El servicio de inteligencia exterior británico, el MI6, debe colaborar con el sector tecnológico para ser más eficaz frente a las amenazas terroristas, criminales y de estados hostiles, afirmará en principio su director, Richard Moore, en una rara intervención pública prevista el martes.
Según extractos de su discurso, el responsable del MI6, único miembro del cuerpo cuyo nombre es público, explicará que los servicios secretos no pueden luchar solos contra los avances tecnológicos como la inteligencia artificial, en una intervención en el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos de Londres.
"Nuestros adversarios están invirtiendo dinero y ambición en la inteligencia artificial, la computación cuántica y la biología sintética porque saben que el dominio de estas tecnologías les dará ventaja", debe decir Moore, que asumió la dirección del MI6 en octubre de 2020, donde se le conoce como "C".
"Un servicio de inteligencia tiene que estar a la vanguardia de lo que es tecnológicamente posible. (...) La novedad es que ahora buscamos asociaciones con la comunidad tecnológica para ayudar a desarrollar tecnologías de primera clase que resuelvan los problemas de nuestras misiones más importantes", debe agregar.
Pero "a diferencia de Q en las películas de Bond, ya no podemos hacer todo internamente", considera Moore, refiriéndose al genio tecnológico en las historias del agente de ficción 007.
El director del MI6 advierte que las amenazas criminales, terroristas y de estados hostiles están "aumentando exponencialmente".
"Según algunas estimaciones, en los próximos 10 años podríamos ver más avances tecnológicos que en el siglo pasado, con un impacto en términos de disrupción igual al de la revolución industrial", afirma.
En una entrevista con la BBC previa a su discurso, Moore citó a China y a Rusia como amenazas.
Explicó que las capacidades de inteligencia artificial de China le permiten "recolectar datos de todo el mundo" y que el país "también trata de utilizar su influencia a través de sus políticas económicas para intentar, y a veces conseguir, atrapar a la gente en su red", afirmó.
Pekín utiliza estas "trampas de datos y de deuda" para influir en los países y en las personas, explicó.
Moorte también calificó a Rusia de "grave amenaza", citando la presencia militar rusa en la frontera con Ucrania.
"Nos preocupa la acumulación de tropas y las intenciones del presidente (Vladimir) Putin", reconoció. "Tenemos que estar muy atentos y prudentes y dejar claro a los rusos el precio que pagarían si intervienen, como lo hicieron en 2014", añadió, en referencia a la invasión por Moscú de la Crimea ucraniana.
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