La vía nacional entre Bucaramanga y Bogotá enfrenta riesgo de cierre por inestabilidad geológica en el departamento de Santander Infobae
Una falla geológica de grandes proporciones, agravada por las constantes lluvias en el departamento de Santander, mantiene en alerta a las autoridades locales y regionales ante el riesgo de que se interrumpa la movilidad por uno de los principales corredores viales del país: la carretera nacional que conecta a Bucaramanga con Bogotá.
La emergencia se concentra a la altura del municipio de Güepsa, en el sur de Santander, donde el terreno muestra signos de debilitamiento estructural que podrían llevar a una pérdida total de la calzada.
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Ante la gravedad de la situación, funcionarios del departamento y del municipio han solicitado de forma urgente la intervención del Gobierno nacional para evitar el aislamiento de la región.
Desde el lugar de la afectación, el director de la Oficina de Gestión del Riesgo de Desastres de Santander, Eduard Sánchez, advirtió sobre las posibles consecuencias si no se actúa a tiempo.
“Estamos con el alcalde de Güepsa en el punto donde se evidencia esta afectación sobre el corredor vial. Observamos una falla geológica que actualmente representa un riesgo para la movilidad, con posibilidad de pérdida total de la calzada”, señaló el funcionario, al insistir en la necesidad de que se ejecuten acciones inmediatas.
Sánchez hizo un llamado directo al Ministerio de Transporte y al Instituto Nacional de Vías (Invías), entidades responsables de la infraestructura vial en el país.
Preocupación en el nivel municipal
El alcalde de Güepsa, Hernando Fontecha, respaldó la solicitud de intervención al Gobierno Nacional y expresó su preocupación por la falta de rutas alternas que garanticen la conectividad de la región en caso de que la vía principal colapse.
“Con preocupación hacemos este llamado al Gobierno nacional. Le pedimos su apoyo en nombre de todos los transportadores y de las personas que necesitan desplazarse por razones médicas o de urgencia. Esta vía conecta a Bogotá con Bucaramanga y no contamos con vías alternas”, dijo el mandatario local.
La carretera nacional que atraviesa Güepsa es clave para el tránsito entre las dos ciudades y para el transporte de carga, la movilidad de pacientes hacia centros de salud y la actividad económica de decenas de municipios del sur de Santander. El posible colapso de la vía implicaría un impacto directo en el abastecimiento de bienes, el turismo y el acceso a servicios esenciales.
Las autoridades departamentales han insistido en que, además de la atención inmediata a la emergencia, es necesario replantear la forma en que se invierten los recursos recaudados por los peajes ubicados en territorio santandereano. Según manifestaron, estos ingresos deberían destinarse prioritariamente al mantenimiento de la vía afectada y de otros tramos estratégicos de la región.
En varios puntos del corredor se han detectado deslizamientos y debilitamientos del terreno, lo cual ha llevado a cierres parciales y a la restricción del tránsito de vehículos pesados.
Por ahora, las autoridades continúan con un monitoreo permanente en el punto afectado del corredor vial, ubicado en jurisdicción del municipio de Güepsa, en el sur de Santander. Equipos técnicos de la Oficina de Gestión del Riesgo de Desastres, en coordinación con organismos locales, inspeccionan a diario el comportamiento del terreno en la zona comprometida, donde se han evidenciado signos de inestabilidad que podrían agravarse ante nuevas precipitaciones.
En paralelo, se analizan medidas preventivas para mitigar los posibles impactos ante una eventual interrupción total del tránsito. Entre las opciones consideradas están la restricción temporal de la circulación vehicular en ambos sentidos, especialmente en horarios nocturnos o en días de lluvia intensa, así como la habilitación de rutas secundarias para desviar el tráfico.
Aunque estas alternativas presentan limitaciones importantes: las vías alternas identificadas no cuentan con la capacidad estructural ni la adecuación técnica necesaria para soportar el volumen de vehículos que transita habitualmente por este corredor, en su mayoría transporte de carga pesada y buses intermunicipales.
