Prender fuego, ¿con un “cerillo” quemado? .
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¡ridículo! Prácticamente desde la calificación de su triunfo en medio centenar de colegios electorales estatales y más, luego de la fallida e ilegal intentona del trumpismo de “tomar” instalaciones del Capitolio, en Washington, para evitar su ratificación por parte del Senado, el inminente acceso de Joe Biden a la Casa Blanca y no pocos de los cambios que anunció que impulsaría desde la presidencia mantienen en ascuas, literal, al primer nivel del gobierno de la 4T, a Andrés Manuel López Obrador y a Marcelo Ebrard de manera especial.
Esto, no porque se crea que el sucesor del (desquiciado) amigou en otro tiempo pudiera estar pensando “pasar factura” por supuestos o reales agravios cometidos en su contra, sino, esencialmente, porque no pocas de las políticas rectoras del gobierno que el demócrata prefiguró desde su campaña y ratificará en las próximas horas durante su toma de posesión, apuntan en dirección contraria a donde lo hacen políticas equivalentes de la cada vez más confundida administración lopezobradorista.
Enfrentado hoy mismo a agencias de investigación y seguridad —la DEA en particular—, y autoridades judiciales del país vecino, efectivamente, el gobierno de México deberá hacer un gran esfuerzo para empatar estrategias y políticas en materia de seguridad (narcotráfico y crimen organizado), salud (combate al covid-19), economía (aliento al desarrollo en total apego al nuevo T-MEC), migración o desarrollo democrático si, como es previsible pensar, aspira a beneficiarse de las mismas… al igual que lo hará Estados Unidos y hasta Canadá.
Adicionalmente, y aquí es donde pudieran darse los desencuentros más notables, la administración Biden anunció ya haber definido políticas en materia medioambiental y/o uso de combustibles fósiles o generación de energía, por ejemplo, que poco o nada tienen que ver con las adoptadas por nuestro país, donde toda propuesta de acceso de las llamadas energías limpias parece ser mal vista, para no hablar del inusitado retorno a la quema de miles de toneladas diarias de carbón fósil para alimentar unidades de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), cada 24 horas.
El panorama, pues, luce incierto.
Pensar en un reacomodo automático de la relación bilateral es, en el mejor de los casos, ingenuo.
No ocurrirá, como no sucederá que sólo a causa de compartir una extensa frontera el vínculo entre los gobiernos de uno y otro lado se empaten… ASTERISCOS* ¡Vaya capacidad! la del morenismo para formar y proyectar a sus cuadros.
¿Que no?.
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explíqueme usted entonces cómo Paloma Rachel Aguilar, que inició el sexenio como escolta de Ya Sabemos Quién fue luego directora y promotora de empleo (de familiares y amigos) en el SAT y, ahora, es precandidata al gobierno de San Luis Potosí.
Todo un ejemplo…* Sobre la “aclaración” que sobre mi pasada entrega envió el TEPJF: nunca dije que el aval del promoreno José Luis Vargas para avalar el registro de Fuerza Social por México hubiera inducido o forzado el voto de alguno de sus pares (sé cómo es una votación) ni dije que no estuviera apoyando la investigación que por supuesto enriquecimiento ilícito le sigue la UIF.
En fin…Veámonos el viernes, con otro asunto De naturaleza política.
Columnista: Enrique ArandaImágen Portada: Imágen Principal: Send to NewsML Feed: 0