Platicamos con las "hermanas de fuego", las bomberas más jóvenes en Toluca El Gráfico

TOLUCA.
— Ser bombero es una labor humanitaria, surge del corazón, coincidieron elementos de las corporaciones de Toluca y Metepec.
Ninguno aspira a enriquecerse desempeñando esta actividad, tampoco a ganar galardones o hacerse famoso, pero están dispuestos a exponer su vida a cambio de rescatar la de otros.
Este jueves, ellos celebran el Día del Bombero, a pesar de las condiciones adversas en las que se desempeñan.
Aunque sus salarios oscilan entre los 6 mil y 14 mil pesos y en su mayoría el equipo que portan perdió su vida útil hace años, quienes se dedican a este oficio se capacitan continuamente para entregarse al auxilio de quienes lo necesitan.
otra familia.
Nicole y Esmeralda Díaz Osorio son las dos bomberas más jóvenes de la corporación en Toluca.
Tienen 20 y 19 años y hace unos meses se integraron a lo que califican como una “gran familia” que las arropó por ser mujeres y las más pequeñas en un grupo de 140 elementos —en su mayoría hombres— que se dividen en tres turnos de 24 por 48 horas y cuatro subestaciones.
 Estas hermanas oriundas de la zona norte de Toluca, respondieron a la convocatoria que publicó el gobierno local a principios de año pues siempre tuvieron la inquietud de servir.
Quieren ayudar a la gente en desgracia y piden, con mucha fe, no ser testigos de la muerte de un niño.
 Las chicas, que por sus rasgos aparentan menos edad, se dicen orgullosas de pertenecer a una hermandad.
Siempre unidos, todos los elementos se preocupan por su bienestar físico o emocional.
 “Somos las más chicas de cuatro hermanas.
En un principio mi mamá sí estaba muy angustiada, pero ahora sabe que estamos bien protegidas entre una familia que nos quiere, nos cuida”, cuenta Esmeralda.
dificultades.
La mayoría de los bomberos vive con poco dinero en la bolsa, aunque en Toluca los salarios mejoraron hace un mes, no importa si su rango pasó de ser raso o de recién ingreso, Oficial A, Comandante, Subcoordinador o Coordinador, casi todos portan un equipo muy gastado.
Nicole y su hermana, son delgadas, llaman la atención porque no su aspecto no es común.
No usan maquillaje, zapatos de moda o llevan el cabello peinado, por el contrario pasan al menos 10 horas al día dentro de un traje enorme, pesado, lleno de hollín, en el caso de Nicole con unas botas dos tallas más grandes de su número, pues aunque ella dice que “ama su equipo”, la verdad es que no se los han renovado, el que usa lo rescataron, incluso perdió su vida útil hace cuatro años.
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