Un voto por Morena, es un voto contra México Más allá de la trascendencia que, en la definición del futuro político de México y en la preservación de derechos y libertades, tendrán los próximos comicios, lo cierto es que la elección de junio constituirá también, para todos, un auténtico ejercicio colectivo de responsabilidad ciudadana que exigirá de todos y cada uno mucho más que el solo marcado y depósito del sufragio en las urnas.
Y esto no sólo por la cantidad de cargos públicos en juego, sino, en esencia, por la complejidad que la existencia de dos grandes alianzas agrega al proceso selectivo en concreto, pues, para decirlo pronto, ni Va por México ni Juntos Haremos Historia se sustentan en acuerdos de cobertura total, que apliquen igual en los 32 estados y para todos los puestos ni menos, sus emblemas aparecerán en las boletas, como sí lo estarán los nombres de los candidatos a una u otra posición bajo el logo del o los partidos —uno, dos, tres o más— que los hayan postulado.
De ahí la relevancia de atender a la campaña por elvoto útil y de entender lo que implica el llamado al voto cruzado.
Así, veinte días exactos antes de la trascendental cita ante las urnas, la oposición—PAN, del gris-gris Marko Cortés; PRI de Alejandro A(m)lito Moreno y “lo que queda del PRD”, de Jesús Chuchito Zambrano— empuja una singular campaña de posicionamiento del primero de aquéllos, el llamado voto útil, orientada a evitar que el sufragio se desperdicie vía la emisión del voto por un candidato preferente, pero sin posibilidades reales de ganar, pues ello beneficiaría al oficialismo lópezobradorista o, más, a invitar a sólo cruzar un logotipo de alguno de los partidos miembros de la alianza si de avalar al candidato opositor (en alianza) se trata evitando con ello que el mismo pudiera ser invalidado o, peor, hacerlo para favorecer a un grupo político en concreto en lo que la asignación de diputaciones plurinominales refiere.
*El oficialismo moreno, molesto por la imposición de candidatos a una u otra posición —“a las gubernaturas en especial”— desde la cúpula partidista o de Palacio por su parte, igual que militantes (¿menores?) de las otras fuerzas, impulsan en entidades específicas campañas a favor de lo que denominan voto cruzado que, palabras más o menos, no es más que llamar a sufragar en favor de sí y, al mismo tiempo, de aspirantes de la oposición a los otros cargos.
Hoy día, incluso, en Baja California, por ejemplo, igual en impresos que vía perifoneo y mensajes de radio y televisión, aspirantes de varios partidos —Jorge Ramos, de Va por Baja California a la alcaldía de Tijuana; el otrora abanderado de Fuerza por México a Mexicali Xavier Rivas o Héctor Magaña, operador panista— solicitan sí el voto por sus respectivas causas y, al mismo tiempo, ¡por el candidato de Encuentro Social (PES) a la gubernatura Jorge Hank Rhon! y no por los de sus partidos…No será ésta, pues, como se ve, una elección intermedia como otras del pasado reciente —“por la selección de un nueva Cámara de Diputados federal en este caso”— ni, menos, un ejercicio de responsabilidad ciudadana fácilmente desahogable para el mexicano…Veámonos el domingo, con otro asunto De naturaleza política.
Columnista: Enrique ArandaImágen Portada: Imágen Principal: Send to NewsML Feed: 0