2025 - 22:32

Record

‘¡Viva la calidad de vida de Coahuila!’, arenga Manolo Jiménez en 215 aniversario de la Independencia de México. 23:10

Música, antojitos, sombreros, botas y fuegos artificiales se vivieron este lunes 15 de septiembre en la Plaza de Armas de Saltillo durante la ceremonia del Grito por el 215 aniversario de la Independencia de México. El acto fue encabezado por el gobernador de Coahuila, Manolo Jiménez Salinas, quien destacó la calidad de vida que se vive en la e

Vanguardia.com.mx

La información agregada y la responsabilidad de esta, pertenece a los sitios que lo publican. Lado.mx solo se encarga de publicarla.