Sarah Ferguson, duquesa de York y excuñada de Lady Di, visita Perú y queda asombrada por universidad limeña Infobae
Sarah Ferguson, la reconocida duquesa de York y excuñada de la célebre Princesa Diana, recientemente visitó Perú, donde quedó registró su impresión hacia un centro de educación superior ubicado en el distrito limeño de Barranco. Se trata de la Universidad de Ingeniería y Tecnología (UTEC) en Lima, la cual generó que la exmiembro de la familia real británica publicara un TikTok sobre el tema.
“Hola, estoy en la UTEC en Perú y es fantástica. Ingeniería y tecnología, miren esto”, expresó mientras señaló y volvió a mencionar el nombre del local. El video generó reacciones entre los peruanos, quienes le dieron la bienvenida y tomaron con humor la promoción que hizo. “Solo en el Perú pasa esto”, fue uno de los comentarios que generó mayores ‘me gusta’.
Sarah Ferguson, conocida mundialmente como la duquesa de York, es una figura relevante en la esfera social y filantrópica global. Nacida el 15 de octubre de 1959 en Londres, hija del mayor Ronald Ferguson y Susan Wright, ha sido una figura prominente en el ojo público por varias décadas.
Su conexión con la realeza se estableció de manera definitiva en 1986, cuando contrajo matrimonio con el príncipe Andrés, el tercer hijo de la reina Isabel II. Este evento la catapultó a la atención mundial. La pareja tuvo dos hijas, las princesas Beatriz y Eugenia, y en aquellos años, Sarah fue vista como un soplo de aire fresco dentro del rígido palacio real, gracias a su personalidad carismática y abierta.
A lo largo de su tiempo en la realeza, una de las relaciones más significativas de Ferguson fue su cercana amistad con Diana de Gales. Ambas compartían una historia familiar, ya que eran primas lejanas, pero fue su matrimonio con los hijos de la reina Isabel II lo que cimentó una relación más estrecha. Sarah y Diana, nuevas en el entorno real, se apoyaron mutuamente en medio de las presiones que venían con sus roles.
Su relación fue una de camaradería genuina, marcada por momentos en eventos oficiales como en situaciones personales. Compartían un sentido del humor y una perspectiva poco convencional sobre la vida en la realeza, lo que las unió en un vínculo que trascendió las restricciones del protocolo real.
La separación del príncipe Andrés en 1992 fue un período complicado, pero su conexión con Diana permaneció firme. Durante estos años, Sarah enfrentó una intensa presión mediática, con la prensa sensacionalista persiguiendo cada uno de sus movimientos. A pesar de esto, logró mantener una relación amistosa con el príncipe Andrés, algo inusual en el ámbito de las separaciones reales. Incluso, se les ha visto en varios y recientes eventos oficiales.
Desde entonces, Ferguson se dedicó de lleno a proyectos filantrópicos, estableciéndose como una defensora activa de causas humanitarias. Ha trabajado con organizaciones como Children in Crisis, fundada por ella misma, para apoyar la educación y el desarrollo de niños en regiones desfavorecidas. Su labor en el ámbito social le ha ayudado a reconstruir su imagen pública, transicionando de ser un elemento constante en los tabloides a una figura respetada en el campo de la cooperación internacional.
Además de su activismo, Sarah ha sido autora de varios libros, tanto para adultos como para niños, donde ha canalizado su creatividad y experiencias personales. Estas publicaciones no solo refuerzan su faceta literaria, sino que también han contribuido a revitalizar su carrera profesional.
¿Cuál es su vínculo con Perú?
Aunque su presencia fue inesperada para muchos, no debería sorprender el origen de su visita a la universidad de propiedad de Eduardo Hochschild, el hombre más rico del Perú, con una fortuna que asciende a los 2.400 millones de dólares, según el ranking de Forbes.
El nexo entre Sarah Ferguson y el empresario parte de la boda de su hijo, el peruano Nicolás Hochschild, con Savannah Murphy, hija de Heather Kerzner, quien mantiene una estrecha amistad con miembros de la Familia Real, como la duquesa de York. Este evento no solo habría hecho que coincidieran, sino que crearan lazos.
