El impacto de los oscuros secretos familiares en la vida profesional y emocional de Mariska Hargitay descubiertos tras el estreno de My Mom Jayne Infobae
Mariska Hargitay revela secretos familiares en su nuevo documental My Mom Jayne, donde explora su relación con su madre, la estrella de cine Jayne Mansfield, y descubre la verdad sobre su paternidad. Según informó The New York Times, este proyecto personal, que se estrena el 27 de junio en HBO, representa para la actriz un ejercicio de introspección y reconstrucción emocional.
Un documental íntimo: motivaciones y proceso creativo
My Mom Jayne nace de la necesidad de Mariska Hargitay, de 61 años, de comprender y compartir su historia personal. La actriz concibió, editó y filmó parte del documental en su hogar de Manhattan, donde vive con su esposo, el actor Peter Hermann, y sus hijos. “Estoy tan clara ahora sobre la verdad... Ahora me siento en paz. Es como un milagro sentirme así. Nunca pensé que podría”, declaró Hargitay a The New York Times.
La producción se construye como una investigación personal en la que la actriz revisa cartas de admiradores, archivos familiares y unidades de almacenamiento con recuerdos. A través de este proceso, reconstruye el vínculo con una madre de la que conserva pocos recuerdos, ya que Jayne Mansfield falleció en un accidente automovilístico cuando Mariska tenía tres años. El documental también aborda el peso de la fama, las expectativas sociales y la lucha por la identidad.
Dirigir y protagonizar este proyecto responde, en palabras de Hargitay, a la necesidad de romper el silencio familiar: “Hay tanto dolor en lo no dicho. Solo quería decirlo. No tengo miedo. Ahora puedo ser más Olivia Benson”.
Historia familiar: secretos, descubrimientos y reconciliaciones
La vida de Mariska Hargitay ha estado marcada por la presencia de secretos familiares y la búsqueda de pertenencia. Jayne Mansfield, su madre, fue una figura destacada del cine en las décadas de 1950 y 1960, reconocida tanto por su talento como por su imagen pública. Mansfield tuvo cinco hijos de tres matrimonios distintos, siendo Mickey Hargitay, atleta húngaro y actor, su esposo más conocido y el padre legal de Mariska.
No obstante, el documental revela que Mickey Hargitay no fue su padre biológico. La verdad sobre su origen permaneció oculta durante décadas. “Siempre supe que algo pasaba. No me parecía a mis hermanos ni a Mickey. Me atormentaba el miedo de no pertenecer a ningún lugar”, explicó la actriz en entrevista con The New York Times.
Su verdadero padre es Nelson Sardelli, un cantante que mantuvo una breve relación con Mansfield. Aunque Hargitay lo conocía desde hacía tres décadas, nunca le había hecho preguntas directas sobre su vínculo hasta que viajó a Las Vegas para entrevistarlo. En ese encuentro, le preguntó por qué no la reconoció en su infancia.
El reconocimiento de Sardelli transformó su relación, y Hargitay estableció un vínculo cercano con él. Además, el hallazgo le permitió conectar con dos medias hermanas por parte de padre, quienes ya formaban parte de su vida sin que se reconociera públicamente el lazo familiar. “No quería perpetuar esa mentira. No quería mentirle a mis hijos”, señaló.
Antes de comenzar la filmación, la actriz se reunió en California con su madrastra y sus hermanos de crianza, buscando su aprobación para narrar la historia. Todos ellos participan en el documental. Según The New York Times, la experiencia de ver la película en conjunto fortaleció sus lazos. Su hermana mayor, Jayne Marie Mansfield, expresó tras la proyección: “Siento que somos cuatro personas con un solo corazón”.
Impacto emocional y profesional: paralelismos con “Law & Order: SVU” y activismo
La realización de My Mom Jayne ha tenido un efecto profundo en la vida de Mariska Hargitay, tanto en lo personal como en lo profesional. La actriz destacó los paralelismos entre su historia y la del personaje Olivia Benson, que interpreta desde 1999 en Law & Order: SVU.
Benson es hija de una violación y mantiene una relación compleja con su madre, una narrativa que, según Hargitay, le resultó familiar. “Sentí que era producto de algo doloroso. Quizá por eso encajé tan bien en el papel y lo entendí”, afirmó.
La exposición prolongada a relatos de abuso, tanto en la ficción como en la realidad, también dejó huella en su vida. Mujeres de distintas partes del mundo se acercaron a ella para compartir sus experiencias, lo que la motivó a formarse como consejera de crisis por violación en el hospital Mount Sinai.
En 2004, fundó la Joyful Heart Foundation, dedicada al apoyo de sobrevivientes de violencia sexual. “He tenido mi cuota de trauma secundario. Tuve que fortalecerme con terapia y aprender a vaciar el vaso”, dijo la actriz a The New York Times.
Durante el rodaje del documental, Hargitay experimentó un proceso de introspección que, según declaró, la hizo sentirse más empoderada. “Quizá más que en cualquier otro momento de mi vida, me siento inequívocamente empoderada y libre”, expresó.
Reacciones y testimonios: voces cercanas a Hargitay
El estreno de My Mom Jayne ha generado reacciones entre allegados de Mariska Hargitay. Su esposo, Peter Hermann, subrayó la importancia de que pudiera contar su historia: “Su propia historia no existía en su totalidad en el mundo, y fue trascendental que pudiera contarla ella misma”.
Christopher Meloni, colega de Hargitay en Law & Order: SVU, elogió su valentía. “Tiene un instinto muy afinado”, sostuvo Meloni, quien describió la experiencia de ver el documental como una catarsis. “Descubrimientos profundos ocurren cuando te acercas a la llama. Y para ella, es una llama real”.
La periodista Diane Sawyer, presente en la proyección en el Carnegie Hall, destacó la capacidad de la actriz para inspirar a otros a explorar sus orígenes. “Ella hace que todo sea posible, porque es fuerte y generosa”, comentó a The New York Times.
La activista Gloria Steinem, amiga de Hargitay, también se refirió a ella como un ejemplo de mujer inspiradora. “Siempre la cito como ejemplo de una mujer que inspira por su papel público”, afirmó.
Jayne Mansfield: carrera, vida pública y legado
El documental también retrata la figura de Jayne Mansfield, madre de Mariska Hargitay. Formada en música clásica, políglota y con estudios universitarios, Mansfield alcanzó la fama en Broadway y Hollywood. A pesar de sus capacidades, su imagen de símbolo sexual fue acentuada por los medios y publicaciones como Playboy.
Mansfield y Mickey Hargitay conformaron una pareja muy mediática, reconocida por combinar fuerza física y espectáculo. Tras la muerte de la actriz en 1967, la familia evitó hablar abiertamente sobre ella, limitándose a anécdotas dispersas.
Según Hargitay, su madre le dejó aprendizajes esenciales: “La razón por la que soy como soy es porque aprendí de ella. Aprendí lo que no debía hacer. Aprendí a no dejar que nadie me diga — que yo decido”.
El legado de Mansfield, de acuerdo con Hargitay, reside en su fortaleza y en su papel como madre trabajadora. “Ella era increíble. Ese ha sido el regalo: pude verla. Pude tener muchos momentos con ella. Y pudimos hacer una película juntas”, afirmó.
Un proceso de sanación y empoderamiento
La realización de My Mom Jayne ha marcado un punto de inflexión en la vida de Mariska Hargitay. Tras años de silencios y secretos, la actriz asegura haber alcanzado una nueva etapa de claridad y equilibrio. “Estoy bien ahora. Como, estoy bien ahora”, concluyó en declaraciones a The New York Times, reflejando el efecto transformador de compartir su verdad con el público.
