No más animales “de la calle” en la CDMX, ahora son comunitarios Excelsior

La Ciudad de México sigue dando pasos firmes hacia una convivencia más ética y armónica entre personas y animales.
Recientemente, el gobierno capitalino publicó en la Gaceta Oficial modificaciones a la Ley de Protección y Bienestar Animal para reconocer legalmente a los animales de la calle y establecer acciones específicas para su protección.
Este cambio, además de responder a una necesidad moral y social, abona ante la problemática de animales en situación de calle.
De acuerdo con las nuevas disposiciones, se define como animal comunitario aquel perro o gato que vive en espacios públicos o áreas comunes de una población determinada y que es aceptado, alimentado, supervisado y cuidado por un grupo de personas dentro de esa comunidad.
Esta definición legal es crucial, ya que reconoce la existencia y la importancia de estos animales en la vida urbana cotidiana y abre la puerta a mecanismos para su protección.
En materia de bienestar, la legislación establece que las personas benefactoras de animales comunitarios deberán apoyar, en la medida de sus posibilidades, brindando condiciones adecuadas de nutrición, esterilización, ambiente, salud, comportamiento y bienestar emocional.
También dispone que estos animales porten un collar o pechera de identificación con los datos de, al menos, una persona de la comunidad para facilitar su identificación y evitar que sean confundidos con animales abandonados.
Por otra parte, involucra a la Agencia de Atención Animal en el desarrollo de políticas públicas para el trato digno hacia los animales comunitarios, fomentando una cultura de cuidado, esterilización y tutela responsable.
Cabe señalar que nuestro país alberga el mayor número de animales de la calle en toda América Latina y la Ciudad de México posee un porcentaje significativo de ellos, pues se estima que, al menos, el 10% de los perros y gatos en la capital del país no tienen un hogar.
De modo que el reconocimiento de los animales comunitarios permitirá, además, intervenir en el crecimiento descontrolado de perros y gatos en las calles de la ciudad.
Y es que la alta incidencia de animales callejeros trae consigo problemas significativos que pueden ir desde la transmisión de enfermedades hasta accidentes viales y afectaciones a la fauna silvestre.
Fijar un marco jurídico para su atención es una forma inteligente y sostenible de atender la problemática.
Varias ciudades del mundo cuentan ya con enfoques de atención a los animales sin un tutor obteniendo buenos resultados, como Estambul, Turquía, donde los gatos de la calle son parte de la identidad urbana y donde también existen dispensadores automáticos de comida y casas comunitarias para ellos.
La Ciudad de México se ha sumado a esta lista de ciudades donde el bienestar animal no depende de la existencia de un tutor o responsable, pues comienza a formar una red de apoyo para el trato digno, en la cual la comunidad es clave.
 Así, la CDMX se coloca a la vanguardia en América Latina al decir adiós a los “animales callejeros” y reconocerlos jurídicamente como comunitarios, dándoles un lugar dentro del marco legal de protección.
Esta medida no sólo responde a una sensibilidad social creciente hacia los animales, sino que ofrece soluciones concretas para una problemática urbana añeja.
Esta política, implementada adecuadamente y acompañada de campañas de educación y participación ciudadana, puede convertirse en un caso de éxito replicable en todas las entidades del país.
Columnista: Jesús Sesma SuárezImágen Portada: Imágen Principal: Send to NewsML Feed: 0