Tomar una siesta puede darte un momento de claridad… si lo haces de la manera correcta El Imparcial
CIUDAD DE MÉXICO.El consejo de “dormirse con el problema” no es solo una frase de abuela. Un nuevo estudio publicado en la revista PLOS Biology sugiere que tomarse una siesta realmente puede ayudar a tener ese famoso “momento ajá”, cuando una solución se vuelve evidente de forma repentina. La investigación fue realizada por científicos de la Universidad de Hamburgo, en Alemania, quienes buscaron entender qué pasa en el cerebro durante esos momentos de claridad.
Una siesta con efectos reales
Para probarlo, se pidió a 90 participantes que realizaran una tarea que consistía en seguir puntos en movimiento en una pantalla. Lo interesante es que el experimento tenía una trampa oculta. Tras completar varias rondas, los voluntarios tomaron una siesta de 20 minutos mientras los investigadores monitoreaban su actividad cerebral.
Los resultados fueron claros: quienes alcanzaron una etapa de sueño conocida como N2, que es más profunda que el sueño ligero, tuvieron una probabilidad significativamente mayor de resolver la tarea con éxito. El 86% de quienes durmieron profundamente encontraron la solución, frente al 64% de los que solo lograron un sueño ligero y el 56% de quienes no durmieron nada.
¿Qué hace especial al sueño N2?
Este tipo de sueño parece activar procesos cerebrales clave para la creatividad y la resolución de problemas. Incluso aquellos que apenas lograron una siesta ligera superaron a un grupo anterior que intentó resolver el mismo reto sin dormir. Los autores del estudio creen que este beneficio está relacionado con ciertos patrones eléctricos en el cerebro, observados a través de electroencefalogramas (EEG).
Una característica clave identificada fue la “pendiente espectral”, una señal que refleja la profundidad del sueño. Según la investigadora principal Anika Löwe, este hallazgo representa una posible explicación de por qué muchas personas, especialmente artistas y creativos, aseguran tener ideas brillantes después de una siesta.
Aunque se necesita más investigación, estos resultados confirman una experiencia común: a veces, el mejor camino hacia una solución no es seguir intentando sin descanso, sino desconectarse un momento y dejar que el cerebro trabaje en segundo plano mientras duerme.
¿Cómo sacarle provecho a una siesta?
Nicolas Schuck, profesor de neurociencia cognitiva en la misma universidad, explicó que los participantes del estudio lograron alcanzar el sueño N2 en tan solo cinco minutos después de quedarse dormidos. Esto indica que no se necesita dormir mucho tiempo para obtener beneficios. En general, siestas de menos de 30 minutos pueden tener efectos positivos en la mente.
Sin embargo, hay algunas recomendaciones. Por ejemplo, evitar las siestas en la tarde-noche, ya que pueden afectar el sueño nocturno. Además, las mejores horas para una siesta reparadora suelen ser entre la 1:00 y las 3:00 p.m., cuando el cuerpo naturalmente se siente más cansado.
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Finalmente, la temperatura del ambiente también juega un papel importante. Estudios anteriores muestran que el sueño llega más fácilmente cuando la temperatura corporal baja. Por eso, se sugiere mantener el cuarto fresco, entre 18 y 20°C, para facilitar el descanso. En resumen, una siesta breve y bien planeada puede ser mucho más útil de lo que se creía.
