Demis Hassabis, CEO de Google DeepMind: “La IA será 10 veces más grande que la Revolución Industrial, y tal vez 10 veces más rápida” Computerhoy.20minutos.es
Se continúa con la disputa sobre el futuro incierto con la inteligencia artificial. Mientras que ChatGPT, Copilot y Gemini siguen evolucionando en cada una de sus características y las compañías desarrolladoras traen nuevos modelos de IA con mayor potencia, hay una incertidumbre detrás sobre su uso.
Más allá de la ética o los temas morales, está la situación con respecto a la productividad y la capacidad que tienen estas herramientas para adaptarse a diversos trabajos. De aquí surgen problemas como los que plantean Bill Gates y Elon Musk sobre el desempleo masivo.
Ahora Demis Hassabis, director ejecutivo DeepMind en Google, cree que podría ser algo mucho más grande de lo que espera. Una revolución industrial completa estaría a solo años de suceder. Tal y como ha explicado Sam Altman en más de una ocasión, estos asistentes virtuales van a servir de mucho para la vida de los humanos, pero también representan un riesgo para millones de personas.
Hassabis afirma que la desigualdad laboral y el consumo de recursos serán los problemas del futuro
Los sistemas cognitivos que se están implementando actualmente en diversas plataformas crean dos posibles variantes para los próximos años. El destino que le espera a la humanidad podría ser muy bueno o muy malo y eso es algo que han comentado varios expertos durante los últimos meses.
La lucha por conseguir la AGI es algo peligroso y en un punto podría ser catastrófico para millones de seres que estudian e intentan mantenerse con trabajos que podrían quedarse a la deriva con la evolución de dicha tecnología.
Hassabis fundó DeepMind en 2010 justo para lograr ese objetivo para ayudar a la humanidad a alcanzar hitos grandes. Hasta ahora, la compañía ha crecido bastante y ha alcanzado varios logros importantes, como AlphaFold y otras por el estilo. De hecho, tiene un Premio Nobel de Química 2024 por sus contribuciones.
Según el medio The Guardian, ha hablado sobre cómo sus inventos han influido en el mundo y el camino que está tomando para superarse cada vez más. Lo interesante llega cuando se expresa ante la evolución exponencial de la inteligencia artificial, mencionando que hay un 50% de que se llegue a la AGI en tan solo 10 años, menos de los que muchos esperan.
“Tendremos algo que exhibirá todas las capacidades cognitivas que tienen los humanos, tal vez en los próximos cinco a diez años” fue lo que dijo sobre el tema. Sin embargo, eso no es lo único que ha impactado, también ha destacado cómo es que para que esto suceda, se deben seguir pasos de manera responsable y segura para alcanzar, lo que él llama, como la era de la “abundancia radical”.
“Debería conducir a una productividad increíble y, por lo tanto, a la prosperidad de la sociedad. Por supuesto, debemos asegurarnos de que se distribuya de forma justa, pero esa es más bien una cuestión política. Y si así fuera, deberíamos vivir en un mundo asombroso de abundancia, quizás por primera vez en la historia de la humanidad, donde las cosas no tienen por qué ser de suma cero. Y si eso funciona, deberíamos estar viajando a las estrellas, de verdad”.
Por supuesto, es un mundo en el que todo se mueve de una manera más rápida y actos como el hecho de que haya expediciones hacia Marte, como el plan de Elon Musk, se puedan ejecutar con el uso de la IA para no poner en riesgo a los humanos. Al mismo tiempo, debería ser una vida más sencilla para todos los seres, aunque eso está por verse.
Ese es el lado bueno, pero también hay ciertas preocupaciones que sin duda causan temor en la población mundial, como el hecho de que la automatización que proporcionen los asistentes virtuales se convierta en el inicio de un desempleo masivo donde sobrevivir se vuelva cada vez más complicado. A su vez, hay piratas informáticos que también podrían aprovechar esta tecnología para hacer actos maliciosos.
En fin, lo que dice Sam Altman sobre la inteligencia artificial general tal vez es lo que pasará. Las declaraciones de Hassabis plantean un futuro innovador nunca antes visto, pero también un riesgo de problemas al que no todo el mundo querrá enfrentarse.
