Kryptonita Sálnikov Excelsior

En diferentes épocas, en acciones de heroísmo y competencia en las aguas de ríos, mares, cataratas, albercas, la natación anglosajona ha escrito episodios de asombro, admiración, belleza, valor, orgullo.
En una travesía de New York a Liverpool, el capitán Matthew Webb, al ver que un hombre caía del barco Russia al helado Atlántico, sin pensarlo dos veces se lanzó con el fin de rescatarlo.
No consiguió salvarlo, pero las crónicas hablan de su acto heroico.
Matthew Webb (1848-1883) fue el primer hombre que cruzó a nado en 1875 el Canal de la Mancha.
Falleció probando su capacidad física en las cataratas del Niágara; desapareció en un remolino.
En su tumba hay una leyenda: “Nada grande es fácil”.
El hermoso poeta Lord Byron (1788-1824) dio su vida por Grecia.
Nadó de Sestos a Abydos, cruzó el estrecho de los Dardanelos sólo para probar que el mito de Leandro y Hero sí era posible.
Al finalizar la travesía, y nadar en un mar de ópalo y color vino, fue a orar y llorar en la mítica tumba de Aquiles.
El entrenador Manuel Herrera, de la UNAM, afirmaba que el famoso entrenador Bob Kiputh, de los Peces Azules de la Universidad de Yale, predecía, allá por la década de los 40 o de los 50, que el muro de los 15 minutos en los 1,500 m nado libre iba a explotar en astillas líquidas y de tiempo.
Durante años, el epicentro agonal de la natación fueron las pruebas de nado libre.
El músculo y la inteligencia de superdotados estadunidenses fragmentaron el minuto en 100 m con Johnny Weissmüller, los dos minutos en 200 m con Don Schollander, los cuatro minutos con Rick DeMont.
Pero el sueño dorado de la natación de EU, los 15 minutos en los 1,500, los rompió en plena Guerra Fría el soviético Vladímir Sálnikov: 14:58.
27, el 22 de julio de 1980 en los JO de Moscú.
El braceo furioso de Sálnikov, que esperó ocho años para enfrentar a los estadunidenses y vencerlos en Seúl 88, obró con los efectos de la kryptonita en Supermán.
En su oportunidad, cuando menos hace 33 años, en el espacio de Excélsior subrayé que la natación norteña sufrió un shock dramático.
A tal grado que desde 1984 no han ocupado el podio de oro olímpico ni en 400 m ni en 1,500 m.
Los Burton, los Kinsella, los Schollander, los Mark Spitz, los Goodells, los Tim Shaw desaparecieron y no han vuelto a destrozar una marca mundial en estas pruebas.
Son ya 33 años de sequía en récords mundiales y de oros en Juegos Olímpicos.
El domingo.
en el Trial de Omaha califican a Tokio en 400 m Kieran Smith, 3.
44.
86, y Jake Mitchell, 3.
48.
17.
Mientras, en las antípodas en el Trial de Australia el campeón olímpico Mack Horton es eliminado al colocarse tercero en 3.
43.
92, después de Elijah Winnington, 3.
42.
65, y Jack McLoughlin, 3.
43.
27.
Anoche, Katie Ledecky, cinco oros en los JO, Río de Janeiro, calificó en Omaha en los 400 m libres en 3:58.
98 a 61/100 de su RM.
Columnista: Arturo XicoténcatlImágen Portada: Imágen Principal: Send to NewsML Feed: 0