La canciller señaló que el presidente habló de lo “urgente, lo profundo y lo estructural” con la reforma pensional y laboral Infobae

Luego de que en la noche del sábado 28 de junio en la plenaria de la Cámara de Representantes se aprobara nuevamente la reforma laboral y se declararan subsanados los vicios de trámite que encontró de dicha iniciativa la Corte Constitucional, la ministra de Relaciones Exteriores, Laura Sarabia, no solo celebró que se hubiera dado ese tramite, si no que, además, hizo una reflexión sobre la gestión del jefe de Estado respecto a las reformas sociales.

“En un país donde muchas veces se prefiere el statu quo, el presidente Gustavo Petro ha tenido el coraje de poner sobre la mesa temas que durante décadas fueron postergados: una reforma pensional y una reforma laboral [sic]”, afirmó la canciller en su cuenta oficial en la red social X.

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Agregó que ambas propuestas han generado intensos debates en el Congreso y en la sociedad civil, polarizando opiniones y movilizando a diversos sectores sociales, pero que eran necesarios para comenzar a superar el legado de desigualdad que hay en el país.

“¿Quién no quisiera que nuestros viejos puedan retirarse con dignidad y una pensión justa? ¿Quién no desearía un país donde trabajar no sea sinónimo de precariedad, sino de estabilidad y derechos? [sic]”, cuestionó

El mensaje de la canciller se inscribe en un contexto de creciente tensión política en Colombia, donde las reformas estructurales propuestas por el gobierno de Gustavo Petro han encontrado bastante resistencia, por lo que Sarabia señaló que si bien esa visión ha sido respaldada por sectores progresistas, también ha suscitado inquietudes en gremios empresariales y en la oposición política, que advierten sobre los posibles impactos fiscales y económicos de los cambios propuestos.

En cuanto a la reforma laboral, el gobierno ha planteado la necesidad de mejorar las condiciones de empleo, promoviendo la estabilidad y el respeto a los derechos de los trabajadores.

“Discutir estas reformas no debería dividir al país. Es comenzar a sanar las desigualdades históricas. Es tener la valentía de reconocer que el modelo actual no le sirve a la mayoría y que es hora de transformarlo, aunque incomode a unos pocos [sic]”, insistió.

Finalmente señaló que aunque los contenidos de las nuevas normativas podrían ser debatibles, lo importante es que estuvieran en la discusión pública para encontrarles salida.

“Podemos estar de acuerdo o no con los detalles, pero lo que no se puede negar es que el presidente Gustavo Petro ha hecho lo que muchos evitaron: hablar de lo urgente, lo profundo y lo estructural [sic]”, sostuvo.

Entre tanto el ministro del Trabajo, Antonio Sanguino, calificó como “una victoria del Gobierno del Cambio” la aprobación de la reforma pensional pese a que tuvo un complicado camino, especialmente por la presión del tiempo y la dificultad de mantener el quórum necesario durante las sesiones extras, según reportó Caracol Radio.

Sanguino manifestó sentirse “muy alegre, porque era un riesgo muy grande convocar a unas sesiones extras, cuando los congresistas ya estaban en su periodo de receso”, según declaraciones recogidas por Caracol Radio.

El compromiso de los legisladores con los adultos mayores fue destacado por el ministro, quien calificó como un reto y una sorpresa haber logrado cumplir con el proceso legislativo en estas circunstancias.

“Colombia tiene en firme la ley pensional”, afirmó Sanguino, subrayando la importancia del resultado para el país.

Esta decisión permitió que la reforma avanzara sin necesidad de reabrir el debate o someter los artículos a una nueva votación, lo que, según explicó Sanguino, habría puesto en riesgo la viabilidad de la iniciativa.

En diálogo con medios, el ministro detalló que la estrategia consistió en aprobar el texto del Senado y evitar la reapertura de la discusión, ya que esto habría implicado convocar al Senado para una conciliación posterior, lo que podría haber significado un “golpe mortal” para la reforma pensional.

“Era aprobar el texto del Senado y no el texto que venía de la Comisión Séptima de Cámara o reabrir la discusión para volver a votar los artículos, lo cual implicaba un enorme riesgo, porque significaba convocar al Senado para una conciliación posterior y ese sí era un golpe mortal a esta reforma pensional”, sostuvo Sanguino, según El Heraldo.