“El Favor”, comedia reflexiva sobre los dilemas de la paternidad en nuestros tiempos confusos Elarsenal.net

Ciudad de México.- La cita fue en el Teatro Xola – Julio Prieto (del IMSS), por la noche del viernes 25 de julio. Se trató de la función para la prensa de la comedia El Favor (de Susanna Garachana). Y allí estuvimos presentes gracias a la amable invitación de nuestros amigos de IQ Icunacury Acosta & Co., reconocida agencia de publicidad.

Se trata de una puesta en escena bajo la dirección de Joserra Zúñiga, en un solo acto y que dura poco menos de dos horas, que aborda de forma chusca (y a veces dramática) el problema de la paternidad en nuestros tiempos, sobre todo cuando esta paternidad supone decisiones complicadas porque ya no se ajustan a los cánones tradicionales.

Iván (interpretado por Álex Fernández), un profesionista clasemediero que apenas rebasa los 40 años, desea convertirse en padre después de rehuir este compromiso por décadas, convencido entonces de que no lo deseaba. Pero la suerte le juega una trastada: cuando por fin decide ser padre con Clara, su actual pareja y a la que según él “sí ama”, descubre que es infértil. Y entonces el tiempo y la angustia juegan en contra.

La pareja lo ha intentado todo: desde la fertilización in vitro hasta la adopción, pero todo se les complica. Y el tiempo y la angustia siguen jugando en su contra. El reloj de todos los días se convierten en una bomba de tiempo, porque la biología es la biología y las leyes no siempre resultan muy amigables al respecto.

Es entonces cuando la pareja toma una medida tan desesperada como alocada: pedirles a los tres grandes amigos de Iván que les donen esperma para que Clara pueda embarazarse. Entran en la trama Edu (Harold Azuara), Santi (Hugo Catalán) y Miguel (Sergio Velasco), los grandes amigos de Iván. Y comienza la lluvia de ideas y dilemas en torno a la paternidad.

Iván organiza una cena con sus íntimos amigos para plantearles a éstos, muy nervioso, la propuesta de la donación altruista y amistosa de esperma. Lo que parece ser una idea simple, se vuelve una trama complicada no carente de gracia y risotadas por los diálogos ingeniosos y las actuaciones chispeantes, porque los contertulios forman parte de una generación Forever Young; una generación que, en plena adultez, sigue presentando rasgos de inmadura adolescencia y resistencia al compromiso. Incluso le piden a Iván que lo piense muy bien, porque eso de la paternidad supone un “desplazamiento de prioridades”.

Sus amigos saben de lo que hablan: sus paternidades no han sido del todo agradables y, por ello, acumulan varias frustraciones. Y no sólo eso: aunque presumen de ser muy “progres” y “abiertos de mente”, el club de amigos expone sus dilemas éticos con respecto a la paternidad por donación de esperma, sobre todo tras saber que la inseminación se aplicaría al azar. ¿Podrían vivir tranquilos sabiendo que el hijo de Iván es, en realidad, hijo de alguno de ellos? ¿Podrían desligarse fácilmente del compromiso con un ser engendrado por ellos? ¿La procreación y la paternidad pueden separarse del todo? ¿El origen del niño sería un secreto compartido pero cargado de culpa para todos ellos? ¿Podrían mantener la amistad de siempre viviendo con esta punzante incertidumbre? ¿Y si el niño enfermara de gravedad? ¿Y si Clara e Iván se separan en el futuro?

Y mientras los amigos discurren tratando de resolver éstos y otros dilemas, al calor de las copas dejan que la lengua se les afloje. Por ello, salen a la luz muchas “netas” de ellos y entre ellos; “netas” que incluso los hacen dudar de la profundidad y de la sinceridad de su amistad de tantos años. ¿Qué tanto se conocen en serio? ¿Infidelidades pasajeras? ¿Devaneos homosexuales? ¿Resentimientos inconscientes? ¿Secretos culposos? ¿Mentiras piadosas? ¿Traiciones ocasionales?

La inicial petición de semen se convierte en un taller de confidencias, que a ratos los distancia y a ratos los une más. Es una aventura de amigos que a veces se vuelve un atormentador laberinto y a veces una catarsis grupal.

Y, de paso, los amigos hablan sobre las separaciones de pareja, las paternidades en soltería, las copaternidades y las paternidades homosexuales, para descubrir que no son tan “progres” como creen.

Llega entonces el final de la obra, cuando los amigos tienen más preguntas que respuestas. Iván recibe una inesperada e importante llamada de Clara que, al parecer, zanja el embrollo de la trama. ¿Será?

El Favor, una obra que vale la pena ver, porque mezcla la comedia con una reflexión a ratos profunda sobre los alcances de la paternidad en nuestros tiempos confusos. Se trata de una puesta en escena con un guion atractivo, un ritmo ágil y fluido, personajes creíbles y jóvenes actores en ascenso.

¡No se la pierdan, se las recomiendo!

Texto y foto de Carlos Arturo Baños Lemoine / Editor en Jefe de El Arsenal. Diario Digital

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