¿Por qué el Zócalo se llama Plaza de la Constitución? Te contamos SDP Noticias
La Plaza de la Constitución de la CDMX es la explanada más grande del territorio citadino y una de las más extensas a nivel mundial.
Desde hace muchos años ha sido testigo de infinidad de acontecimientos culturales y políticos, desde conciertos y exposiciones temporales hasta manifestaciones y conmemoraciones de la Independencia o la Revolución Mexicana.
Algo que llama particularmente la atención es el nombre Plaza de la Constitución, ya que éste ha sido objeto de observaciones y replanteamientos.
¿Por qué se llama Plaza de la Constitución? Te contamos:
La explanada principal de la CDMX lleva por nombre Plaza de la Constitución debido a un acontecimiento histórico de relevancia española.
Y aunque por supuesto éste tuvo inferencia en el territorio mexicano, no es tan propio de la historia nacional.
El Zócalo capitalino se llama Plaza de la Constitución como un homenaje a la Constitución Política de la Monarquía Española, avalada en la ciudad de Cádiz un marzo de 1812.
Eso sí, meses más tarde esta constitución fue ratificada en la Nueva España (hoy en día México).
¿Zócalo o Plaza de la Constitución?
Aunque el nombre oficial de la explanada central de la CDMX es Plaza de la Constitución, popularmente también se le conoce como Zócalo.
Una gran mayoría de mexicanos utiliza únicamente el nombre coloquial, lo cual no es incorrecto, sino simplemente informal.
Y es que esta denominación también tiene bastantes décadas, ya que surgió en el periodo presidencial de Santa Anna.
Por tanto, Plaza de la Constitución o Zócalo son correctas.
¿El nombre Plaza de la Constitución debería cambiarse?
Dado que el nombre refiere a uno de los momentos clave de la época novohispana, algunos senadores han propuesto que la Plaza de la Constitución debería ser renombrada.
Esto para homenajear a los ejércitos insurgentes y al país mexicano como una nación independiente.
Y aunque el proyecto no se ha convertido en algo más que una idea, será interesante si la Plaza de la Constitución se enfrenta a una resignificación.
