La historia de los mineros atrapados en Pasta de Conchos; buscarán sus restos en octubre El Gráfico

Luego de 14 años de la explosión en la mina de Pasta de Conchos, Luz María Alcalde, titular de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS), informó que el próximo mes de marzo el Servicio Geológico Mexicano entregará un dictamen para determinar el método de rescate de los 63 cuerpos de los mineros que se quedaron atrapados en las tierras de Coahuila, por lo que se espera que en octubre inicien los trabajos de rescate.
A pesar de que ha pasado más de una década, los familiares se encuentran esperanzados y exigen castigo para los responsables.
Por eso, aquí te contamos lo que sucedió en aquellos días.
El caso impactó a todo un país, pues nadie se imaginó que un día normal de trabajo terminaría con más de 50 trabajadores sepultados.
Los hechos ocurrieron el 19 de febrero de 2006, en el estado de Coahuila, cuando la mina 8 de la unidad Pasta de Conchos sufrió una explosión por acumulación de gas metano que vio aumentados sus efectos debido a las condiciones de insalubridad que vivían los mineros.
Las cifras oficiales arrojaron que 65 de los 73 obreros que laboraban en ese turno quedaron atrapados.
De acuerdo con información de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), el lugar presentaba fallas de seguridad desde el año 2000.
Los últimos reportes, realizados en 2004, denunciaron 43 violaciones directas a la norma de seguridad e higiene, y se pidieron 48 medidas de extrema urgencia.
Sin embargo, las autoridades hicieron caso omiso.
Las recomendaciones determinaron que “los funcionarios públicos de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social toleraron que la referida empresa funcionara en condiciones precarias y que ponían en peligro la integridad de las personas”.
   Por razones desconocidas, las labores de rescate quedaron a cargo de Grupo México, compañía responsable de las condiciones laborales y propiedad del multimillonario Germán Larrea.
El 4 de abril de 2007, con únicamente dos cuerpos rescatados y en una decisión inédita, las labores de rescate se cancelaron ya que “representaba un riesgo para los rescatistas”.
Por su parte, los familiares y diferentes organizaciones señalaron que la suspensión se dio para no “evidenciar las condiciones laborales de los obreros” ya que esto representaría una serie de sanciones penales y económicas para la empresa.
En 2010, ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), familiares argumentaron que el Estado mexicano es responsable de la tragedia, pues las inspecciones realizadas no fueron suficientes, y aportaron pruebas para demostrar la demora injustificada y falta de debida negligencia.
8 años después y luego de analizar las pruebas, la CIDH le dio la razón a los familiares y señaló que “no se han determinado las causas de la explosión, la presunta responsabilidad de los servidores públicos ni se han rescatado los cuerpos, además, es el Estado quien tiene el deber de impulsar el proceso.
En 2019, el Gobierno federal se comprometió con los familiares a establecer mesas de trabajo para determinar una ruta de rescate.
En mayo pasado, quedó instalado el Comité para la Reparación y la Justicia Pasta de Conchos.
Cabe señalar que el Grupo México anunció que devolverá la concesión de Pasta de Conchos al gobierno de Andrés Manuel López Obrador para que se retomen los trabajos de rescate y encontrar los 63 cuerpos que hacen falta.
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