Médico que atendió a colombiano detenidos por policías en España, a juicio por homicidio imprudente: “Vinimos huyendo de la violencia y fue aquí justamente donde la encontramos” Infobae
El proceso judicial que lleva la familia del colombiano Brian Steven Ríos, un joven que llegó a Barcelona con la esperanza de construir una nueva vida lejos de la violencia en Colombia, abrió un nuevo capítulo tras conocerse que el médico que lo atendió en medio de un arresto hecho por uniformados irá a juicio por haberlo dado de alta en condiciones que no eran óptimas.
Para poder entender este caso toca remontarse hasta el 20 de agosto de 2022, momento en el que la familia de Ríos llevaba menos de dos meses en España, pero su historia terminó de manera trágica en un calabozo de Rubí, y ahora el profesional de la salud deberá responder por el delito de homicidio imprudente por la atención que recibió antes de fallecer.
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El viaje de Brian y Juliana Tapiero había estado marcado por el esfuerzo de salir adelante. En Colombia, el matrimonio logró emprender un pequeño negocio de alimentos, tarea que Brian combinaba con su trabajo en un aeropuerto y Juliana con un empleo como secretaria.
Ambos buscaban estabilidad y oportunidades en un país acosado por el conflicto armado y la extorsión.
Cuando comenzaron a recibir amenazas de grupos criminales, decidieron emigrar a España, donde los padres de Brian residían y les podían ofrecer un punto de partida, señaló un reportaje por parte del diario El País de España.
Para emprender de nuevo tuvieron que vender todo lo que tenían y solicitaron préstamos para costear el viaje.
La idea era llegar a Madrid, y no a Barcelona: el drama de la familia de Brian Steven Ríos, en busca de justicia
En principio los planes que se hicieron llenos de anhelos en Colombia dejaron a Madrid como el punto de llegada a España para reunirse con el padre de Brian en Asturias, pero una confusión en los vuelos terminó llevándolos a Barcelona, explicó el mismo diario local.
Durante el verano de 2022 la familia vivió hacinada en la casa de la madre de Brian, junto a la pareja de ella y los hijos de ambos.
El 20 de agosto, lograron mudarse a una vivienda más amplia, aunque aún faltaba adecuarla. Ese día celebraban el cumpleaños de la madre de Brian junto a varios miembros de la familia. La foto grupal de la jornada, con una tarta y materiales de obra en el fondo fue el registro de aquella reunión.
No obstante, los trámites migratorios representaban un desafío. No lograban conseguir cita para solicitar asilo a través de la web, que se la pasaba colapsada (igual a lo que ocurre en Colombia), y tampoco podían empadronarse con rapidez. Juliana contó “A mí me llamaron a hacerme la visita cuando Brian ya había muerto”.
La madrugada que cambió todo para la familia colombiana en España
El 21 de agosto el ambiente de madrugada era festivo, pero cambió de forma abrupta cuando el reloj marcaba ya más de las 11:00 p. m.. Brian y la pareja de su madre salieron a comprar cerveza. Un tiempo después, solo regresó la pareja de la madre.
Según el reporte policial recogido luego como parte del proceso judicial, Brian fue visto caminando ebrio, con una botella de vidrio, y supuestamente estaba intimidando a transeúntes. Cuando Juliana salió a buscarlo, lo encontró rodeado de policías, que le impidieron acercarse. Hubo un forcejeo entre uno de los familiares y los agentes, y la situación terminó con dos personas esposadas.
Los agentes condujeron a Brian a un centro de atención primaria, el CAP (Centro de Atención Primaria) Mutua de Terrassa de Rubí, donde ingresó a las 12:27 de la madrugada del 21 de agosto.
Las cámaras de seguridad captaron cómo los policías lo arrastraban, apenas consciente. Para tranquilizarlo, el personal sanitario le suministró 0,10 mg de midazolam y 0,25 mg de sinogán, ambos depresores del sistema nervioso central. Los policías lo mantuvieron inmovilizado durante el procedimiento, señaló el informe del medio español.
El médico de guardia resolvió darle el alta a Brian menos de media hora después, aunque la evidencia recopilada indica que el paciente no estaba consciente y que el protocolo no se había completado. Así lo determinó un informe de praxis médica solicitado por el juez que posteriormente envió al médico a juicio.
“Es altamente recomendable una observación posterior y/o derivación a centro asistencial de referencia después de la administración de fármacos depresores del sistema nervioso central, y crecidamente en caso de abuso de alcohol y por ello, lo más prudente habría sido mantener el paciente en observación”, reza en el reporte médico.
Del centro de salud al calabozo: los últimos minutos con vida del ciudadano colombiano en Barcelona
Los policías trasladaron a Brian inconsciente a un calabozo. Lo depositaron en una cama sin que en ningún momento recobrara el sentido.
En ese momento Juliana se encontraba temerosa por la posible deportación de la familia debido a la falta de papeles, se fue a casa esperando noticias. “Eso era lo peor que yo pensaba que me podía pasar aquí, que nos deportaran”, dice. “Vinimos huyendo de la violencia y fue aquí justamente donde la encontramos”.
La vida de Brian finalizó poco después: a las 4:07 a. m., una agente notó que no respiraba, intentaron reanimarlo y finalmente, a las 4:50 a. m., el médico de emergencias declaró la muerte.
Según la jueza que investiga el caso, la actuación médica fue imprudente por doble razón: por suministrar más medicación sin esperar el efecto de la dosis inicial y por dar el alta sin un periodo de observación adecuado.
La familia de Brian Ríos también pide que se establezca qué responsabilidad tuvieron los
La familia valora que el médico vaya a juicio, aunque consideran que también deben esclarecerse las posibles responsabilidades policiales en la cadena de hechos: “Nos parece importante saber exactamente qué es lo que ellos han hecho, porque hay partes de la intervención de la policía que no tenemos en las imágenes; ellos estuvieron también dentro de la consulta médica, estuvieron haciendo contención mecánica del detenido durante mucho rato, esposado, en una posición delicada y esos son elementos importantes para nosotros”, argumenta Benet Salellas, abogado de la familia.
Juliana, al frente de sus dos hijos y en situación irregular, sostiene: “Si un español va por la calle borracho no le hubiera pasado todo lo que le pasó, el trato hubiera sido muy diferente”. Concluye que Brian fue víctima de discriminación debido a su condición de migrante. “Nosotros éramos dos jóvenes con un sueño para nosotros y nuestros hijos; ahora soy esa mamá que sigue buscando lo mismo, pero sin el motor que me impulsó a venir aquí”, afirma frente al mural creado en Rubí en memoria de su pareja, donde está escrito: “Las vidas migrantes importan”.
