Robo y muerte en Parque Chacabuco: media hora de violencia y angustia para un jubilado al que sospechan que lo mataron Infobae
La teoría inicial del caso es que la cuidadora de Mario Villanueva (79), la mujer que debía velar por la salud del jubilado que murió en su casa de Parque Chacabuco, les abrió -literal o metafóricamente- la puerta a sus dos cómplices para que arrasaran con todo lo que hubiera de valor en la propiedad de su patrón. El ataque fue la madrugada de este lunes y los ladrones tardaron media hora en dar vuelta la vivienda y huir. En esos 30 minutos, según confiaron fuentes del caso a Infobae, golpearon a la víctima.
Los investigadores de la División Homicidios de la Policía de la Ciudad, bajo el mando de la Fiscalía Nacional en lo Criminal N°9, a cargo de fiscal Lucio Herrera, secretaría única de Cecilia Kelly; esperaba el informe de la autopsia para validar o descartar si a Villanueva lo mataron o se murió de un infarto ante el estrés que le provocaron la violencia de los delincuentes y la angustia por la situación de robo.
Por lo pronto, la causa se investiga como robo y homicidio y ya tiene a una sospechosa demorada: la mujer que debía velar por la salud de Villanueva, la cuidadora de 20 años que se quebró ante los investigadores, admitió que actuó como entregadora y que, incluso, uno de los ladrones que es buscado por la Policía es familiar suyo: su cuñado, según pudo saber este medio de fuentes del caso.
El drama para la familia de Villanueva, un jubilado de nacionalidad española que había sido empleado de la aerolínea de bandera ibérica; comenzó este lunes alrededor de las 2.30. Las cámaras de seguridad son la clave de una causa en la que, por el momento, se busca al menos dos prófugos.
Los dos hombres buscados, el cuñado de la detenida y un amigo suyo, son los cómplices de la cuidadora que intentó hacerse pasar como otra víctima de los delincuentes en un principio.
Es que después de que los ladrones se fueron de la propiedad de José Manuel de Estrada al 900, a metros del Parque Chacabuco, la mujer salió a los gritos, desesperada. Mario Villanueva no respondía. Una cosa es un robo y otra el dueño de casa muerto durante ese robo.
Un vecino escuchó los gritos de la cuidadora y llamó al 911. Para ese entonces, sus cómplices habían tenido el tiempo suficiente para escaparse. Cuando los agentes de la Comisaría Vecinal 7B de la Policía de la Ciudad llegaron a la escena del hecho escucharon a la mujer que debía velar por la víctima, mientras los médicos del SAME constataban el fallecimiento de Villanueva, viudo y padre de dos hijos.
La cuidadora les refirió a los policías que, de madrugada, escuchó ruidos extraños en la cocina y fue a ver qué pasaba. Allí, dijo, la sorprendieron dos hombres con ropas oscuras y la encerraron en una habitación.
Sin embargo, a los investigadores les llamó la atención que los ingresos a la propiedad de Villanueva no habían sido forzados, alguien los había dejado pasar y el testimonio de la cuidadora no era tan sólido como ella pensaba. Así, la mujer se quebró. Y habló. Por eso está detenida, acusada de ser la entregadora.
Lo cierto es que la casa de la víctima estaba en un absoluto desorden y los investigadores saben que los ladrones no tardaron más de media hora en revolver todo. Todavía no se conoce qué se llevaron, pero sí están convencidos de que al jubilado lo maltrataron: “Estaba muy golpeado”, confiaron fuentes del caso.
La pregunta que se hacen por estas horas es si a Mario Villanueva, que tenía su salud deteriorada a causa de un ACV y por eso requería de cuidados especiales, lo mataron a piñas fuera de su cuarto. ¿Lo despertaron y lo sacaron a empujones de la habitación para que les diga dónde estaba la plata? La autopsia será la clave.
