Por eso era entonces la "CÍNICA RISA" de Javier Duarte cuando fue detenido en Guatemala; todo fue un teatro del sin vergüenza de "Osorio Chong" Notinformex

El sábado 15 de abril del 2017 llegó la noticia que sacó del letargo a los medios que se encontraban disfrutando de un par de días de descanso por Semana Santa: Javier Duarte fue detenido en Guatemala.
Al fin las autoridades, aunque no fueran las mexicanas, lograron localizarlo y aprehenderlo.
 Fue una noticia que desató festejos y alegrías en las personas que sufrieron los abusos del poder del exgobernador de Veracruz, los que fueron víctimas del saqueo a las arcas de la entidad, el cual asciende a más de 30 mil millones de pesos, alegría en aquellos que trabajaron por evidenciar que Duarte es un delincuente y sufrieron por ver que las autoridades mexicanas lucían incompetentes.
Vivimos un verdadero sábado de Gloria; en las redes sociales se difundió un video en el que los comensales de un restaurante en Veracruz se levantaron de sus asientos para aplaudir cuando se enteraron que Duarte había sido arrestado.
Ese mismo que prefirió embolsarse millones de pesos en lugar de comprar los tratamientos necesarios para atender a niños que padecen cáncer, al fin dormiría tras las rejas.
Javier Duarte, el delincuente, al fin enfrentaría un juicio por todos los horrores que vivió Veracruz durante su mandato; por los periodistas amenazados y asesinados, por el narcotráfico que intimidó y sigue intimidando a los veracruzanos, por el robo y por todo lo que se acumule.
Pero a pesar de eso “Javidú”, como se le ha apodado, sonrió.
Se reía en su detención.
Parecía que no le importaba tener en los dientes rastros de la última cena que pudo pagar con el dinero que robó.
Así lo reflejaron las imágenes que fueron difundidas un fin de semana, en donde se observó al exgobernador flanqueado por agentes de la Interpol, mientras él parece estar en medio de una buena risotada.
Pero algo no cuajaba, ¿por qué sonreía Javier Duarte?, si la entonces Procuraduría General de la República de México anunciaba que en un fuerte operativo policiaco, donde habían elementos de la Interpol y prevalecían acciones de inteligencia policiaca incluida la de México, había sido arrestado, esposado y sometido el ex gobernador de Veracruz, para que pagara con creces y todo el peso de la ley los daños cometidos a la entidad que gobernó.
Ahora, que el negativamente popular político veracruzano ha dado a conocer un video antes de su detención, donde informa que está próximo a entregarse y que se hará circo y maroma de su detención, por parte del gobierno mexicano encabezado por Enrique Peña Nieto; parece claro el por qué se reía Javidu.
Quien más ha salido salpicado es Miguel Ángel Osorio Chong, el entonces secretario de Gobernación, quien es según las acusaciones del mismo Duarte, el que coordinaba todo el teatro de su renuncia y detención, así como los pactos que se llevaron a cabo entre el ahora recluso y las entonces distintas autoridades del gobierno federal que cometieron ilegalidades y hasta se prestaron a la corrupción dentro del caso Javier Duarte.