Aurora boreal llega a España SoySD.mx

Una excepcional aurora boreal sorprendió a España y todos se preguntaban dónde está el fuego, ya que iluminó el cielo de un rojo intenso que estremeció a quienes la veían, sin embargo las personas no sabían que se trataba de una aurora boreal.
Este fenómeno natural se dio en plena Guerra Civil, por lo que los españoles creyeron que se trataba de un ataque, sin embargo no era de ese modo.
Era la noche del 25 al 26 de enero de 1938 cuando tras el crepúsculo una aurora boreal cubrió el firmamento y las personas atemorizadas pedían ayuda a los pedía respuestas a los bomberos y la policía en Madrid, Barcelona y el resto de España, pero también en París, Londres y la mayor parte de ciudades europeas, grandes o pequeñas, en las que era posible ver lo que parecía el fin del mundo.
Este fenómeno natural no solo hizo temblar a los civiles sino que también a los mismos soldados ya que pensaban se trataba de una ofensiva del enemigo con algún tipo de armamento de colosales proporciones que justificara aquel resplandor incendiario que devoraba el horizonte.
Ahora bien, ¿qué es lo que pasó y por qué se puso con un rojo intenso una aurora boreal?.
El día 24 del mismo mes, de 1938, se dieron llamaradas solares por lo que la noche del 25 estas llegaron a la tierra y se formó la tormenta geomagnética dando un color rojo pero no se formó en su habitual escenario de la zona polar y pudo ser observado en todos los lugares de Europa y América del Norte.
El color rojo intenso se debió a que la aurora boreal se dio en latitudes meridionales, por lo que el color del cielo fue distinto, la cual por un momento hizo detener las armas, debido a que los militares se encontraban asustados.
De hecho unas cartas recién descubiertas de un militar que estuvo en la Guerra Civil, Antonio Esteve, dijo que incluso los “hasta oficiales muy aguerridos y curtidos ante el peligro tuvieron temor.
¿De qué? No te lo podrían decir ellos mismo.
Temían el arma ignorada que la superstición propia suponíamos en poder del enemigo, sin pensar que tanto el factor moral como las armas deciden las guerras”.
Sin embargo fueron los astrónomos que tranquilizaron a la población al enviar a la prensa una nota tranquilizadora explicando de qué se había tratado el cielo rojo del 25 de enero.
Por su parte Luis Rodés, director del Observatorio del Ebro, en Roquetes, cerca de Tortosa escribió en su diario la descripción de cómo fue la aurora boreal de 1938.
“Cuando nos disponíamos a cenar me invitan a que vaya al terrado para ver un fenómeno notabilísimo que no saben qué es; subo y contemplo una magnífica aurora boreal, primera que consigo ver en mi vida; parece una inmensa conflagración lejana; fondo rosáceo surcado por bandas de luz blanca, algunas con tinte verdoso que cambian de posición y color, y se dirigen hacia el polo magnético; ha sido ciertamente una rara coincidencia presenciar este fenómeno e ilustrar sobre el mismo a los artilleros…”.
Con información de La Verdad Todos se preguntaban dónde está el fuego, ya que iluminó el cielo de un rojo intenso que estremeció a quienes la veían RedacciónNormal