“Vomité un sapo, un gusano y una bola de pelos”: el estremecedor relato de Sara Uribe, al revelar que ella ya pagó su karma Infobae
En una de las entregas del pódcast Vos podés, conducido por Tatiana Franko, la modelo, presentadora y empresaria Sara Uribe ofreció uno de los testimonios más crudos y sorprendentes de su vida personal. Aunque la conversación abarcó diversos momentos de su historia, hubo un episodio en particular que captó la atención: la narración de una especie de “brujería” de la que fue víctima y que, según sus palabras, desencadenó un impacto físico y espiritual inesperado.
Durante la entrevista, Uribe describió con detalle una experiencia que vivió en su casa, rodeada de personas que comenzaron a orar por ella. En medio de ese encuentro, le dieron agua bendita y, según relató, su cuerpo reaccionó de manera violenta.
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“Yo vomito un sapo. Un gusano. Una bola de pelos”, afirmó la presentadora. Esta situación, que ella calificó como un punto de inflexión, se produjo después de una serie de malestares físicos y emocionales que venía arrastrando desde hacía años.
La escena se registró, según explicó, luego de que un grupo de personas empezara a hacer oraciones en su casa. “Me tira un sillón, empieza el William a orar en la casa, el otro orar. Fueron a mi casa, me llevaron biblias (…) así mejor dicho, después de tanta lucha lograron sentarme en un mueble y que yo pudiera vomitar”, relató Uribe.
Aseguró que su salud se había deteriorado al punto de tener “amígdalas llenas de pus, sangraban”, de presentar una notable pérdida de peso, de tener el cabello debilitado, y de somatizar una serie de dolencias que ella no entendía del todo.
Ese episodio marcó una transformación que ella atribuye a una dimensión espiritual. “Cuando sale esa bola de pelos de mi cuerpo, yo puedo respirar. Yo volví a dormir en mi vida”, narró. Según dijo, llevaba tiempo dependiendo de pastillas para poder descansar en las noches.
Sara Uribe se refirió a todo esto como lo que definió como un “entierro”, un acto asociado popularmente con la brujería. Aunque reconoció la existencia de estas prácticas, fue enfática al asegurar que no les concede ningún poder. “Yo no te voy a decir que yo creo en la brujería. Porque yo no le voy a dar poder nunca a eso”, dijo. “Por más veces que me quieran atacar, Dios siempre me va a poner a brillar”.
En la misma conversación, Sara profundizó en lo que considera la raíz de todo eso que de alguna manera expulsó de su cuerpo. Reconoció que, en su juventud, tomó decisiones de las que hoy se arrepiente.
“Yo me metí con un hombre casado”, dijo la presentadora, por lo que Franko le cuestiona: “¿Le diste perdón?" Sara Uribe respondió: “Sí, a la esposa de Freddy (Guarín), a los hijos de Freddy, a las personas que yo sentía que les había fallado”, declaró. Esta relación amorosa, que no empezó de la mejor manera, ocurrió cuando tenía apenas 20 años, es interpretado por ella como el inicio de un karma que la ha perseguido durante años.
Durante el diálogo, también reveló una serie de traiciones cercanas que terminaron por agravar su estado emocional. “Mi socia, mi pana, mi amiga, la que dormía en mi casa, la que se ponía mi ropa, la que tenía la cuenta de mi tarjeta de débito (…) falsifica mi firma, hace préstamos a nombre mío, no le paga a mis empleadas”, reveló la modelo con enojo.
La presentadora hizo énfasis en que, aunque se sintió sola durante mucho tiempo, logró superar momentos oscuros gracias a su hijo, Jacobo, a quien define como su ancla.
“Si Jacob no hubiera llegado a mi vida, yo creo que yo me hubiera tirado ese 17 piso”, dijo al referirse a un momento límite en su vida, cuando la idea del suicidio llegó a rondarla. Afirmó que era tal su fragilidad emocional, que incluso creía recibir señales sobrenaturales.
“Se te arrima un gallinazo a un 17 piso y se te queda mirando y te dice, ‘Tienes que irte conmigo’”, recordó.
En el aspecto físico, las secuelas también fueron intensas. “Tengo una cicatriz acá que me abrieron porque esto estaba gigante y yo no podía respirar”, dijo al referirse a una intervención quirúrgica que se le practicó en el abdomen, zona que, según explicó, concentraba el dolor constante y misterioso que sentía.
Además del deterioro de su salud, también relató el colapso de sus emprendimientos: “Mis empresas me las quebraron. Mi relación sentimental, la que intenté tener con el papá de Jacobo (Freddy Guarín), murió”, relató. Pese a todo, aseguró que mantuvo firme el vínculo entre su hijo y su padre.
Sobre este tono de la conversación, la modelo expresó que su fe es el soporte más firme en su proceso de sanación. “Dios siempre es el que respalda y que a cada uno nos llega un karma que yo ya lo pagué en vida”.
